sábado, 24 de agosto de 2013

Capítulo trece: "Dumb Ways To Die".




-¿Estamos en la misma sintonía, o tuvimos otra escena en el baño de la cual no me enteré? -¡Mierda! Hablé del sueño… ¿Saben lo que va a pasar si Louis se entera, no solo que soñé con él, sino que en el sueño nos besábamos? Dios, no me lo quiero ni imaginar… ¿Ahora qué le respondo?
-No… -Dije tratando de sonar confiada. -Te confundí con otro.
-¿Con cuantos chicos tuviste una escena en el baño? -Preguntó con el ceño fruncido, y la mirada divertida.
-¿Con cuántas tu tuviste una escena en el baño? -Traté de despistarlo con otro tema de conversación.
-Con dos, incluyéndote. -Respondió. Al ver funcionó mi plan de despistarlo. -Pero una era mi prima, así que no cuenta. 
-¿¡Te comiste a tu prima!? -Pregunté de broma. Era obvio que lo decía porque debió de haber entrado por accidente mientras se bañaba, o algo así.
-Sip. -Esperen. ¿Qué? ¿Se chapó a la prima? Ah, no. Este está demente.
-¿Me estás jodiendo? Eso es incesto. -Respondí riéndome.
-Técnicamente, incesto sería con un hermano. -Me corrigió acompañándome con su risa. -Y además, para ese momento no sabía que era mi prima. -Yo volví a reír. Este pibe no puede ser más estúpido porque no le dan las horas del día. -Fue así. -Comenzó a explicarme. -Después de haber estado con ella, yo tenía que ir a un partido de fútbol de mi primito. Entonces, en una de esas se lo comento, y me dice que ella también tiene un primo que jugaba en el mismo cuadro. Curiosamente, se llamaba igual que el mío. Bueno, era el mismo nene. O sea, es mi prima segunda. 
-O sea, the chapaste a tu prima. -concluí a punto de largarme a llorar de reír tanto. Él asintió mientras negaba divertido.
-No se ni para qué te cuento, si después lo vas a andar regándolo por la vida.
-¿No estarás hablando de vos? -Pregunté parando de reír un poco, y sonriendo cínicamente. En estos momentos quedaría perfecto enarcar una ceja… Damn it! 

Mi celular empieza a sonar desde adentro de mi bolso. No tenía que sacarlo para saber quien era. A cada una de las personas importantes en mi celular les agrego un tono diferente, y en este caso el de Liam era el tono de presentación del juego "Dumb Ways To Die", por razones que me limito a no contestar. Saqué mi celular del bolso y atendí.

-Li. -Dije animada a mi hermano del otro lado de la línea.
-¿Dónde estás? -Preguntó antes de siquiera empezar una conversación.
-Te equivocaste. Es "¿Cómo estás?" -Dije graciosa. Nada que ver al estado de mi hermano, que parecía más bien alterado.
-Da, no jodas. ¿Estás con Louis? -Estoy viva, que es lo que le debería de importar.
-Sip. 
-¿Qué hacés con Louis? -Preguntó confundido.
-Fuimos a un telo. -Dije seria, pero muriéndome de la risa por dentro. A diferencia de Louis, que reía por dentro, por fuera, y por todos lados. (Dato: "Telo" donde vivo es un bulo, o un motel, o un queco, como sea que le llamen a esos lugares donde la gente va a tener sexo.)
-Ajá. -suspiró sin creerme una sola palabra. -Justo. Me decís que estás con Harry y te creo más. -Largó una carcajada. -¿Por qué deberías estar con Louis ahí?
-Porque estoy cachonda. -Dije obvia. Louis largó una carcajada, e igual Liam. No podría soportar mucho más sin reírme yo también.
-_______, decime dónde estás. -Aún no paraba de reír.
-Picadilly Circus. -Respondí rindiéndome ante la risa. 
-Okey. -Dijo tranquilizándose. -Vamos para ahí.
-¡No! Louis aún no acaba. Estoy comenzando a pensar que no lo excito de la manera que creía… -Nuevamente la risa de Louis y la de mi hermano inundaron mis oídos, y próximamente me uní yo.
-Dame cinco minutos y te demuestro que sí. -Dijo sin parar de reír mi acompañante.
-¿Cinco minutos? Ahora resulta que es eyaculador precóz. -Dije riendo, escuchando como Liam ya no podía más con su risa. 
-Ahí vamos. -Dijo para luego cortar el teléfono. Yo tiré el mío para el fondo de mi bolso, y me volví a Louis, quien me miraba con esa mirada sexy y divertida, levantando una ceja, y sonriendo sin mostrar los dientes.

-¿Me vas a seguir mirando de esa manera, o tengo que tirarte a la fuente para que te enfríes? -Pregunté graciosa, mientras él seguía con la misma mirada. Esa mirada que puso en mi sueño, justo antes de besarme. Lo cual, obviamente, me ponía incómoda. 
-¿Enfriarme porque soy tan condenadamente caliente? -¡Bien! Al menos ahora si habla. -No me importaría, en tanto vos caigas conmigo. Muero por ver como te queda la ropa pegada al cuerpo. -Su sonrisa se ensanchó, mostrando su hermosa dentadura.
-Justo cuando pienso que podés ser un ser civilizado, pasa esto. -Dije más bien para mí que para otra cosa.
-¿En cerio? ¿Esto te parece malo? ¿Te tengo que recordar que me chapé a mi prima? -Comentó riendo. ¿Soy yo o ese era su objetivo? Hacerme reír, digo. 
-Oh, claro. Casi olvido eso. Nada supera al echo de que te comieras a tu prima. 

Seguimos hablando de estupideces. Él me hacía reír y enojar al mismo tiempo. Es la combinación más rara de emociones del mundo. En fin, a los veinte minutos ya estaban todos los chicos a nuestro alrededor con caras de zombies, literalmente. 

-Por favor no se coman mi cerebro. El de Louis es más sabroso. No tiene nada adentro, así que es más… Rico. -Comencé a divagar, burlándome de sus caras. 
-¿Qué tan honda es la fuente como para ahogarte en ella? -Preguntó Anna, poniendo los ojos en blanco. Yo emití una pequeña risa. Esa definitivamente sería una manera estúpida de morir. 

Continuamos hablando de estupideces. Yo me había parado, cediéndole mi lugar al borde de la fuente a Angie, luego de que rogara que si no se sentaba, se desmayaría en el instante. No quiero tener que carpearme a nadie más esta vez, así que mejor la dejo sentarse. 

Estaba entretenidamente hablando con Micki, Ali y Anna, cuando ésta última llamó mi atención en un tono más bajo para que solo yo escuchara.

-Boluda, el novio de Louis. -¿Novio de Louis? ¿Está hablando en clave, o qué? -Seguí su mirada disimuladamente hasta toparme con aquellos ojos azules que me habían deslumbrado desde la primera vez que lo vi. Y entonces caí en la cuenta. ¡El gay! -¿Qué hace acá? -Me preguntó de la misma manera.
-Em… -Me quedé pensando un momento, y bajé la mirada cuando él notó nuestra presencia. -Estaba de mochilero por Europa. -Vi de reojo como comenzaba a avanzar hacia nosotros. -Mierda, viene para acá. ¿Qué hacemos?
-Se supone que sos la novia de mi hermano, tarada. -Dijo algo exaltada y nerviosa. -Actuá como tal.
-¿Pero que hago? -Comencé a desesperarme. No suelo trabajar bien bajo presión.
-No se, _______. Vos sos la que se supone sabe de esto. Sentate arriba de él, no se. -No esperé más, y me senté arriba de Louis, justo cuando el rubio estaba a medio camino. Él se vio confundido, pero luego hizo una mueca desinteresada y aceptó el hecho de que yo me hubiera sentado en su falda. 
-Tu novio viene para acá, ganso. -Ví como abrió los ojos grandes mientras yo seguía susurrándole en el oído. -Ahora actuá como si yo fuera tu novia, y que me amás tanto que tu corazón vaya a explotar. ¿Entendido? -Dije rápidamente, ya que David estaba llegando a la fuente. Noté como sus ojos se apagaron levemente, mientras el miraba hacia abajo, pero al subir la cabeza, el brillo tan característico de sus ojos había vuelto, y venía acompañado de una sonrisa.
-Entendido, hermosa. -Y si. Este es Louis Tomlinson tomando provecho de la situación. Escuché como Anna reunía a la gente y susurrando les gritaba que improvisaran, justo para el momento en el que David llegó hasta nosotros. En ese momento, la mirada confundida de Liam, la cual estaba posada sobre Louis y yo, pasó hacia David, y comprendió la situación.
-Hola. -Dijo generalmente, pero con la mirada clavada en mí y en mi "novio". Las tres chicas quedaron completamente anonadadas con la belleza del chico. Inclusive Angie, que no estaba muy capacitada en esos momentos para deducir en dónde estaba.
-Hola. -Saludé yo. Para ojos ajenos podría deducirse que estaba "marcando territorio" con ese saludo tan hostil. Louis sonrió.
-Que coincidencia encontrarlos aquí. -Dijo él, alegremente. Yo escondí la cara en el cuello de Louis para parecer que le decía algo tierno al oído, pero en verdad no.
-No me lo banco más. No me banco verlo ahí, tan lindo, y saber que es gay. Me estresa. -Dije en el oído de mi supuesto novio falso. Él emitió una pequeña risa y cuando me separé de su cuello, librándome de su hermoso perfume, él me imitó para hablarme sin que nadie más escuchara.
-A mi me estresa tenerte acá así, y no poder comerte la boca. -Me dio un beso debajo de la oreja, logrando que en mi interior me recordara al sueño que tuve esta mañana, logrando que mi cuerpo entero se tensara. -Apa. ¿Cambiamos roles? -Dijo de la misma manera, sin sacar su cabeza de mi cuello. 

Su nariz rozaba el mismo, y su inicio de barba raspaba suavemente mi clavícula, lo cual increíblemente me excitaba de una manera monumental. Algo dentro de mí me gritaba "NO SEAS ESTÚPIDA. ¡ES LOUIS! ESTÁ JUGANDO CONTIGO". Mientras que otra parte gritaba: "NO SEAS ESTÚPIDA. ¡CHAPÁTELO Y CAIGAN A LA FUENTE! DE ESA MANERA LA GENTE VA A ESTAR MÁS CONCENTRADA EN SU CAÍDA QUE EN SU BESO". Sabias palabras. Pero de todas maneras, me rehusaba a seguir a la segunda voz, y preferí ir a lo seguro. Lo aparté lentamente, consiente de la mirada del gay sobre nosotros. Hablando de maneras estúpidas de morir, ser asesinada por los encantos de Louis encabeza la lista. 

-Acá no. -Dije riendo, captando la atención del resto, que mantenían una conversación con David. La gracia era que pensaran que Louis me había propuesto algo claramente indecente. Que en palabras de Louis, era básicamente lo que había hecho. Luego me acerqué a su oído nuevamente. -Yo comando, y vos te dejás comandar. Así funciona esto. -Susurré de una manera sexy en su oído, mientras suavemente mordía su barbilla, y depositaba un beso sobre la misma, raspándome al mismo tiempo. La gente no podía ver lo que hacíamos. Mi pelo tapaba toda la escena. En estos momentos en el los que agradezco tener el cabello largo. Noté como se tensaba bajo mi agarre, y pude percibir como trataba de enfocar su mente en cualquier otra cosa, o se repetiría la escena del auto. -¿Entendido? -Dije incitadoramente. Mejor terminar esto acá, antes de que se vuelva peor. Sentí como se relajaba, y me apartaba para hablarme al oído. Era como un jugo de tira y afloja. Como un círculo vicioso, tentándonos el uno al otro.
-No. -Respondió, y juro que sentí como sonreía en mi oído. 
-Entonces, ¿Pueden? -Escuché de decía el tal David, cuando traté de cambiar mi atención a otra cosa que no fuera Louis.
-¿Qué? -Pregunté confundida. Anna prácticamente estalló en risas silenciosas detrás de él.
-Que si pueden mostrarme algo de Londres. Mis amigos y yo nos vamos mañana, y tal vez pudieran darme un pequeño tour por los lugares que ustedes consideren que estén buenos… -¿Como rechazar amablemente? Bueno, que amabilidad si éste se viola con la mirada a MI novio… Qué raro se siente decir eso… Louis afirmó sus manos en mis caderas, mientras apoyaba su mentón en mi hombro.
-Bueno, es que… -Buscar una escusa rápido… -Mañana tenemos clase. Y no creo que podamos quedarnos mucho tiempo más. -Buenísimo. La peor excusa del universo entero.
-Entiendo. -Yo quiero que entiendas que nadie te quiere acá… Bueno, yo si. Pero si fueras hetero. Como no lo sos, deseo que te vayas. -Entonces, chau. -Si, chau, hermano, chau. ¡Andate, amigo! Okey… ¿Por qué tan desesperada? ¡Agh! Louis ya me alborotó las hormonas.
-Chau. -Repitieron todos en coro, viendo como el adonis rubio desaparecía de nuestras vistas, hacia donde estaban sus amigos.

Al instante en el que se cercioraron que el chico ya no los escuchaba, tanto Liam como Anna estallaron en risas, bajo la mirada confundida del resto de la gente. 

-¡Estaba divino! ¿De dónde lo conocen? -Preguntó Micki completamente sorprendida por la belleza del australiano.
-Es el novio de Louis. -Dijo Liam, en el medio de una carcajada.
-¿Qué quieres decir con "el novio de Louis"? -Preguntó Niall, algo contagiado de la risa de mi hermano y mi amiga.
-Quiere decir que es gay. -Pincharles la burbuja a Angie, Ali y Micki. Listo.
-¡Qué desperdicio! -Al parecer el rubio le había curado la resaca a Angie, porque ya estaba más que consiente. 
-¡Lo se! ¿Pueden creer que invitó a salir a Louis? -Todos estallaron en risa nuevamente, menos el castaño, quien se limitó a reír sarcásticamente.
-Si les promete que no va a comentar algo… -Dijo Louis a los demás, refiriéndose a mí. -No le crean.
-Lo lamento, "amor", la situación lo ameritaba. -Dije volviendo a reír.
-¿Y qué onda con ustedes dos, "amores"? -Dijo Alison confundida, imitando mi voz.
-_______ se hizo pasar por la novia de Louis para que él no lo molestara más. -Respondió Anna, calmándose un poco de su risa histérica. 
-Tenía un pedo psicológico. -Dije riendo. "Pedo psicológico" es cuando uno actúa como borracho, pero en verdad no tomó nada. Se podría decir incluso que yo vivo en un pedo psicológico constante… 
-Ajá. ¿Y seguís en la falda de Louis como por qué? -Dijo el celoso de mi mejor amigo. Okey… ¿Por qué sigo a upa de Louis? Pude sentir como el desgraciado sonreía en mi espalda.
-Porque David seguía mirando. -Dije obvia, sin retenerme a verificar si eso era verdad o no. Bueno, al menos mis excusas habían mejorado.

Continuamos entre risas y conversaciones tribales por como diez minutos, hasta que Micki finalmente sacó el tema de la noche, preguntando como nos había ido. Yo siempre me fijo en detalles, y por los que conozco, se que Harry se tensó al instante en el que Micki mencionó el acontecimiento. Nadie lo nota, pero lo conozco más que nadie. A él y a Liam son a las personas que más conozco en mi vida. 

-_______ y Zayn se divirtieron anoche. -Contestó Niall a la pregunta de su hermana. ¡Malnacido de mierda! ¿Nos vio? Ah, no. Lo mato. A todo esto, pude sentir como Louis se tensaba debajo de mí… 
-¿Qué? -Dijo mi hermano algo enojado y celoso a la vez, mirando a Zayn. 
-Niall, ¿Te mostré qué linda la tienda de allá? -Dije parándome del regazo de Louis, y cinchando a Niall de la muñeca, arrastrándolo hacia la tienda, la cual ni me preocupé en fijarme cual era. Era solo un pretexto para poder hablar con él a solas. 

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

-¿Vos tenés comida en la cabeza? -Preguntó la pequeña Payne enojada.
-Noup. Pero eso sería asombroso. -Respondió el rubio, riendo inocentemente. 
-¿Cómo se te ocurre decir en frente a Liam que estuve con Zayn? Niall, ¿Te das cuenta de la gravedad de esto? -Okey, estaba exagerando las cosas, lo admito. Pero lo quería asustar.
-Ni que fuera para tanto… -Logré mi objetivo. Se había asustado. Luego solo me largué a reír.
-No. No lo es. -Dije graciosa, viendo como su semblante se relajaba.

-Mientras tanto con los demás.-

Había un silencio muy incómodo. Liam que miraba deseoso de ahogar a Zayn en la fuente, Los demás que reían disimuladamente, y el moreno bastante asustado, escondiéndose detrás de su hermana. Pero entonces la pequeña Styles decidió romper la tensión.

-Veo que te uniste al grupo. -Dijo la castaña a Zayn, quien miró confundido.
-¿Qué grupo? 
-El grupo de los hombres que no se resisten a _______. -Explicó la ojiverde. -Integrantes: Todos los hombres de la especie humana. Presidente: Harry Styles. -Una risa inundó el silencio incómodo, incluso Liam soltó una pequeña carcajada. Harry solo le limitó a sonreír, y a darle leves golpes en la espalda a Zayn, dándole a entender que comprendía por dónde había pasado.

Luego de terminar de reír, todos fueron hacia donde estaban Niall y _______, quienes luego de reírse, _______ había sido atraída por la música de unos bongoes, y ahora bailaba en la mitad de la plaza, junto con Niall, un hombre disfrazado de Mickey Mouse y otro disfrazado de Winnie The Pooh, quienes probablemente pretendieran ganar dinero de esa manera. Pronto se les unieron Harry, Alison, Anna y Louis. Los demás prefirieron quedarse del lado del público, y solo aplaudir y reír ante las bobadas que hacían sus amigos. 

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

Luego de reír por un buen rato más, decidimos volver a la casa. Como todos habían venido en ómnibus, así tuvimos que regresar. Yo me senté al lado de Anna, y utilicé esa oportunidad para hablar con ella… Tenía la vaga esperanza de que fuera ella la chica con la que Harry había estado la noche anterior. De otra manera no se tensaría así…

-Entonces, ¿Qué tal tu noche? -Preguntó a la castaña, consiente de que el resto no los escuchaban, ya que estaban en la suya.
-Ya me lo preguntaste ayer, nava. -comentó riendo.
-Si, pero me mentiste. Y como anoche no tenía ganas de discutir, la dejé pasar. Pero ahora exijo la verdad. -Noté como su cuerpo se puso rígido, y miró hacia la ventana, notablemente nerviosa.
-No mentí. -Dijo aún sin mirarme. -Además, vos estuviste con Zayn y no nos dijiste nada… 
-Sip. ¿Sabés lo que veo? Veo que me estás cambiando de tema, gorda puta. 
-¿Cómo es que siempre sabés todo? -Susurró volviendo su mirada desesperada hacia mí. Yo sonreí victoriosa.
-No lo se. Solo finjo que lo se para que la gente confiese. 
-Sos una malvada perra arribista. -Dijo admirada y enojada a la vez.
-Entonces, ¿Cómo estuvo? ¿No que Harry besa excelente? -Dije emocionada. ¡Yo sabía que iban a terminar estando! Soy re capa. Me parece que voy a jugar en la lotería en estos días. 
-¡Shh! -Me mandó a callar mirando hacia todos lados. -¿Vos querés que mi hermano se entere y que mate a todos? -Dijo en un susurro. Yo sonreí. -Por cierto, ¿Qué tanto hablaban ustedes dos cuando estaba David? -Dijo con la misma sonrisa traviesa que tenía yo. Solo que, a diferencia de ella, yo sí se disimular.
-Nada, solo nos decíamos qué tan mal nos caíamos, y fingíamos que éramos los mejores novios. Nada del otro mundo. ¿Verdad que se vio real? -Pregunté orgullosa de mi "no actuación" con Louis, además tratando de cambiar el tema. Ella asintió.

Luego de eso seguimos hablando hasta llegar a casa. Todos agarraron sus transportes de la casa de Harry y se fueron a sus casas, menos Micki y Niall, que como desgraciados aún ninguno podía conducir, y tuvieron que tomarse un bondi de regreso a su casa. Liam y yo estábamos al lado, así que no había necesidad. 

El resto del día me la pasé haciendo nada. Solamente mirando tele con Liam, como normalmente hacíamos los domingos. Luego me fui a dormir. A la mañana siguiente entraba más tarde, porque no tenía física. Así que me desperté un poco más tarde de lo habitual y me bañé. Me sequé el pelo levemente con la secadora y me vestí así:



Bajé a desayunar, pero me detuve en la sala, al ver algo fuera de lo normal. Louis estaba sentado en mi sofá. O sea, ¿Qué onda?…

-¿Cómodo? -Pregunté algo indignada. ¿No se supone que tenga clase ahora?
-Bastante. Estaría mejor si te tuviera a vos en bikini dándome de comer en la boca. Eso sería más gratificante. -Dijo sonriendo, sin dejar de mirar la televisión.
-Sos un cerdo asqueroso. -Dije caminando hacia la cocina. Sentí como se levantaba y me seguía. -¿No deberías estar en clase? -Pregunté llegando hasta la mesa que había en la cocina, donde había un plato con tostadas, huevo revuelto, jamón y algo de apio al costado. Todos los adolescentes odian el apio. A mi me gusta. Soy rara. Me senté en frente y comencé a comer.
-Si, pero soy un ser artístico, como vos. Así que me exonero de algunas materias. -Se sentó a mi lado y se limitó a comer una manzana que robó altaneramente del recipiente del centro de la mesa.
-¿No tenías matemática el lunes de mañana? -Pregunté dándole un mordisco a una tostada a la cual ya le había colocado el jamón y el huevo revuelto por en cima.
-Exacto. -Dijo recostándose en el respaldo de la silla, y comenzándose a hamacar en la misma, sobre dos patas. Se llega a caer para atrás y me voy a reír de una manera monumental.
-No exoneramos matemática, estúpido. Solo física, química y dibujo técnico. -Él me miró confundido mientras dejaba de balancearse sobre dos patas de su silla, y luego sonrió.
-Bueno, que pena. -En eso Mary entra a la cocina con una cesta llena de ropa limpia que había descolgado de la cuerda donde se había estado secando desde ayer.
-Mi niña, ¿Cómo está el desayu…? -Se frenó al ver que Louis estaba conmigo. -No sabía que tenías compañía… 

Mary tiene al rededor de cincuenta y cinco años. Es bastante rellena, tiene el cabello negro y siempre recogido en un moño. Sus ojos son color café, y tiene los dientes algo ennegrecidos, gracias a que fumó hasta los treinta. Ella es de Latinoamérica, lo que hace que tenga un acento muy divertido. Yo asocio su nacionalidad al hecho del cariño que me tiene, porque dicen que los latinos toman afecto más rápido que los europeos. Según escuché, es como si nosotros fuéramos más fríos en ese aspecto. En fin, como ya dije antes, Mary es mi verdadera madre. No literal, claro. A lo que me refiero es que ella está siempre que la necesito. Verdaderamente se llama María, pero a mí me costaba decirlo de chica, y le empecé a decir Mary, y le quedó. 

-Más que compañía es una molestia. -Dije terminando mi tostada y tomando un sorbo de jugo de naranja. Louis sonrió abiertamente.
-¡Dios mío! ¿Niño Louis? ¡No puedo creerlo! -Dejó el cesto con la ropa sobre la mesada y corrió a abrazar a Louis, quien claramente le correspondió el abrazo.
-Niño Louis. -Comencé a reír en voz baja. 
-Estás enorme. Sos todo un hombre. -Si sigo escuchando esto me voy a atragantar de la risa. Así que decidí prestarle más importancia a mi comida. Agarré uno de los apios y comencé a comerlo desinteresadamente. -La última vez que te vi aún eras un nene. Creciste demasiado. ¿No creció demasiado? -Me preguntó lo último a mí. 
-Su cabeza lo hizo. -Dije dándole un mordisco a mi apio. 
-¿Aún no se llevan bien, eh? -Afirmó Mary, regañándonos a los dos con la mirada divertida. Nosotros negamos con la cabeza. -Qué pena. Porque definitivamente es tu tipo, ¿No, _______? -Primer error de Mary… 
-¿Qué? ¡No! -Dije negando divertida, tratando de despistar la probable pregunta de Louis.
-¿Su tipo? -Comentó divertido, prestando atención a la conversación. -¿A qué te refieres con "su tipo"?
-Ya sabes. A _______ le gustan los chicos como tu. -¡Mary callate ahora mismo!
-¿Desde cuando me gustan los idiotas? -Pregunté tratando de sonar calmada, acto en el cual claramente fracasé.
-No digo eso. Solo digo que te gustan los chicos como él. Castaños, ojos celestes, linda sonrisa. Estoy segura que lo describiste así a tu chico ideal. -Eso solo logró que la sonrisa de Louis se ensanchara aún más. ¿Es que esta mujer no sabe cuando callarse?
-Eh, no. Dije rubio, de ojos marrones y sin dientes. -La verdad que la descripción de Mary fue correcta. Pero yo no describiría a Louis como mi "chico ideal". Sino más bien como "el chico de mis pesadillas"; literalmente.
-Dejá de fingir y admití que te muevo hasta la sombra. -Dijo Louis. Buenísimo. Ahora Mary le había subido el ego, y no hay quien se lo baje…
-Lo único que vas a mover va a ser tu culo hacia el auto, que llegamos tarde. -Tomé un último sorbo de jugo de naranja y me paré de la silla. Agarré mi bolso y comencé a caminar rumbo al auto. 
-Si querías ver mi culo, solo tenías que pedirlo. -Me limité a no contestar. Solo puse los ojos en blanco y seguí caminando. 

Me subí en su auto, del lado del copiloto, y él se subió del lado del piloto. El viaje fue como cualquier otro viaje con Louis. O sea, él diciendo obscenidades, y yo llamándolo de maneras ofensivas. De lo más normal, para mí. Nos bajamos del auto discutiendo, como siempre, y fuimos hasta donde estaban los chicos. Ya había sonado el timbre, y teníamos que esperar a que volviera a sonar, anunciando el regreso a clase luego del recreo.

-Solo digo que una lesbiana no te daría bola. -Comenté estresada, luego de que viniéramos desde hace quince minutos hablando sobre que las lesbianas eran mejores porque como son lesbianas, entre ellas se tratan con más respeto, y no se dañan las partes del cuerpo.
-¿Y vos que sabés? Podría tener una lesbiana acá -Dijo señalando su entrepierna. -cuando yo quiera. 
-Las lesbianas son lesbianas por una razón, Louis. Porque les gustan las mujeres… Oh. Entiendo. Había olvidado que eras una. -Comencé a reír mientras me sentaba en el piso de la galería, donde los chicos estaban hablando, y que ahora escuchaban nuestra conversación con atención.
-Okey… -Comenzó a decir Micki. -Ustedes tienen las conversaciones más raras que escuché en mi vida. 
-¿Por qué faltaste a matemática, bro? -Preguntó Harry a Louis.
-Creí que exoneraba. Pero no. Lamentablemente. -Dijo lo último para sí mismo, pero todos fueron capaces de escucharlo. 
-Que pedazo de pajero. -Comentó el mismo riendo.

El timbre sonó y tuvimos que entrar a clase. 

El resto del día pasó normal, a no ser por los múltiples acosos de Marcie hacia Louis, nada fuera de lo normal. Mañana tendríamos la primera clase de baile. Y eso me emocionaba demasiado. Al llegar a casa, como de costumbre, no había nadie. Nos quedamos con Liam boludeando por un par de horas hasta que llegó mamá. ¿Qué hace mamá acá? Últimamente está viniendo re seguido a casa… Esto de que sus amigos hayan vuelto la trae más seguido a casa. Aún trato de averiguar si eso es bueno o es malo. 

En fin, nos dijo que iríamos a comer afuera, junto con el resto de los chicos. Por mí, hagan lo que quieran. No se, nos mandó a arreglarnos. Así que me bañé, no me lavé el pelo porque me lo había lavado esta mañana, y me vestí:




Me arreglé y cuando bajé, mi padre y mi hermano ya estaban listo. Cinco minutos después, bajó mamá. En el auto de papá llegamos a lo que parecía un bar. En un letrero brillante en la parte de afuera se leía "Noche de micrófono abierto". Interesante...

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Chicas, el capítulo. Va medio corto, pero bueno. Y por lo de la entrada anterior, que yo dije que estaba feo, es porque me pareció que como no pasaba nada con Louis, no les iba a parecer entretenido. En ningún momento dije que mi novela era fea. Solo que ese capítulo era medio estúpido...  En fin, nada. A mi me gusta mi novela, eso nada más.  

Micki: Me re olvidé de responderte en el capítulo pasado. Jodeme que hiciste un curso de maquillaje??!!! ¿Tenemos telepatía o que? ¿Sabés qué? Debe de ser porque somos parabatai. En los orígenes, más de una vez Jem sentía que Will estaba en peligro. Es eso, boluda. Tenemos telepatía, y sabemos cosas sobre la otra. Jajajaja estamos hablando, Mica :)

Y a todas, nada, que las amo. Las adoro demasiado! Y de verdad espero que les guste este capítulo. Perdón por las partes que están algo desbocadas... Es que Ana me mandó el siguiente video para que me "inspire", y logró esas partes: http://www.youtube.com/watch?v=UZ4uFtd5sCI

Si no quieren quedarse sin ovarios, no lo miren. En fin, beso a todas!

Las adoro!

Juliii :)

lunes, 19 de agosto de 2013

Capítulo doce: "Lolita".





Pero ella ya no se podía concentrar en el beso. Se sentía una tarada, una estúpida. Había caído en los juegos de Tomlinson. Y normalmente son los demás los que caen en sus juegos. No ella. Ahora sí. Louis estaba jugando con fuego. Si antes no le caía bien. Ahora le caía peor todavía. No se iba a dejar pasar por arriba por un estúpido como Louis Tomlinson.

Quince minutos después, el celular de _______ comienza a vibrar, así que se separó de Zayn.

-¿Todo en orden? -Preguntó el moreno, al ver que ella se separaba.
-Si, solo vibra mi celular. -El chico comenzó a preguntarse en dónde la chica guardaba su aparato, teniendo un vestido tan ajustado y no traer bolso, pero sus dudas fueron apaciguadas al ver como _______ sacaba su celular de lo que vendría a ser su bra, en el escote de su vestido. -Las ventajas de tener un celular chico. -Ella rió y abrió la tapa, tratando de no mirar a su lado, donde Louis seguía regurgitándose a Marcie. 

El mensaje decía lo siguiente: "Angie está muy en pedo, y yo sola no puedo con ella. Ayudame. Está tirada en la mesa de pool." El remitente decía que provenía de Micaella. _______ se asustó un poco por la salud de su amiga. Lo último que querían era a Angie con un coma etílico, pero luego pensó que si así fuera, ya estaría llamado desesperada, y se tranquilizó. No obstante, Zayn se preocupó por la mirada de la castaña.

-¿Pasó algo? -Preguntó mientras _______ volvía a guardar su celular en donde estaba antes.
-No, temas de chicas. -Le dio una sonrisa reconfortante. No valía la pena alarmar a Zayn sobre su hermana, si verdaderamente no era tan malo. 
-¿Te tienes que ir? -Preguntó prácticamente haciendo un puchero. _______ le dio una sonrisa, en forma de disculpa, en vez de contestar.
-Lo lamento. -Dijo a modo de respuesta. Y lo rodeó para irse. Pero luego recordó que, aunque estuviera viniendo a las fiestas de Jack por más de cinco años, no recordaba haber visto una mesa de pool ninguna de las veces que había concurrido a su casa. Así que se volteó nuevamente a Zayn. -Por cierto, ¿Por casualidad viste alguna mesa de pool en esta casa?
-Si, creo que vi una en la barbacoa. 

Ella no recordaba mucho sobre la barbacoa. Pocas veces había cruzado el pasillo que llevaba a la pequeña construcción del patio, y nunca había prestado tanta atención a los muebles. Sin decir nada más, volteó nuevamente y se introdujo en el estrecho pasillo que comunicaba la casa con la barbacoa. 

El pasillo estaba repleto de adolescentes besándose, lo que dificultaba más esquivarlos, pero finalmente logró llegar a su destino. Nuevamente la música se escuchaba igual de alto. Probablemente hubieran parlantes enchufados por toda la casa. Chicos bailaban al compás de la música. No iba a ser tan difícil buscar una mesa de pool, ¿O si? O sea, no era algo pequeño como para poder camuflarse.

Echó un rápido vistazo por la parte de abajo de la barbacoa, deseando que la mesa de pool estuviera ahí y no arriba. O tendrían la tarea de bajar con Angie a cuestas por las diminutas escaleras. Unos chicos bailaban arriba de lo que parecía una mesa. Esa debía de ser la mesa de pool. O eso esperaba. 

Avanzó entre la cantidad incontable de chicos bailando, esquivando que chorros de algún tipo de bebida cayeran en su ropa. No hizo un buen trabajo, ya que un chorro, de algo que parecía cerveza, aterrizó justo sobre su hombro derecho. Miró hacia la dirección de donde provenía, para ver a un par de chicos con una pistola de agua, probablemente llena de cerveza. En una situación normal, _______ iría a recriminarles lo sucedido, pero no tenía tiempo para eso. Debía de encontrar a Angie, así que se limpió la cerveza con la mano y siguió avanzando, hasta finalmente llegar a la dichosa mesa de pool. Ahí estaba Micki, hablando con Angie, quien estaba recostada sobre la mesa de pool, solo que ésta no le respondía. Sino que estaba con los ojos cerrados, negando con la cabeza a lo que sea que Micaella estuviera proponiendo.

_______ llegó junto a ella, y se colocó del otro lado de donde las piernas de Angie colgaban al borde de la mesa.

-Angie, ¿Estás bien? -Preguntó la castaña acercándose a su amiga. Ésta se limitó a asentir. -¿Cuánto tomó? -Preguntó esta vez a la rubia.
-No se. La acabo de encontrar. -Procedió a contestar Micaella. -Pero seguro que poco no fue.
-¿No querés salir? -Preguntó _______ a la morena, que ahora se había tapado los ojos con el brazo.
-Estoy bien, chiquilinas. -Afirmó la pequeña Malik. Ésta se levantó y bajó de la mesa, poniéndose a en medio de las dos, e instantáneamente se llevó la mano a la boca, y otra al estómago.
-¿Tenés ganas de vomitar? -Le preguntó Micki, a lo que ésta negó, y como si se estuviera tragando el vómito, sacó la mano y la apoyó en el hombro de _______ para mantenerse en equilibrio.
-Vamos afuera, Angie. -Sentenció _______ agarrándola de la cintura. Micaella la imitó, y juntas la guiaron por entre la gente, por el pasillo diminuto, atravesaron la casa, y lograron salir por la puerta principal, justo para el momento en el que Angie comenzó a vomitar en el patio delantero de la casa de Jack. 

Jack siempre contrataba a un hombre en la entrada, para que se encargara de que no hubieran problemas, y al ver el estado de Angie, un chico probablemente muy borracho, comenzó a gritar.

-¿¡A ella si la dejás entrar y a mí no!? ¡Ella está diez veces peor! -El hombre se mantuvo implacable, imponiendo respeto frente a la entrada. 

_______, como si fuera por inercia, le sujetó el cabello mientras la chica seguía vomitando en el patio.

-Supongo que no nos vas a dejar entrar. ¿No? -Preguntó Micki al gran hombre que hacía de guarda espaldas esa noche. Éste solo negó lentamente, y volvió a tratar de echar al chico de intentar colarse en un estado de ebriedad bastante grave. -¿Ahora a donde vamos? -Le preguntó a la castaña, mientras Angie seguía vomitando.
-Hay una estación de servicio a al final de la cuadra. -Sin decir más, Micki agarró a Angie de la cintura como antes, y la guiaron hasta la estación de servicio, la cual obviamente estaba desierta. Digo, ¿Quién estaría en una estación de servicio a las tres y media de la madrugada? 

Sentaron a Angie en un banco que había en la estación de servicio, y la morena nuevamente comenzó a vomitar. Esta vez Micaella fue la encargada de sostenerle el pelo, para que no se manchara. Angie no sabía ya de donde salía tanto contenido, si ni siquiera había comido de noche. Aunque claro esa fue la causante de su malestar. Tomar alcohol con el estómago vacío puede ser muy malo. Pero ella seguía largando líquidos varios, y todo le daba vueltas.

-Hay que conseguir llevarla al baño. -Dijo Micki, mirando a _______. Ésta se paró inmediatamente.
-Yo voy.

Iba a ser un arduo trabajo. No se les permite a los empleados dar las llaves del baño a gente borracha, porque ensuciarían el baño, pero _______ lo iba a conseguir. Ella siempre consigue lo que quiere.

Caminó a paso decidido hacia unos chicos, de mas o menos veinticinco años, los dos con el mismo uniforme ya bastante sucio, quienes hablaban animadamente entre sí. Por lo que pudo escuchar ________, de un partido de fútbol, o de unas carreras de auto. No le quedó muy claro. Al llegar donde ellos, se voltearon a mirarla. Claro, era una chica hermosa de dieciocho años con un vestido normalmente usado como remera. No hace falta aclarar que los dos se la quedaron mirando embobados. 

-Disculpen. Mi amiga se siente muy mal. ¿Será que pueden darme la llave del baño? -Preguntó con la mejor voz suplicante que le pudo salir en ese estado. 
-Lo lamentamos, pero no podemos darte la llave. -Dijo uno de ellos, el que tenía el cabello negro y todo grasiento. 
-Si, conozco las reglas. Pero el tema es que… De verdad se siente mal. ¿No podrían hacer una excepción? -Preguntó, más bien coqueteándoles. Ambos se miraron entre sí, algo nerviosos. -Además, -Agregó al ver que no podían tomar una decisión. -si no me la dan, va a vomitar en su estación de servicio. Y no creo que quieran andar limpiando vómito. ¿O si? -Jugó un poco con su largo cabello, mandándolo para atrás, dejando su escote al descubierto. <<No puedo creer que me esté carpeando a los de la estación de servicio por vos, Angie. Me vas a deber demasiado después de esta…>> Pensó _______.

El chico del cabello negro sacó una llave del bolsillo y se la entregó. Al tenerla en las manos, _______ pudo ver que de la llave oxidada, colgaba una cuerda gruesa y sucia, enganchada a un pedazo de madera que tenía tallado "BAÑO" en ella. La castaña les agradeció y fue donde Micki, que al ver que _______ ya había conseguido la llave, había logrado parar a la morena, y ya iban camino al insalubre baño de la estación de servicio. 

Al llegar, la pequeña Payne abrió con algo de dificultad la cerradura, e ingresaron. Era pequeño. Un baño de dos por dos, literalmente. Tenía un retrete, y un lavamanos. Como era de esperarse, no tenía ni papel higiénico, ni jabón. Pero al menos no tenía agua en el piso, como otros. Angie instantáneamente se desplomó en el piso, junto al retrete, y comenzó a vomitar nuevamente, mientras Micaella le sujetaba el cabello y le acariciaba la espalda con cara de asco. 

-Tiene que tomar agua. -Sentenció _______.
-Yo no tengo dinero. ¿Vos tenés? -Preguntó Micki mirándola desde el piso, junto a Angie. _______ negó lentamente.
-Otra vez a carpearme un empleado de la estación de servicio. -Dijo más para sí misma, que para otra cosa. Micki emitió una pequeña risa.
-Antes avisá a los chicos. 

_______ asintió y sacó su celular de su escote. Vio que tenía un mensaje de Zayn. "¿Todo bien?". La castaña aprovechó para responderle en el mensaje los detalles de la situación. Así que escribió: "No. Bueno, más o menos. Tu hermana tiene un pedo cósmico. Nos echaron de la fiesta. Estamos en la estación de servicio de la esquina, en el baño. Avisá a los demás y vengan." Envió el mensaje y salió del insalubre baño hacia la pequeña tienda que tenía la estación de servicio.

Zayn al recibir el mensaje se alarmó. Estaba en la barra improvisada de Jack, y corrió en busca de Louis, que era el que tenía más cerca. Aún seguía enganchado con Marcie.

-¡Louis! -Gritó el moreno, logrando que éste se separara de la castaña. -¡Nos tenemos que ir! 

Louis no protestó. Se alejó de Marcie y comenzó a caminar a la par de Zayn. Lo que le pareció algo raro al mayor de los Malik, pero no dijo nada. Iba a ser difícil encontrar a todos entre la multitud, así que le mandaron un mensaje a los demás para encontrarse en la puerta. Y agregaron el hecho de que era una emergencia, a ver si de esa manera se apuraban un poco más.

Salieron, y a los tres minutos, ya estaban todos reunidos en la entrada. Zayn comenzó a caminar, seguido por el resto, hacia la estación de servicio.
-¡Esperen! ¡Faltan _______, Micaella y Angie! -Gritó Niall, tratando de seguirle el paso a Zayn.
-Zayn, ¿Le pasó algo a mi hermana? -Preguntó preocupado Liam, llegando hasta donde el moreno avanzaba poco más que corriendo. Éste negó.
-A la pajera de la mía. -Todos siguieron caminando, tratando de seguirle el paso al chico, hasta llegar a la estación de servicio. 

Mientras tanto, _______ se dirigía a paso tambaleante hacia la entrada al local. Si no fuera suficiente que ella ya de por sí estuviera bastante borracha, agréguenle que tenía unos tacos de plataforma bastante altos. Pasó por al lado de los dos chicos, quienes seguían hablando, por más que se hayan volteado a mirarla, y entró al local. 

Caminó titubeante directo a las heladeras, de donde sacó una botella de agua y caminó hacia el mostrador. Para su mala suerte, el empleado que estaba detrás del mostrador era un hombre ya de edad avanzada. Era calvo, a excepción de algo de cabello en la nuca y al rededor de las orejas, gordo, y parecía bastante amargado. Tal vez fuera de esos que le gustan las chicas jóvenes, pero _______ dudaba, debido a su semblante de "no me banco a los adolescentes".

Apretó las teclas de la caja registradora con desagrade y desinterés.

-Dos libras con cincuenta. -Dijo extendiendo la mano para que la chica depositara el dinero en ella.
-Bien, verá. Lo que sucede es que… Mi amiga está mal. -Comenzó a divagar _______, coqueteando con el viejo. Pero éste la interrumpió.
-Me importa un reverendo huevo tu amiga. Hacela corta, piba. El dinero. -Exigió. Si que era amargado. Se ve que estaba peleado con el mundo.
-Es que ese es el tema. No tengo dinero. -Dijo avergonzada, intentando por segunda vez captar los intereses del viejo con sus encantos, logrando nada como resultado.
-No hay dinero, no hay agua. -Respondió quitando la botella de plástico de su alcance. 
-¡Por favor! De verdad la necesito.
-No, piba. No te voy a regalar un agua.

Entre tanto, los chicos habían llegado al baño. Zayn se tiró junto a su hermana, del lado que no estaba Micki ayudándola.

-Bo, pedazo de pelotuda. ¿Cuánto tomaste? -Le preguntó a su hermana, mientras le acariciaba la espalda. Ésta negó con la cabeza mientras seguía vomitando.
-No es eso. -Aclaró Micaella, al ver que su amiga no podía completar la oración. -Es que la nava no comió nada. ¿No sabe que no puede tomar con el estómago vacío? 
-¿Y mi hermana? -Preguntó Liam, al ver que su hermana no estaba.
-Yo que se. Carpeándose al cajero, supongo. -Respondió la hermana de Niall, y ante el ceño confundido de Liam, agregó: -No teníamos dinero para comprar un agua para Angie, así que probablemente esté tratando de conseguirla sin pagar… 
-Yo voy. -Sentenció Louis, antes de salir corriendo del baño hacia la tienda de la estación de servicio.

Cuando _______ vio a Louis cruzar la puerta de vidrio de la tienda, se sintió aliviada y enojada a la vez. Aliviada porque tal vez él tuviera dinero, y enojada porque no tenía ganas de verlo. Al ver que el cajero no hacía más que insultar a la castaña, él se acercó hasta donde estaban.

-¿Qué pasa acá? -Preguntó el ojiazul mirando tanto a _______ como al cajero. 
-No me quiere pagar. -Respondió molesto el viejo.
-¡Es que no tengo dinero! -Repitió por enésima vez la pequeña Payne. Louis sacó de su bolsillo trasero del jean su billetera.
-¿Cuánto es? -Preguntó al cajero.
-Dos libras con cincuenta. -Respondió más tranquilo.
-¿Es joda? -Preguntó el castaño. Normalmente un agua te sale noventa y nueve centavos, o sea una libra. -Esto es un afane. -Afirmó indignado.
-¿Querés el agua o no, amigo? -Preguntó volviéndose de mal humor nuevamente el cajero. Louis resopló y tiró sobre el mostrador tres libras. Esperó a que le diera el cambio, agarró el agua, y salió furioso del lugar, seguido de _______.

Caminaron sin decir palabra alguna hasta el baño. Al llegar, Louis se quedó en la puerta como el resto, y _______ entró al baño, donde ahora que estaba Zayn, ya no había espacio para mucha gente más. 

La hermana de Liam se acercó a Angie y le dio la botella. Ésta se recostó sobre la pared y comenzó a tomar, como si de eso dependiera su vida. Zayn se sentó a su lado y le acariciaba el cabello.

-Hazz, llamá a Luke. -Le pidió _______ mientras se paraba y salía del baño.
-Me va a mandar a la mierda. Ya lo hice irnos a buscar la última vez… -Dijo sacando su celular con cierta inseguridad. 
-Bueno, pero es una emergencia. Además Luke es incapaz de matar a nadie. -Él discó las teclas y se llevó el celular al oído. Luego se alejó del resto para poder hablar bien. 

Liam abrazó a su hermanita por la cintura, y ésta terminó el abrazo, pegándose a él mientras se sacaba los zapatos y cerraba un poco los ojos. Ella se sentía ya de por si bastante mareada. Aspiró con profundidad el perfume que su hermano traía. Pero algo le resultó extraño. No solo traía su perfume habitual, sino que también el de una mujer. Y no cualquier mujer. _______ reconoció el perfume al instante. Como para no hacerlo. Conocía ese perfume tanto como conocía a la persona que solía usarlo. Alison. Sonrió, aún acurrucada en el pecho de su hermano.

-¿Qué pasa? ¿Por qué sonreís? -Preguntó este, sonriendo también.
-No se. Decime vos… -Se separó de él un poco. -Por cierto, lindo perfume. -Dicho esto, se separó por completo de él, quien la miró confundido y asombrado al mismo tiempo. 
-Luke está viniendo. -Dijo Harry, llegando donde estaban los demás mientras guardaba su celular en el bolsillo delantero de su jean.
-Mejor vamos contra la vereda a esperarlo. -Dijo Niall, comenzando a caminar. _______, al igual que el resto de chicos, incluidos Zayn, Micki y Angie, comenzaron a caminar, solo que a ella la frenó algo. O mejor dicho, alguien. Al girar notó que era su hermano.
-¿No le vas a decir, no? -Preguntó inseguro, mientras la castaña lo miraba divertido.
-¿A quién? -Preguntó fingiendo desconcierto, aunque sabía de quien se trataba.
-A Harry. -Respondió obvio.
-¿Decirle qué? -Volvió a preguntar de la misma manera. Liam se comenzó a enojar, porque sabe a qué juegos juega su hermana.
-Que estuve con Alison… -Respondió obvio el castaño.
-Me encanta escuchar que lo digas. -Dijo su hermana, dando media vuelta y caminando hacia donde todos los demás ya estaban sentados sobre el cordón de la vereda.
-¡_______! -Gritó Liam, siguiéndola. -Prometémelo.
-Li, como si no me conocieras. No se lo voy a decir a menos que tenga que sobornarte con algo, o vengarme por alguna cosa… -Dijo obvia su hermana, abrazándolo por la cintura. El chico la golpeó levemente en la cabeza de broma.

Llegaron hasta donde los demás, y entre todos comenzaron a hablar. Pero _______ se mantenía abstraída de la situación. Seguía sintiéndose estúpida por haber caído en el juego de Louis. <<¿Cómo fui tan tonta?>> Se repetía una y otra vez la castaña en sus adentros. La agarró en un momento débil, es obvio. Eso quería creer. La agarró con la guardia baja. Pero eso no iba a volver a pasar. 

Pero claro que Louis no había elegido a Marcie porque sí. Y tampoco hubiera elegido ese preciso lugar para besarse con ella, de no ser que vio a _______ besarse con Zayn en ese mismo lugar. Pero no se dio cuenta que eso estuvo mal. Haber estado con Marcie no solo le va a traer problemas con _______, sino que también el mundo se le va a venir en cima. Esa chiquilina es muy obstinada, y no para hasta que tiene lo que quiere. Y ahora que Louis le dio un indicio de que tal vez le gustara, no va a parar hasta que sea su novio. Literalmente. No va a parar.

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

A los diez minutos llegó la camioneta de Luke, derrapando en el asfalto levemente mojado por un rocío que andá a saber cuando calló. Él se bajó de inmediato y fue hacia donde nosotros. 

Luke se veía bastante joven, para tener cuarenta años. Bueno, la madre de Ali y Harry tiene treinta y nueve. Los tuvo bastante joven. Como mi madre a nosotros. Pero al ver a Luke, yo le daba alrededor de treinta y cinco. Era rubio ceniza, o sea rubio oscuro. Tenía una barba algo dejada, pero siempre controlada y pulcra. Era alto, y tenía el cuerpo de alguien de veinticinco. Siempre llevaba remeras lisas, jeans y converse. Incluso vestía como alguien de veinticinco. Claro que algunas marcas de la edad lo delataban. Como las arrugas al lado de los ojos, en la frente, algunas marcas de expresión, y alguna que otra cana blanca. Aunque aún así se conservaba bastante bien. Tiene una librería, lo que me hace amarlo más de lo que estoy obligada. A cada tanto me trae algún libro que llega nuevo a la tienda. El último que me trajo fue "The Great Gatsby"; que ahora gracias a Harry, en la primera hoja dice "The Great Penis". Pero me ha traído otros como "To Kill A Mockingbird", "El Principito", y "Orgullo y prejuicio". Sabe que me encanta leer, y siempre me aparta una copia de los libros que piensa me van a gustar. 

Luke es el mejor amigo de la escuela de mi madre. Por lo tanto, es mi padrino. El padrino de Liam era un amigo de papá que se las tomó para Los Ángeles cuando teníamos como trece. No lo vemos desde entonces. Pero en fin, cuando Anne se divorció, Luke ya llevaba dos años de divorciado, y a mi madre se le ocurrió la brillante idea de juntarlos. Y desde entonces están juntos. 

-¿Todo en orden? -Preguntó. Ninguno de nosotros respondió. Solo nos limitamos a asentir para luego pararnos.

Luke fue hasta la parte de atrás de su cuatro por cuatro, y abrió la caja, para que pudiéramos subir todo atrás. Juro que este hombre piensa en todo. Hasta había traído mantas para cubrirnos. Claro, en Londres suele hacer frío, y ir a la intemperie en un auto en movimiento podía ser perjudicial, por más que fuera verano. Aunque el verano ya se estaba acabando… 

En fin, todos menos Harry nos subimos a la caja de la camioneta, y nos cubrimos de a dos con las mantas. Yo me cubrí con Anna, y íbamos apoyadas contra el vidrio de la camioneta que daba al conductor. Harry se subió de copiloto. 

Luke comenzó a conducir, mientras nosotros mirábamos como la casa de Luke aún escupía adolescentes y la música retumbaba en el aire.

-¿Cómo estuvo tu noche? -Le pregunté a Anna. Después de todo, la había perdido de vista luego de entrar…
-Nah, normal. Nada fuera de lo normal. Hice varias amigas, ya que me dejaste abandonada. -Reímos levemente. -¿Vos?
-Mismo. Me hice varias amigas también. Pero nada fuera de lo normal. -Mentí. Pero tampoco quiero que ellos se enteren de que estuve con Zayn… 

Después de eso dejamos de hablar. Ella apoyó su cabeza en mi hombro, y yo me quedé mirando Londres mientras la camioneta avanzaba. Justo estábamos pasando uno de los puentes que cruzan el Támesis, y el auto dejaba atrás una hermosa vista del Big Ben todo iluminado, en el cual claramente se podía leer que eran las cuatro de la mañana, además que se escuchó el típico "bong" cuatro veces. A la izquierda se veía una hermosa vista del Támesis, y a lo lejos otro puente más. Habían varios que cruzaban el río, con pocas cuadras de diferencia. Y si miraba a la derecha se podía ver el London Eye, con las luces de las cabinas prendidas, moviéndose tan lentamente que era casi invisible su movimiento para el ojo humano. Siempre me sorprendió que estuviera abierto las veinticuatro horas del día. 

Dejamos el Big Ben atrás, y continuamos derecho. Cuando Luke paró en un semáforo, se giró para hablarme.

-_______. -Llamó mi atención. Yo volteé a verlo por el pequeño vidrio abierto. -Tengo algo para vos. -Me dijo alegre. Por las calles no pasaba un alma. Todo estaba extremadamente tranquilo. Sacó de la guantera una bolsa, y me la entregó por la pequeña ventana. La mayoría ya estaba durmiendo, incluyendo Anna, quien descansaba en mi hombro. Agarré la bolsa con confianza. -Estoy segura que este te va a encantar. -Abrí la bolsa y saqué el libro que había dentro. -Te lo iba a dar mañana, pero ya que te veo ahora… -Dejó incompleta la frase, porque la idea principal ya la había dado. 
-¿"Lolita"? -Pregunté mirando la tapa del libro. Era un nombre bastante raro. El semáforo se puso verde y Luke puso en marcha su camioneta, sin embargo no dejó de hablarme.
-Si. ¿Nunca escuchaste a quienes se le dice "Lolita"? -Preguntó. Si lo sabía. Sabía a quienes se refería la gente. Había escuchado a mi abuela decirlo un par de veces cuando iba a visitarla de chica.
-Si. Se le dice así a las putas, ¿No?
-En otras palabras, si. El término "Lolita" es utilizado para referirse a las jóvenes que son extremadamente seductoras, sobre todo si son menores de edad. -Respondió mirando a la carretera. Con el sonido del viento, casi ni podía escucharlo.
-¿O sea que me estás dando un libro sobre una puta menor de edad? -Pregunté graciosa, volteando el libro para leer el prólogo.
-Si. Pero te va a gustar. Haceme caso.
-Nunca dije que no. Ahora que sé que es sobre una puta menor de edad, más quiero leerlo. -Comenté graciosa. Escuché su risa, y dejamos de hablar.

Luego de un par de minutos llegamos a la casa de Harry y Ali. Entre Niall, Louis y yo nos encargamos de despertar al resto, ya que éramos los únicos despiertos. Incluso Harry se había dormido. Bajamos todos de la camioneta, y entramos a la casa. Las chicas fuimos directo al cuarto de Ali, y los chicos directo al cuarto de Harry. Todas cayeron instantáneamente dormidas casi al segundo de acomodar un par de colchones. Yo dormía en la cama doble con Ali. Bueno, no "dormía" literal… De hecho, no podía conciliar el sueño. 

El libro que Luke me había entregado me tuvo bastante entretenida por un rato. ¿Habrá habido una razón en especial por la cual me dio ese libro en específico? ¿Querrá decir que yo soy algo así como una "lolita"? Si, bueno. No lo niego. Soy una joven extremadamente seductora. ¿Está bien que sea así? O sea, es mi personalidad. Así soy… Pero, ¿Y si mis amigos me ven como una puta? En ese caso no creo que les importe, después de todo son mis amigos, y me van a aceptar tal y como soy. Sin embargo no podía dejar de darle vueltas al problema.

Y cuando traté de cambiar mis pensamientos de rumbo, terminé pensando en Louis y Marcie. O sea, obviamente voy a estar enojada con él. Pudo haber estado con cualquiera y no me importaría. Ahora, que esté con Marcie… Eso ya es traición. Por más desprecio que nos tengamos, él no tuvo que haber hecho eso… Pero también, es su vida, y puede hacer lo que se le plazca la gana. ¿A mí me me importa lo que haga o deje e hacer Louis? Dios, ya estoy bastante mal. 

El clima había enfriado notoriamente. Nada que ver al sábado de tarde. Esto del "clima bipolar de Londres" me está aburriendo un poco. El tiempo pasaba, y yo veía como amanecía por la ventana del cuarto de Alison. Ya eran seis y media de la mañana, y por más que yo tratara, mi mente estaba empeñada en mantenerme despierta. 

Estaba harta de estar en la cama con Ali. Ya estaba toda sudada gracias al enorme acolchado. Por más que hiciera frío, ese acolchado hacía que me hierva la sangre. Así que me levanté, agarré algo de ropa mía del ropero de Ali, y entré al baño. 

Ya cuando estaba terminando, siento que la puerta del baño se abre, y luego se vuelve a cerrar. Alguna de las chicas, supongo. Se habrán dado cuenta de que yo no estaba, y que me estaba bañando, y quiso venir a averiguar que onda. Pregunté varias veces quien estaba ahí, pero no obtenía respuesta alguna. Aparté la cortina de baño para ver como justo él, estaba recostado contra la puerta ya cerrada del baño, con los brazos cruzados, y la mirada intensa. ¿Qué mierda hacía Louis en el baño?

-¿Se puede saber qué carajo estás haciendo? -No obtuve respuesta. Solo se quedó inmóvil en su lugar. -Va la segunda vez que te metés al baño cuando me estoy bañando. ¿Cuál es tu escusa ahora? 

Nuevamente no salieron palabras de su boca, aunque ésta si se curvó en una sonrisa. Ahora pude ver algo en sus ojos que antes no estaba ahí. Veía lujuria y deseo. Él estaba inmóvil, pero podía percibir que por dentro estaba desenfrenado. Me puse nerviosa, tengo que admitirlo. Fue entonces, cuando quise despegar mis ojos de los suyos, que noté que verdaderamente no estaba vestido con más que un par de bóxers. ¿Estaba así desde un principio? Ya ni me acuerdo. En ese momento agradecí no haberme sacado la ropa interior al entrar a la ducha. La verdad fue algo así como una incoherencia, pero agradezco a mi inconsciente por darme paja sacármela. Justo cuando iba a exigirle que se fuera, su espalda lentamente se despegó de la puerta de madera pintada de blanco, quedando completamente erguido, aún con los brazos cruzados. Volví mi mirada nuevamente a sus ojos. Estaban oscuros, intensos. 

Lentamente se fue acercando a la ducha. ¿Qué planeaba hacer? O mejor dicho, ¿Por qué no lo estaba deteniendo? Aceleró su paso, y en un movimiento que podría presumir fue casi fugáz, se metió a la ducha conmigo, acorralándome contra la pared, todo al mismo tiempo. Comencé a respirar con dificultad. Lo único que oía era el agua caer y chocar contra nuestros cuerpos, y mi respiración agitada. 

Esto no se parece en nada a la experiencia de ayer. La otra vez tenía una mirada más tierna, e indecisa. Ahora estaba como descontrolado. Ansioso y lúgubre. Mi mirada pasó de sus ojos, a sus labios, los cuales al instante se curvaron en una amplia sonrisa. Mi cuerpo me pedía a gritos que me besara. Es como si fuera mi diosa interna, quien tenía completo control sobre mi cuerpo y pensamientos en este momento. No esperó más, y acortó la poca distancia que había entre nosotros, colocando sus labios sobre los míos. 

Me estaba besando. Louis Tomlinson me estaba besando. Increíblemente le seguí el beso. Besaba excelentemente. Mejor que cualquier otra persona que hubiese besado jamás, incluyendo a Harry. Atacaba mi boca con tal fiereza que me costaba seguirle el ritmo. Enganché mis manos en su cabello mojado, intensificando el beso, mientras sus manos inquietas recorrían mi cuerpo entero, sin siquiera detenerse. 

De repente todo fue luz. 

Abrí los ojos lentamente gracias a la luz que se filtraba por la ventana del cuarto de Alison. ¿Había sido todo un sueño? ¿Cuándo me quedé dormida? Lo último que recuerdo es estar rodando en esta misma cama, quemándome la cabeza con el libro de Luke. ¿El beso realmente no había pasado? Un suspiro involuntario salió de mi interior. Miré el reloj de la mesa de luz de Alison, que marcaba las siete y media de la mañana. Me senté en la cama. Todas seguían dormidas. No saben el alivio que me causó saber que eso realmente no pasó. Aunque, sentía algo raro en mi interior. Como un vacío. ¿Decepción por que verdaderamente haya sido un sueño? No. Saqué esa idea rápidamente de mi mente y me paré a cerrar la cortina para que no les molestara a las demás. 

Esta vez si me bañé, solo que me aseguré de cerrar con seguro esta vez, por si las dudas. Lo se, estaba paranoica. Pero prefiero prevenir las cosas. Me di una ducha normal, sin lavarme el pelo. Fue una ducha fugaz. Quería estar lo menos posible en el baño. Ya estaba actuando como una perseguida. Dios, Louis no va a entrar por esa puerta. Fue un estúpido sueño, nada más. 

Como sea, me vestí:



Y no me iba a quedar esperando a que alguien se dignara a despertarse, porque conociéndolos, de seguro no se despertaban hasta las tres de la tarde. Así que tomé mi bolso, y en él metí el libro que Luke me regaló y bajé en silencio las escaleras, para luego salir por la puerta principal, sin hacer ruido alguno.

Llegué a la parada del ómnibus en menos de un minuto, y me dispuse a esperar alguno cualquiera. El primero que aparezca me lo tomo. Necesito salir de esa casa, despejarme de todo lo que inundara mi mente, y simplemente perderme en Londres, como tantas veces había hecho ya. 

A los cinco minutos, aproximadamente, llegó el número tres, hacia Oxford Circus. No era necesariamente mi idea de "perderme en Londres", pero no estaba dispuesta a seguir esperando. Tal vez podría encontrar algún lugar tranquilo para leer el Trafalgar Square, arriba de uno de los leones, tal vez. 

Como era de esperarse, el ómnibus estaba totalmente vacío. No es que a la gente se le ocurriera tomarse un bondi un domingo a las ocho de la mañana… Pero bueno, nada. Pasé la tarjeta por el sensor, y comencé a subir las escaleras, en lo que el ómnibus retomaba su rumbo. No había avanzado ni tres segundos que volvió a frenar, logrando que por un minuto perdiera el equilibrio a la mitad de la escalera, pero por suerte pude estabilizarme agarrándome de la baranda. Terminé de subir las escaleras y fui directo al asiento de adelante del todo, el cual obviamente estaba vacío. Saqué el libro que me había regalado Luke y comencé a leer el prólogo. 

El ómnibus volvió a acelerar una vez que el pasajero hubiera subido, esta vez sin escrúpulos. De repente una voz me sacó de mi libro. No solo una voz, una voz extremadamente familiar. ¿Esto era un sueño, o era la realidad?

-¿Qué hacés vos acá? -Me preguntó él, extremadamente confundido. Yo aparté la vista del libro y lo miré de la misma manera. ¿Me estaba siguiendo o qué?
-Lo mismo te pregunto a vos. -Dije igual de confundida. -¿Me estabas siguiendo?
-Mirá. -Dijo suspirando mientras se sentaba a mi lado. -Yo se que a veces jodo contigo y eso, pero no estoy tan demente como para seguirte. 
-Pero aún así somos los únicos dos adolescentes despiertos a las ocho de la mañana en un ómnibus. 
-Se ve que sí. -Dijo acomodándose. -¿Qué leías? -Preguntó refiriéndose al libro. ¿De verdad planeaba tener una conversación conmigo? Raro… Agarró el libro de entre mis manos y leyó el título. -¿"Lolita"? -Preguntó mirando divertido.
-Si. Se supone que es sobre un profesor europeo, que se manda para Estados Unidos, y alquila una habitación en la casa de una viuda, con una hija de doce años, que se llama Dolores. Entonces de cariño le empieza a decir "Lo" o "Lolita". Después el pedófilo se enamora de ella, pero se casa con la madre. La madre se entera, y luego no se como, muere, y él queda a cargo de la nena. Y nada, según entendí por el libro y por lo que me dijo Luke, la nena es tremenda puta. Y desde entonces les dicen "Lolita" a las jóvenes extremadamente seductoras. -Reutilicé las palabras exactas de Luke. Ya ni se por qué le estaba explicando esto. A lo lejos, por la ventana, estábamos cruzando nuevamente el puente que habíamos cruzado a la mañana, solo que de día se veía todo más claro. 
-Me hace acordar un poco a vos. -Me dijo devolviéndome el libro. ¿De verdad piensa así de mí? ¿Si el piensa que soy puta, los demás pensarán lo mismo? Me quedé mirando el libro unos segundos antes de volver la mirada hacia él, y descubrir que me estaba mirando.
-¿De verdad? -Pregunté confusa y nerviosa a la vez.
-¿Por? -Preguntó cambiando la vista de mí, al paisaje.
-No, nada. -Respondí, tratando de evadir el tema. Después de todo, Louis hace todo para molestarme. Y después de lo que soñé, no quiero intercambiar muchas palabras con él. Aunque no estaba segura del por qué. Después de todo, fue todo un sueño.
-Linda noche la de anoche… -Dijo mirándome con un deje de diversión en su mirada. Ah, no. ¿Ahora me refregaba que había estado con Marcie? ¿Qué tanto daño le haría si lo tiro contra el vidrio, y termina en la calle, arrollado por el ómnibus?
-Sip. -Dije asintiendo, mirando hacia el otro lado. sino iba a golpearlo seriamente con mi bolso como una anciana enojada.
-Por vos lo decía, igual. -¿Por mí? ¡Careta!
-Ah, porque vos te aburriste pila, ¿No? -Pregunté algo enfadada.
-¿Celosa? -A esto quería llegar el nene… Matate, Louis. Matate. Solté una risa que pareció más un bufido y volví mi vista a la ventada de mi izquierda. -Por cierto, ¿Qué hacés levantada?
-No te importa. -Respondí aún sin mirarlo.
-Qué ánimos… -Dijo más para sí mismo que para otra cosa, pero con el fin de que yo lo escuchara. Y si, con el bagre que se comió anoche… Como para no ponerme de mal humor. No le respondí, solo seguí mirando por la ventana. -¿A dónde ibas? -Preguntó luego de un par de minutos de silencio. ¿Planea seguir hablándome?… Lo miré con tremenda cara de orto, dejándolo deducir la respuesta. -Ya se. No me importa. -Suspiró y volvió a hablar. -Intento hacer una conversación normal contigo, y ni eso se puede.
-No estoy de humor para hablar. ¿Si? -Dije molesta, mientras en los altavoces se escuchaba "Siguiente parada: Picadilly Circus".
-Nunca estas de humor para hablar. -Dijo en un bufido. Ta, si me lo tengo que bancar a él rompiéndome las bolas, me bajo acá. Me paré y pasé por frente a él.
-Con vos, la verdad es que no. -Dije aproximándome a las escaleras. Sentí como se paraba y me seguía. No iba a discutir. Que haga lo que quiera con su vida, me da igual.

Me bajé del ómnibus, consiente de que él me seguía, y solo comencé a caminar alrededor de la plaza.

-¿Vas a seguir caminando sin rumbo por la plaza? -Me preguntó detrás de mí.
-Hasta que te canses y me dejes sola, si. -Respondí monótona, sin voltearme a verlo.
-Qué pena, porque no te voy a dejar. -Finalmente me volteé para mirarlo enfadada.
-¿Qué querés de mí, Louis? Me molestás todo el tiempo, me rompés las bolas, no me dejás en paz. Decime, ¿Que querés? -El al parecer se sorprendió ante mi confesión. Vaciló un poco antes de responder.
-Solo quería hacerte compañía. -Respondió algo arrepentido.
-Si, pero me irrita tu compañía. -Respondí yo, encarándolo.
-Te irrita que haya estado con Marcie. -Es increíble. De repente parece arrepentido, pero no. Sigue siendo Louis. -Era una broma. -Se apresuró a decir ante mi mirada fusiladora. -Vamos. Te invito un café. -Directamente omitió la parte en la que yo aceptaba o denegaba su proposición, y me arrastró hasta un Starbucks que había bajo un edificio viejo.

Cuando entramos, claramente estaba desierto. Había una chica de unos veinte años detrás del mostrador. Parecía muy interesada jugando con su celular como para darse cuenta de que habíamos entrado. No fue hasta que Louis carraspeó que notó nuestra presencia. Se acercó a tomar nuestro pedido.

-¿Qué van a ordenar? -Preguntó fingiendo una sonrisa.

Ahora que la miraba mejor, era rubia, de ojos marrones. No llevaba maquillaje alguno, y podía ver algunas marcas de cansancio, como las ojeras bajo los ojos. Llevaba el típico uniforme de Starbucks. Un jean azul oscuro, una polo color café, y un delantal verde en cima. Llevaba el cabello recogido en una cola alta, y como no era muy corto, no le llegaba más abajo de la nuca. También tenía un gorro con vicera verde, a conjunto con el delantal.

-Yo quiero un Mocha Frappuccino. -Dijo Louis a la chica, quien luego pasó su mirada hacia mí.
-Y yo quiero un Chocolate Cookie Crumble Frappuccino. -Le dije felizmente. Nos pasó dos tarjetas.
-Anoten sus nombres ahí. -Y luego se fue a preparar los cafés. El café me ponía de buen humor. 
-Anotá un nombre que no sea el tuyo. -Me susurró Louis. 

Amo cambiar mi nombre en un Starbucks. Pero desafortunadamente no se me ocurría otro que no sea mi segundo nombre. La chica ya estaba viniendo a recoger los papelitos, así que me apresuré a escribirlo. Le di el papelito, y Louis le dio el de él. Los anotó en los vasos y esperó a que el café se hiciera. Luego nos los entregó. Louis sacó la billetera, pero antes de sacar dinero de ésta, me miró.

-Ni siquiera amagues a pagar. -Dijo sarcásticamente.
-Vos me invitaste. ¿Te acordás? Además yo nunca pago nada. -Sonreí victoriosa mientras él negaba y le pagaba a la chica.  

Ésta nos entregó los cafés, y salimos por la puerta del local, para encontrarnos nuevamente en la plaza. Ya se había poblado un poco más de gente, sobre todo gente de mediana y avanzada edad, que no habían salido a bailar ayer.

Caminamos hasta la fuente, y nos sentamos en el borde. Ahora que me doy cuenta, estoy pasando una mañana de calidad con Louis Tomlinson. No se que es más raro, esto o el sueño. 

-De nada… -Dijo sarcástico al ver que no le agradecía el café.
-No planeaba agradecerte. Si vos te ofreciste. -Dije graciosa, tomando de mi vaso de cartón.
-¿Sabés? Cada vez que hablo contigo sos una persona diferente. Primero sos la sexy "metete conmigo y te meto un paraguas por el culo", después sos la asustada y carenciada de un abrazo, después sos la bailarina candente, después la tímida que lee libros… Sos la persona más rara con la que me junto. -Dijo gracioso, probablemente para sacar tema de conversación.
-¿Sabés que es lo peor? Que viniendo de vos me lo tomo como un cumplido. -Dije graciosa, mientras daba otro sorbo a mi café aún caliente. 
-Creí que podría descifrarte fácil, pero cada día me sorprendo más. -¿Eso era bueno o malo?…
-Habló Mr. Predecible. -Dije irónicamente. -Si vamos a hablar de cambios de emociones bipolares, vos sos el rey. -Logré que riera. Verdaderamente estaba pasando un buen momento con él, como en Grecia.
-Ni tanto. -Comentó gracioso, dándole un sorbo a su café. Pude notar que tenía escrito "Will" en él… 
-¿Qué no? Primero sos el idiota descarado, luego el protector, luego hasta pareciera que te preocuparas por mí. -Louis hizo una mueca de sufrimiento fingido. -Después te metés a bailar conmigo, después sos tierno, y ahora hasta estoy conversando contigo… 
-Me dicen Christian Grey. -Comentó gracioso. Por lo de "cincuenta sombras", o sea, varias capas. 
-Bueno, señor Grey, su vaso dice Will… -Comenté graciosa.
-Bueno, señorita… -Giró mi vaso para ver el nombre anotado. -Tessa. ¿Diminutivo de Theresa, no?  -Yo asentí. -Si no me equivoco, ese es su segundo nombre. -Volví a asentir, justo para el momento en el que me di cuenta de que el suyo también era el segundo nombre de él. Además, los nombres no podían coincidir más.
-Qué suerte que no tenés ni idea de la relación entre estos nombres, o ya estarías proponiendo que el destino quiere que tengamos sexo, o algo así. -Sus ojos brillaron de burla, mientras me miraba inquisitivo.
-No necesito al destino para proponer que tengamos sexo… -Dijo gracioso, tomando otro sorbo. 

Estuvimos un rato más hablando de tonterías, hasta que le pregunté aquella duda que me afligía. 

-¿Te puedo hacer una pregunta? -Dije cuando ya había terminado mi café, y jugaba con el vaso vacío.
-¿Tiene que ver con tener sexo juntos? -Preguntó enarcando una ceja. Yo negué divertida. No quería arruinar la oportunidad de preguntarle esto. Andá a saber si había otro momento en el que nos estuviéramos llevando parcialmente normal…
-¿Viste hace un rato, cuando te contaba del libro? -El asintió.- ¿De verdad creés que soy una puta? Sé sincero. -Pedí. Era algo bastante serio para hablar con Louis, pero no se por qué me iba a responder con la verdad, al igual que yo cuando estábamos en Grecia. Él bajó la mirada y se puso a jugar con su vaso vacío. Luego sonrió y volvió a mirarme, para luego negar animadamente.
-Claro que no. Lo decía de broma. No creo que seas puta. Creo que sos muy high como para ser una…
-¿A qué te referís? -Pregunté riéndome gracias a su expresión.
-A que una puta está con cualquiera. Y vos sos demasiado selectiva como para estar con cualquiera. A excepción de mí no creo que hayas encontrado a nadie que cumpla con tus estándares. 
-¿A excepción de vos? -Reí sonoramente.
-Obvio. Si sabés que te encanto. La escena del baño es una prueba.
-Estaba media dormida, y el beso no estuvo tan bien como para presumirlo… 
-¿Estamos en la misma sintonía, o tuvimos otra escena en el baño de la cual no me enteré? -¡Mierda! Hablé del sueño… ¿Saben lo que va a pasar si Louis se entera, no solo que soñé con él, sino que en el sueño nos besábamos? Dios, no me lo quiero ni imaginar… ¿Ahora qué le respondo?


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No está muy bueno, pero me pidieron que al menos subiera algo. Y esto es lo que tengo por ahora. Se que puede ser una cagada, porque admito que muy bueno no está, lo lamento. Cuando pueda subo otro cap. Y nuevamente, lamento la cagada de capítulo que acabo de subir. Las amo a todas!!!! 

Juliii :)

sábado, 17 de agosto de 2013

Capítulo once: "Tonight, tonight".






-Es cierto. Mirá… -Se acercó más a mí, hasta quedar bastante cerca. No como hace rato en el baño, pero sí muy cerca. -Es tan cierto, como el hecho de que yo también estoy enojado porque Liam nos interrumpió antes de poder besarnos. -Me levantó instantáneamente la barbilla, y me dio una de esas sonrisas cínicas y manipuladoras que tanto odio, justo antes de dar media vuelta e irse por la puerta de la cocina hacia la sala, para luego salir al patio.

Me quedé como paralizada, mirando como se iba. ¿Saben lo peor? Que puede ser que sea cierto. Dios… ¿De verdad estoy enojada por eso?… ¡Qué va! Ni a palo. Incluso ahora me siento más calmada. Debía de ser el hambre. El hambre me pone de mal humor. 

Salí al patio, donde todos seguían comiendo y hablando como si nada. Me senté en el mismo lugar que antes, solo que en vez de tener a Annie al lado, ahora tenía a Louis. No le di importancia y seguí comiendo. 

-Para tu información, -Comencé a decirle en susurros para que nadie más que él escuchara. -no estoy enojada por… "Eso". -Continué comiendo para disimular a la vista de los demás.
-¿Con "eso" te referís al beso? -Preguntó gracioso de la misma manera que yo hace segundos atrás.
-¿Qué beso? No hubo ningún beso. No pasó nada. -Aclaré entre susurros.
-Si vos decís… -Respondió sonriendo, como si verdaderamente me estuviera diciendo: "estás re loca y sabés que pasó algo". -¿Me pasás el tomate?
-Es en cerio. No estoy enojada por eso. La razón por la que estoy enojada no se asemeja a a eso. 
-Creé lo que quieras, _______. ¿El tomate? 
-Yo creo en hechos. -Le alcancé el dichoso tomate, antes de que le exprima uno en la cara por juguetear con esa estúpida sonrisa en el rostro todo el tiempo.
-Yo te digo, nada más, que si querés engañarme a mí, hacelo. Pero no te engañes a vos misma… -Me devolvió el recipiente con los tomates luego de servirse unos cuantos, y se puso a hablar con Harry, a quien tenía del otro lado.

Odio que haga eso. Que se quede con la última palabra. Eso lo hago yo, y nadie más. ¿Qué me engaño a mí misma? Se la tira de filósofo el pelotudo. ¿Sabés qué? Que se vaya a la mierda. Solo seguí comiendo mi carne, tratando de no pensar en el imbécil de Louis. Ahora solo pensaba en como pedirle disculpas a las chicas, sobre todo a Anna. Las traté muy mal…

En fin, luego de disculparme con todas, y despedirnos, cada uno se fue a su respectiva casa. Quedamos de vernos a eso de las ocho en lo de Harry y Ali. Quedábamos en que dormíamos una siesta para estar más descansados. ¿Se acuerdan cuando pensábamos que las siestas eran para bebés y viejos? Bueno, disculpame, siesta. Te amo. 

Sin embargo, por más que hoy hubiera dormido menos de tres horas, no lograba dormirme. Mis padres habían vuelto a trabajar, y Liam ya estaba re dormido. Quedaba yo, en la casa, sola, con un silencio infernal. Hasta daba miedo, por más que fuera de día. Estaba tumbada en mi cama boca arriba mirando el techo y tratando de dormir un poco. Tenía que hacerlo, así esta noche estaba con toda la energía posible. Esta noche la rompemos, confirmado. De repente mi celular empieza a sonar con la canción "Something's Triggered" de Cecilia Krull. Evidentemente era Harry. ¿Y saben la razón por la que puse esa canción para él? Porque esa canción aparece en "Tres Metros Sobre El Cielo", película que obligué a Harry a que vaya conmigo, y después de eso me obligó a tatuarme una "H" de gena en mi panza, justo donde Babi se había tatuado la suya en la película. Solo que la mía en vez de significar Hugo como en la película, significaba Harry. Dios, estuve con ese tatuaje por quince días. Además justo era en verano, y después de eso habíamos viajado a España, o algo así, y yo usando bikini con la H grabada como una tremenda pajera. En fin, atendí el teléfono y me lo llevé a la oreja.

-Paraíso de Eva, prostíbulo de mujeres. Habla Eva, ¿En qué puedo ayudarlo? -Dije de manera seria y profesional a mi mejor amigo.
-Hola, buenas tardes. Quería averiguar cuanto cobraban la hora, y qué incluía la cabina privada. -Me siguió la joda Harry. Un poco más y yo estallaba en risas.
-La hora sale trescientas cincuenta libras, y la cabina privada incluye baile personal, y bebidas ilimitadas, pero ya trae un costo extra de mil quinientas libras. -Dije girando sobre mi cama, aún bromeando por teléfono.
-¿¡Mil quinientas libras!? -Preguntó exaltado.
-Mas la entrada, que sale trescientas cincuenta, señor. -Respondí a punto de estallas en risas.
-¿Me la puedo llevar a mi casa, o qué? -Preguntó fingiendo enfado, refiriéndose al precio. -Ese precio es una exageración.
-Le informo, señor, que las bailarinas son enviadas directo de la academia de aprendizaje del Moulin Rouge, en París. 
-En París vas a terminar vos, después de la patada en el culo que te voy a dar. -¡Qué agresivo! Yo comencé a reír, contagiándolo a mi paso. 
-No me vendría mal un fin de semana de compras en París. -Comenté sin dejar de reír. 
-Bo, Alison se durmió. Estoy más aburrido que payaso en Sweet Sixteen. ¿Venís? -Me preguntó una vez que las risas habían cesado.
-Estoy ahí. -Dije, calzándome mientras cortaba la llamada. Qué suerte que me llamó, o iba a terminar haciéndole una broma a Liam, o algo así.

Agarré las cosas que iba a precisar para esta noche. El vestido, el abrigo y los zapatos. Micki dijo que ella se encargaba del maquillaje, que según ella era experta en eso. A mi no me gusta mucho que me maquillen ni que me peinen. No suelo confiar mucho en los demás para hacer ese tipo de cosas. Pero bueno, era darle una oportunidad. Después de todo, si no me gusta me lo saco y ya fue. Ni que fuera maquillaje permanente, ni nada. 

Metí todo en un bolso, agarré mi celular y me fui escaleras abajo. Salí de mi casa, caminé tres pasos, literal, y toqué timbre. Me atendió Anne. Se había cambiado y llevaba unos pantalones deportivos, una remera donde se leía "LOSING IS FOR LOSERS", unos zapatos para correr, y una campera deportiva abierta que combinaba con el pantalón. Llevaba hecha una cola de caballo alta, en donde su corto cabello cahíz hasta más o menos la altura de la nuca, y llevaba el celular enganchado de un brazo con una cinta de velcro, los cuales ya tenían enchufados los auriculares. Hasta un estúpido podría deducir que iba a salir a correr un rato.

-Hola, tía. -Dije entrando a la sala. Le decía "tía", ya que era como una tía para mí y para Liam. Como tanto mi padre como mi madre son hijos únicos, no tengo tías o tíos legítimos. 
-Hola, amor. -Me respondió con una de sus hermosas sonrisas, que hacían resaltar sus ojos verdes, justo como los de Harry y Alison.
-¿No volviste a trabajar? -Pregunté curiosa.
-No. Me tomé el día libre. Voy a salir a correr, y más tarde tengo una cena con Luke. -Luke era en novio de la madre de Harry. Llevaban ¿Cuánto? ¿Tres años saliendo? No se, hace pila. Según Harry y Alison, no se casan para no arruinar "lo que tienen". Para mi casarse no arruina nada, solo mejora las cosas. Y bueno, yo que sé. Ambos son divorciados, y capaz quieren estar seguros de que esto funcione, antes de pasar al siguiente paso. 
-Ah, bueno. Chau, tía. -Dije subiendo las escaleras, directo al cuarto de Harry.

Al llegar, lo vi tumbado boca abajo en su cama. No lo pensé dos veces y me lancé arriba de él.

-¿Auch? -Dijo tratando de girar la cabeza, pero sin lograrlo ya que yo estaba sobre su espalda. -¿Tenés ganas de salir de arriba mío?
-Noup. Estoy cómoda. -Respondí acurrucando mi cabeza en sus rulos. Entonces el hizo un movimiento brusco, logrando quitarme de en cima y dejando que caiga a un lado de él en la cama. -¡Qué malo! Estaba cómoda.
-Jodete. -Respondió acomodándose a mi lado. -Por cierto. ¿Qué te pasaba hoy? 
-Nada, yo que sé. Tenía hambre, sueño, estaba cansada… Solo estaba de mal humor. -Respondí, tratando de restar importancia al tema. Aún no me terminé de autoconvencer de que eso es verdad. La idea de que estaba así por el no beso con Louis seguía flotando en mi memoria, pero me rehusaba a creer que esa era la razón.
-Aw, cosita. -Dijo mientras me apretaba las mejillas. Odio cuando me hace eso. 
-¡Basta! ¡Sabés que no me gusta! -Aparté sus manos y me sobé un poco mis probablemente enrojecidas mejillas. Luego él rió un poco. -Harry, Tengo que preguntar. 
-¿Qué? -Respondió él girando para mirarme.
-¿Qué te pareció Anna? -Nuevamente traté de subir una ceja, pero no lo logré, y me reprendí a mí misma por ello. Ya iba a practicar e iba a ser la mejor en subir una sola ceja del mundo.
-¿Anna? ¿Por? -Preguntó mirando confuso. -¿Preguntó por mí, o algo? -Se apresuró a decir. Conociendo a Harry tanto como lo conozco, diría que está mostrando indicios de interés por ella. 
-No, no. -Mentí. -Solo quería saber que opinabas sobre ella.
-¿O sea que no preguntó por mí? -Insistió. 
-Respondeme, pedazo de nutria desbolada. 
-¿Por qué desbolada? ¿No puede ser una nutria normal? ¿O sea, con bolas? ¿Sabías qué? Cuando pienso en una nutria con bolas me imagino una nutria con muchas bolas de navidad colgadas por todo su cuerpo. -Hay, Harry, Harry, Harry…
-Si me seguís evadiendo, voy a tomar como respuesta que te encanta. -Dije retadoramente.
-No me encanta… -Dijo riendo nerviosamente.
-Te conozco cuando mentís, Eduardo. 
-No me digas "Eduardo". Suena todavía peor que "Edward", y ya de por sí odio ese nombre. -Me senté en la cama mirándolo desde donde estaba.
-¡Me seguís evadiendo la pregunta! -Destaqué riendo. Él se sentó frente a mí con las piernas cruzadas.
-Que se yo, _______. Apenas la vi en un par de oportunidades. Ni tuve tiempo para hablar con ella… 
-Si, pero como te gustaba cuando éramos chiquitos…
-¡No me gustaba! -Me interrumpió algo molesto. Harry siempre le prestaba sus juguetes a Annie cuando éramos chicos, y siempre la invitaba a jugar con él, y eso. Por eso yo siempre supuse que le gustaba, pero él está empeñado en negármelo hasta la muerte.
-Okey, okey. Como digas. ¿Pero estarías con ella? -Pregunté finalmente. Anna me va a MATAR por esto. Literalmente. Me va a acuchillar, cortar en pedazos, triturar, y dar mis restos a los leones del insalubre zoológico de Londres. Ni siquiera al que está en Hyde Park, que es re lindo. No, de seguro me manda a los desnutridos leones del zoológico de mala muerte deseosos de un poco de carne.
-Si. -Respondió desinteresado, mientras apoyaba las manos detrás de él para apoyarse. -¿Por? ¿Ella quiere estar conmigo?
-¿Hay algo bueno en la tele? -Pregunté acostándome de nuevo y prendiendo la televisión. 
-¿Por qué me evadís? -Preguntó imitándome.
-No te evado. Solo que acabo de finalizar la conversación.
-Pero no me respondiste mi pregunta.
-¡Friends! Amo ese programa. -Harry finalmente se dio por vencido y se dispuso a mirar televisión conmigo.
-¿Cómo hacés para saber cuando miento y cuando no? -Preguntó luego de unos minutos de mirar televisión en silencio.
-No se. Se te nota en la cara. -Se acercó a su mesa de noche y del cajón sacó un espejo de mano. 
-Soy virgen. -Dijo mirando su reflejo. -No soy virgen. -Dijo sin dejar de mirarse. -Yo no noto nada diferente. -Dijo mirándome confundido.
-¿En cerio guardás un espejo en tu mesa de luz? ¿Qué? ¿Te hacés la paja mirándote al espejo? -Dije graciosa.
-Ah, bo. Sos un asco, _______. -Dijo riéndose conmigo. -A veces dudo que seas mujer, lo juro. 
-Matate, puto. -Dije sin parar de reír.

Luego estuvimos hablando de temas sin importancia hasta que los dos nos quedamos dormidos.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

Un par de horas más tarde, cuatro chicos estaban observando la cama de Harry, donde él y _______ dormían plácidamente. Zayn, Angie, Liam y Alison estaban contemplando la escena. El resto aún no habían llegado. Liam agarró su celular y lo enchufó en en los parlantes de su amigo, mientras ponía la canción "Good Girl" de Carrie Underwood a todo volumen. Ambos chicos se despertaron de golpe cuando la música empezó a sonar, y Liam bajó el volumen una vez que ya se habían levantado.

-Ah, ¿Viste que no es lindo que te despierten así, gil? -Dijo Liam riéndose al igual que el resto.
-Claro, y yo siempre salgo perjudicada. -Dijo _______ sentándose al borde de la cama mientras se revolvía el cabello. Liam le dio un beso en su cabeza, y ella lo apartó fingiendo molestia. -Salí puto. Así no se despierta a las hermanas… 
-Vení acá. -Se lanzó arriba de ella en un intento de abrazo, pero pareció más un panzazo libre en una piscina. 

Obviamente terminaron los dos girando en el piso de la habitación, justo en el momento en el que suena el timbre. Alison bajó a abrir, mientras los hermanos Payne seguían girando y riendo en el suelo. Eran Micki y Niall. Micaella traía una caja enorme negra, con detalles en plateado.

-¿Qué onda, Micki? ¿Te mudás para casa? -Comentó gracioso Harry, debido a la cantidad de cosas que traía. Aunque claro, ella era la responsable de traer el maquillaje, más algunas mudas de ropa, ya que no había decidido qué ponerse, y esperaba que sus amigas la ayudaran a elegir entre algo de ropa. 
-Fue lo que yo le dije. No se por qué tanta necesidad de elegir la ropa correcta. -Dijo Niall, tirándose en el piso contra la pared, ya que estaba cansado de esperar de pie.
-¿Saben? Deberían despreocuparse por el tema de la ropa, y no llevar ninguna. -Acotó Zayn, imitando a Niall. _______ y Liam estaban recostados en el piso mirando y riendo de los comentarios. 
-Es que las mujeres no nos vestimos para impresionar a los hombres. -Habló _______ aún desde el piso. -Nos vestimos para impresionar a las mujeres.
-Exacto. -Dije Angie, sentándose en la silla del escritorio de Harry.
-Las mujeres son extrañas. -Dijo Harry, con voz adormilada. El timbre volvió a sonar. 

Eran las ocho y media ya, y tenían que comenzar a prepararse. La fiesta comenzaba oficialmente a las doce, pero la gente normalmente comenzaba a llegar a eso de una y media, o dos de la mañana. Claramente eran Louis y Anna, o sea, no esperaban a nadie más. Luego de eso, las chicas fueron directo al cuarto de Ali para empezar a prepararse, y los chicos se quedaron en el cuarto de Harry, probablemente jugando al Play Station hasta que se dignaran en vestirse. Después de todo, ellos solo tenían que ponerse la ropa y estaban listos. Mientras que las mujeres debían peinarse, maquillarse y vestirse. Es más difícil.

-¿Puedo exagerar con sus ojos? -Preguntó Micki antes de comenzar a maquillar a Alison.
-Me da miedo, pero bueno. -Dijo Alison. De todas maneras si no e gustaba se lo podías sacar.

Al terminar de maquillar a Alison, todas quedaron asombradas. Micaella si que tenía talento para maquillar. Mientras ella maquillaba, _______ planchaba el pelo, y hacía diferentes tipos de trenzas en las cabezas de sus amigas. Le encantaba hacer eso. Al terminar estaban todas prontas.

Tu:




Ali:




Anna:




Angie:




Micki:




Y bajaron para encontrarse a los chicos ya listos mirando la televisión. Todos los chicos se quedaron mirando a las chicas embobados, hasta que Liam habló para cortar la tensión.

-Si a Jack le falta una bola de espejos, siempre pueden colgar a _______ del techo, que con ese vestido prende la fiesta. -Bromeó, aunque no dejaba de ver a Alison, quien rápidamente se ruborizó y bajó la mirada.
-Callate, tarado, que estoy divina. -Dijo la pequeña Payne terminando de bajar las escaleras y dando una vuelta sobre sus talones para que los chicos pudieran dar su veredicto. -¿Y? Solo confírmenme que estoy divina.
-Te verías mejor sin el vestido. -Dijo Louis, mirando a la castaña de arriba a abajo. Ella puso los ojos en blanco.
-Por cierto, ¿No es muy corto ese vestido? -Preguntó el celoso de su hermano. Ninguna de las chicas hablaban a excepción de _______. Todas estaban muy cohibidas por las miradas de los chicos sobre ellas.
-Es de Ali. -Harry miró a su hermana medio celoso medio confundido.
-Pero vos sos más alta que ella. Te debe de quedar por arriba del culo. -Comentó celoso, una vez que había logrado separar la mirada de Anna. 
-Si, yo lo uso de remera. -Respondió esta, invocando una risa que rompió completamente con la tensión del momento.

Pidieron un taxi, y al llegar a la fiesta de Jack, ya había bastante gente. Eran las dos menos cuarto de la mañana. Hacía ya como dos cuadras que se había empezado a escuchar la música sonar a todo volumen. Parecía que la casa escupiera adolescentes. En las terrazas, en el patio, hasta en el techo habían un par bailando. Sip, estas son las fiestas de Jack. Descontrol total.

Apenas entramos la música resonó en nuestros oídos tan alta, que era casi imposible comunicarnos entre nosotros. Habían chicos bailando, chicos tomando, y chicos bailando y tomando, los cuales se les derramaba la mitad de la bebida. También se encontraban chicos besándose contra las paredes, o en la mitad de la pista. <<Definitivamente va a ser una buena fiesta>>, pensaron todos. Porque esta noche, es su noche y van a hacer todo lo que se les plazca. 

Fueron a la barra todos juntos, para empezar la noche con una ronda de shots. Cada uno se pidió un tekilaso. O sea, una medida de tekila puro. Buena forma de empezar la noche. A la cuenta de tres, todos vaciaron el pequeño vasito, haciendo muecas raras cuando el líquido resbalaba por sus gargantas, quemándoselas a su paso. No habían ni tragado, cuando Harry ya estaba pidiendo otra ronda. Y luego otra. Y antes de que pidieran la cuarta ronda de tekila, a Micki y a Angie las sacaron a bailar dos chicos. Uno era rubio, de ojos claros, azules, creo. Y el otro tenía el pelo negro y ojos grises. Los chicos se fueron cada uno por su lado a ver si podían conseguir algo, y eso dejó a Annie, Ali y _______ en la barra instalada especialmente para la fiesta. 

-¡Vamos a bailar! -Gritó Anna, tirándonos de las muñecas hacia el medio de la pista de baile, donde todas juntas empezaron a bailar.

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

Ya hacía como dos horas que había perdido a las chicas de vista. Pero eso no es algo que necesariamente me preocupe. Habías estado bailando con unas chicas muy amigables. Ni me pregunten el nombre porque no lo se. Solo se que las encontré y me puse a bailar con ellas. 

Luego me fui a la barra a pedirme otro trago.

-Un Cosmopolitan, por favor. -Le pedí al barman. Éste me sonrió y me sirvió la copa. 

Me senté en una butaca que había en la barra y me giré, mirando a la pista de baile, para ver qué onda. Cerca de donde estaba, pude localizar a Zayn, bailando con una rubia teñida que tenía una pollera más corta que mi vestido, si eso era posible. Hay, Zayn, Zayn… Se va por las putas… ¿Para qué quiere a ese bagre, si me tiene a mí? Listo, decidido. Zayn era mi "conquista de la noche". Ya hasta parezco Harry…

Esperé a que él notara que lo estaba viendo. Cuando al fin volteó hacia mí, crucé mis piernas, logrando que él se centrara en ellas. Acomodé mi cabello, logrando que mi pecho quede descubierto, y su mirada pasó de mis piernas, a mi pecho. Excelente. Luego agarré la cereza que estaba pinchada dentro de la bebida por un palito de plástico, y me la llevé a la boca. Y nuevamente, su mirada vaciló hasta justo donde yo quería que vaya. Los hombres son tan predecibles. No faltó nada más para que dejara a la rubia plantada, y viniera directo hasta donde estaba yo. 

-¿Y tu por qué tan sola? -Me preguntó al llegar a mi lado, en la barra.
-No estoy sola. Estoy contigo. -Afirmé, logrando que él esbozara una sonrisa.
-Cierto. Lo estás. -Me recorrió el cuerpo con la mirada una vez más, y se mordió el labio antes de volver a hablar. -¿Querés ir por allá? -Me señaló la pista de baile, pero contra una pared de la misma.
-¿A bailar? -Pregunté parándome del banco y aceptando su mano. El negó divertido.
-Yo no bailo. Pero podemos hablar. -Él ya había comenzado a caminar, y como me tenía sujetada de la mano, me guió hasta la pared, donde me apoyó contra ella y se quedó frente a mí, separado por escasos centímetros.
-¿Y de qué querés hablar? -Pregunté divertida. Era obvio que lo menos que quería era hablar. Pero me gusta molestar a la gente.
-No se. -Respondió él, apoyando la mano contra la pared, a un lado de mi cabeza. -¿Cómo te fue en estos años? -Preguntó sonriendo.
-Bastante bien. Nada cambió mucho, la verdad. -Dije mirándolo divertida.
-A mi me parece que las cosas cambiaron un poco… -Dijo volviéndose un poco hacia atrás para poder observarme como por quinta vez.
-¿A si? ¿Cómo qué? -Estaba jugando con fuego, lo se. Cabía la posibilidad de que Zayn se harte de mí y se vaya a la mierda… Pero no creo. Porque cualquier chico se banca esto con tal de estar conmigo…
-Como vos.
-¿Cómo yo? -Pregunté fingiendo ingenuidad, mientras el se acercaba y ponía la mano que no estaba contra la pared, en mi cintura.
-Si, como vos.
-¿Y cambié para bien o para mal? -Dije divertida, jugando con su camisa desprendida, ya que tenía otra remera abajo.
-No se… Decime vos. -Y dicho esto, sin pensarlo dos veces, se acercó a mí y me besó. Yo, en mi opinión, lo hubiera hecho sufrir un rato más, pero esto está bien.

Realmente era buen besador. Subí mis manos hacia su cuello y comencé a jugar con su cabello, mientras el ponía ambas manos en mis caderas, las cuales claro luego bajaron hasta quedar en mi culo. Al principio fue un beso tierno. Bueno, no tierno, pero si como que tranquilo. Unos minutos más tarde bordeó mis labios con su lengua, como pidiendo permiso para profundizar el beso. El cual, claro, no denegué. Nuestras lenguas jugaban una batalla dentro de las bocas. Su boca sabía a whisky. No sabía identificar bien cual, porque también había una mezcla de otras varias bebidas. Pero en el momento no me importó. Solo disfruté del beso.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

-Con Harry y Anna. -

Ya hacía una hora que Anna estaba vagando por la casa de Jack, sola. Parecía nómade, iba de grupo en grupo, bailando con desconocidos. De repente estaba bailando con unas chicas, cuando alguien la sujeta del brazo bruscamente. Al darse vuelta se encontró a Harry. Al principio se enfadó con él por agarrarla de esa manera.

-¿Qué te pasa? -Preguntó la castaña al ojiverde.
-Nada, que te tengo que decir algo. -Ella solo se enojó más. ¿Todo eso para que le dijera algo?
-¿Qué? -Preguntó algo enfadada.
-Es muy importante. -Insistió el chico gritando sobre la música.
-¡Decime de una vez, Harry! -Gritó ella, justo cuando el chico le agarró la cara y le partió la boca de un beso.

El beso no duró más de cinco minutos, cuando el chico abruptamente se separó.

-Nada. Era eso. -Dijo, y se fue. Anna quedó bastante shockeada como para moverse. Pero cuando reaccionó comenzó a caminar para encontrar a Harry en busca de una explicación.

Había una hilera algo desaliñada de chicos, así que Annie decidió comenzar a buscar por ahí. Iba chico por chico, le agarraba la cara con ambas manos, y preguntaba "¿Harry?", pero ninguno era él. Luego de veinte minutos, lo encontró en la barra pidiendo una bebida.

-¡Harry! -Gritó esta enfadada, logrando que el castaño se diera vuelta. No es que estuviera enfadada por el beso. De hecho eso le había encantado. Solo que le había molestado que el chico se fuera sin decir nada más.
-¡Hola, Annie! -Gritó emocionado, recibiendo su vaso de Johnnie Walker rojo. Tomó un sorbo del whisky y siguió mirándola.
-¿Qué te pasa? -Preguntó la chica enfadada.
-¿Por qué? ¿Querías uno también? -Preguntó refiriéndose al whisky. 
-¡No! Besarme y luego irte. -Protestó la pequeña Tomlinson.
-No podía irme y luego besarte. Eso sería ilógico. -Harry borracho dice varias incoherencias, pero luego se suele acordar de lo que hace o dice. 
-¡Agh! ¡Sos estúpido! -Dijo Anna estresada, al ver que no se podía discutir con él en ese estado.
-¿Por besarte? -Preguntó él bajándose de la butaca y poniéndose frente a ella.
-¡No! Por irte.
-¿O sea que querías que me quedara? -Preguntó incrédulo acercándose a ella.
-¡Y después nos dicen a nosotras complicadas! -Se quejó Anna al aire.
-Bueno, si querías que me quedara, eso se puede solucionar… -Y dicho esto, volvió a besarla, solo que esta vez no se fue.

-Con Alison y Liam.-

Ya era la tercera vez que Alison daba una vuelta por la casa y se encontraba con Alex, un compañero de clase, y la tercera vez que el chico le daba para probar el mismo whisky asqueroso, y también la tercera vez que Alison aceptaba su whisky. 

-¡Está asqueroso, Alex! -Gritó por tercera vez la castaña mientras el chico reía.
-¿Vas a dar otra vuelta y volver? Porque así lleno el vaso. -Comentó riendo Alex, que no estaba en un mejor estado que ella.
-¿Me la prestás un segundo? -Le preguntó Liam a Alex, apareciendo detrás de Ali. El chico asintió y levantó su vaso como brindando por la salud de la chica. -¿Qué hacías? Si es que se puede saber. -Liam ya estaba bastante tomado, al igual que todos en esa fiesta. No creo que hubiera ni uno sobrio.
-Tomada del whisky asqueroso de Alex. Por cierto, si te da a convidar, no aceptes. -Le dijo la castaña graciosa. -Esperá un momento… -Dijo riendo la ojiverde. -¿Estás celoso? -Preguntó divertida. 
-No. ¿Qué voy a estar celoso? -Respondió él claramente celoso.
-¡Estás celoso! ¡Estás celoso! -Comenzó a cantar Alison felizmente. 
-¡Que no estoy celoso! -Gritó el castaño, antes de acorralarla contra la pared y comenzar a besarla, dando a entender como si ella fuera de él, y no pueda estar con otros chicos. 

Hacía poco que a Liam le estaban empezando a sentir estas cosas. Como esa extraña sensación de querer protegería, y que sentía cosas raras cuando ella estaba con otro. Todavía no había decidido si le gustaba, pero si sabía que se ponía celoso cuando estaba con otros. 

-Con Zayn y _______-

-Wow, mirá eso. Alguien anda comiendo… -Dijo Zayn separándose de la castaña y mirando hacia un costado, donde Louis se estaba besando con Marcie.
-¿Esos son Louis y Marcie? -Dijo ella confundida. Él hoy había intentado escaparse de ella, o así lo había tomado _______. Y ahora solo estaba pensando que él solo lo había hecho para poder besarla en el baño, y se sentía como una completa ilusa. 
-Si. -Dijo, para luego volver a besarla como antes. 


Pero ella ya no se podía concentrar en el beso. Se sentía una tarada, una estúpida. Había caído en los juegos de Tomlinson. Y normalmente son los demás los que caen en sus juegos. No ella. Ahora sí. Louis estaba jugando con fuego. Si antes no le caía bien. Ahora le caía peor todavía. No se iba a dejar pasar por arriba por un estúpido como Louis Tomlinson.

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Esta es la continuación del capítulo. Y no se olviden de pasarse por la novela de Charlie!! :http://quebrandocristalesnovela.blogspot.com/ 

Las amoo a todas!!!! Ah y por cierto, hoy me estaban preguntando que nombre tenía mi fandom, y yo dije que algunas hacían llamarse "Julilovers", pero estaban en discución. Así que me pidieron que lo pusiera para que ustedes decidieran. Gracias a todas por todo!

Juliii :)