sábado, 27 de julio de 2013

Capítulo siete: "Que nos volvamos a ver".






-Nosotros también les tenemos algo. Es una boludéz. Algo chiquito. Pero esperamos que les guste. -Nos dijo nuestro padre alcanzándonos una pequeña caja cuadrada con un moño rojo arriba. ¿Qué será? Dado por el tamaño, supongo que una bicicleta no es… Ah, a veces me pega lo gracioso. Liam lo sacudió temeroso tratando de descifrar qué era antes de abrirlo. ¿Es joda? Que lo abra de una vez.
-¡Abrilo! -Le grité quitándole la caja para hacerlo yo misma. Quité el moño bruscamente, ya ofuscada por la lentitud de mi hermano, y le quité la tapa. Adentro había unas llaves. ¿Unas llaves? ¿No que no era gran cosa? Ta, de seguro nos re vieron la cara de estúpidos y ahora nos hacen pensar que nos regalaron un auto, cuando realmente son solo un par de llaves. No, esperen. ¿Mis padres no tienen tiempo ni para bañarse, van a tener tiempo para pensar en una broma tan ingeniosa? Eso quiere decir que… Miré a Liam, quien tenía el mismo semblante que yo. Asombrado, ojos bien abiertos, quijada por el piso. En fin, típica mirada de sorpresa. ¿Qué si nos esperábamos esto? En nuestros sueños más locos, tal vez. 
-¿Es en cerio? -Me decidí por hablar mientras miraba asombrada a nuestros padres. Ambos asintieron sonriendo. Pegué uno de los gritos más agudos de mi vida, captando la atención de todo el restaurante, si es que ya no nos miraban con antelación. 

Luego del bello espectáculo, pagamos la cuenta y volvimos a la cabaña. Pasaron dos días, y ya teníamos que volver. Nos tomamos juntos el avión hacia Londres, y luego de allí ellos partían a Doncaster en auto. O sea, ellos habían venido desde Doncaster hasta Londres en auto, lo dejaron en el aparcamiento del aeropuerto, se tomaron el avión a Grecia. Y ahora es todo a la inversa. Una vez en el aeropuerto, no queríamos separarnos. Bueno, no quería separarme de Anna, y se puede decir que tal vez extrañe al gay de Louis, pero más que nada Anna. Eran las siete y cuarto de la mañana cuando arribó el avión.

-¡Quédense un rato! -Exigí abrazando a Anna y haciendo puchero a ambas parejas. -Un fin de semana, un mes, para toda la vida. Da igual. Hay habitaciones en casa. -Luego lo pensé por un momento mientras aún seguía pegada a Anna. -Bueno, tal vez Louis tenga que dormir con el perro. Pero eso a nadie le importa. -Protesté caprichosa. De verdad no quería separarme de ella.
-A mi me importa. -Dijo Louis resignado. Liam rió.
-No, amor. Los Tomlinson tienen que volver a su casa, y nosotros a la nuestra. -Dijo mi madre con una sonrisa. Ella sonríe y nosotros lloramos. Genial…
-¡Mamá! Solo a comer. Después nos vamos. -Se encaprichó Anna igual que yo.
-No, Anna. Tenemos que arreglar un par de cosas en casa. -¿Qué tenía de malo quedarse a comer? ¡Dios!
-¿Al menos podemos ir a visitar a los Styles? -Preguntó esperanzado Louis, pero al recibir una mirada reprobatoria de su madre, decidió callarse.
-Tenemos que irnos. -Exigió Jeremy. ¿Cuándo se volvió tan cerio? Me caía bien y todo… Forro.

Así nos despedimos de ambos. A Anna le di un gran abrazo, que duró como tres minutos, mientras que a Louis lo despedí de la misma manera que lo saludé al reencontrarnos. Con un movimiento con mi cabeza. Y el se despidió de la misma manera con la que nos reencontramos. Abrazándome a la fuerza y tocándome el culo. A diferencia que Liam si intervino esta vez. 

-¡Te voy a extrañar! -Dijo por última vez Anna a punto de largarse a llorar.
-Ahora estamos comunicados. No te preocupes que voy a hacer lo posible para que nos volvamos a ver. -Dije antes de fundirnos en un último y definitivo abrazo.

Luego de una memorable despedida, volvimos a casa. Estábamos muy cansados. No habíamos dormido en todo el vuelo, porque no paraba de pelear con Louis, hablar con Anna, y escuchar música con Liam. Conclusión, estábamos MUERTOS. 

Llegamos y nos tiramos en el sofá. 

-Vayan a ordenar sus cosas. -Exigió mamá. Nosotros no emitimos sonido. Solo seguimos desparramados en dos sofás diferentes, boca abajo, deseando que se callara para poder dormir. -Su auto llega mañana. Todavía estamos a tiempo de cancelarlo. -A regañadientes nos levantamos de los sofás y subimos con nuestras cosas a la planta de arriba. Había conseguido una nueva forma para extorsionarnos.

Dejé las cosas en mi cuarto, y Liam hizo lo mismo con sus respectivas maletas en el suyo. Puse música a todo volumen, y a los tres segundos Liam estaba en mi habitación. Mamá tendrá nuevas formas de sobornarnos. Pero nosotros tenemos las mismas formas para escapar de ella. Saliendo por mi balcón, que da a la calle, hay una enredadera, que para que pudiera crecer bien hacia arriba, mamá le puso una especie de reja de madera, para que la enredadera se enrollara en ella y creciera. En fin, da igual. El punto es que sirve para bajar. Perfecto para escaparse. Bajamos con cuidado, y fuimos a la casa de los Styles. 

Al tocar la puerta nos atendió Anne, su madre, quien estaba apurada poniéndose una caravana atropelladamente. Llevaba un típico traje Chanel azul marino, que consistía de un blazer con corte a la cintura, favoreciendo su cuerpo, y una pollera recta y ajustada por debajo de las rodillas. En los pies traía unos zapatos clásicos de tacón alto con plataforma del mismo color del traje. Una vez que logró terminar de luchar contra la caravana, se hizo un moño en el cabello fácilmente, amarrándolo con un par de horquillas esparcidas por la mesa de té frente al sillón. Una mujer muy ocupada. Casi tanto como mamá. Solo nos saludó, no creo ni que recuerde que no estuvimos por una semana. Directamente subimos a la habitación de los chicos. Yo fui directo a la de Alison, y Liam a la de Harry, las cuales estaban enfrentadas. Al entrar, pude ver como Alison en la oscuridad dormía plácidamente. No lo dudé ni un segundo más y me metí bajo la sábana a ver si me contagia algo de sueño, lo cual no creo que tarde en suceder. 

Como predicción, no pasaron más de cinco minutos para caer completamente en los cálidos y acogedores brazos de Morfeo. 

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

Cinco horas después, un chico con la cabeza llena de rulos completamente despenados se despierta, encontrándose a cierto castaño completamente dormido a su lado. Eran la una con veinte de la tarde. Se alborotó su cabello, y luego tomó su celular de la mesa de luz. Lo desbloqueó tan ágilmente como una persona que se acaba de levantar puede hacer, y llamó a su hermana. Que por suerte la tenía en marcación rápida, o no soportaría el brillo del mismo buscando su contacto. Alison atendió al cuarto tono.

-¿Qué quieres Harry? -Preguntó de mala gana con voz de adormilada.
-¿_______ duerme en tu cama? -Preguntó este, sin poder normalizar su voz aún.
-¡No! ¡Qué pregunta más estú… -La chica se volteó encontrándose con el cuerpo de su mejor amiga desparramado a su lado. -Ciertamente. -Respondió luego de comprobarlo. -¿Qué Liam está en tu cuarto? -Preguntó acostándose y poniendo su brazo en sus ojos para no cansar la vista.
-Ajá. -Respondió el ojiverde. -¿Los despertamos despiadadamente? -Preguntó ya más despabilado Harry.
-Es como si quisieran que lo hiciéramos. Sino, no vendrían a nuestra casa… -Dicho esto Alison colgó el teléfono. 

Sin prender ninguna luz aún, colocó el celular en los parlantes, eligió una canción movida, y subió al mango el volumen. La canción "Beat It"  de Sean Kingston, con Chris Brown y Wiz Kalifa comenzó a retumbar en toda la habitación. Del cuarto de Harry se escuchaba la canción "Bumpy Ride" de Mohombi. Ambas canciones mezcladas quedaba una junta asquerosa. _______ se despertó de golpe, al igual que su hermano, y ambos apagaron los parlantes rápidamente. 

-En la habitación de Harry-

-¿Estás loco? -Gritó Liam molesto por la forma en la que Harry había decidido molestarlo.
-Sabías que iba a hacerlo. -Se excusó él, aunque eso no es realmente una excusa. Liam solo rió negando. Había extrañado a su mejor amigo ya sus locuras. -Ya, vamos donde las chicas.

-En la habitación de Alison-

-Algún día de estos voy a manotear el celular en un intento de apagar la música, y se va a hacer mierda tanto el celular, como los parlantes, como tu cara. -Amenazó _______ algo aturdida por el sonido.
-¿Y mi cara por qué? -Preguntó Alison divirtiéndose con la escena.
-Aún dormida tengo una muy bien puntería. Te convendría tenerlo en consideración. -Alison rió nerviosa mientras se sentaba en la cama junto a ella. Los chicos por fin llegaron al cuarto. Liam se tiró como si fuera la ballena Willy al lado de su hermana, y Harry se sentó a lo indio sobre la cama.
-¿Por qué tan cansados? -Preguntó Harry divertido. 
-No dormimos en todo el viaje. -Respondió Liam con la cara pegada en un almohadón, ocasionando que sus palabras se escuchen entreveradas y en un tono bajo.
-¿Y están en nuestra casa como por qué? -Preguntó Alison. No era que no le gustara, solo le intrigaba. 
-Mamá nos quería hacer ordenar las valijas. -Ella soltó una risa aún dormida. -Saltamos por la ventana.
-¡Cuéntenos todo sobre Grecia! -Exigió Ali alegre. Una virtud de ella, siempre lo era. 
-Pregunten y respondemos.
-¿Cómo es? -Comenzó Harry.
-Hermoso. -Respondió Liam adormilado, aún en la misma posición.
-¿Cómo están Anna y Louis? -Preguntó Ali. No se por qué no quisieron venir a verlos la madre de Louis y Anna. Sería lindo.
-Genial e insoportable… Respectivamente. -Respondió la castaña soltando un bostezo.
-¿Algo para destacar? -Se apresuró Harry a ganarle la pregunta a su hermana.
-Mi cercanía con la muerte. ¡Ah! Y mi tatuaje. -Respondió _______ ya más despabilada. 
-¿Casi mueres?/¿Te hiciste un tatuaje? -Dijeron Ali y Harry al mismo tiempo, respectivamente. _______ asintió. Ambas afirmaciones eran verdad.
-¿Qué te pasó? -Preguntó Alison evadiendo la pregunta de su hermano. 
-Una historia larga. Da igual. 
-¿En cerio te tatuaste? -Preguntó Harry asombrado. Él ya tenía uno que otro tatuaje. No muchos. _______ asintió nuevamente.
-¡Quiero verlo! -Exigió. Liam estaba completamente absorto de la conversación, o dormido. Uno de dos. La chica se volteó quedando de espaldas y retiró todo su cabello para adelante, dejando ver su tatuaje. -Asombroso. 
-Yo también tengo uno. -Habló Liam finalmente sentándose en la cama. Él también quería algo de protagonismo en la conversación.
-¡Jodeme! -Grito Alison sorprendida. Realmente no le podía gustar más el hermano de su mejor amiga. -¿Un viaje a Grecia y ya te me retobaste? 
-No. _______ se volvió más loca de lo que es normalmente. Saben que no acepta un no. -Liam se había resignado a intentar seguir durmiendo, y optó por integrarse a la conversación que su hermana y sus dos mejores amigos mantenían animadamente.

-Fin de su narración.-

-Narras tu.-

Estuvimos hablando más rato, les contamos de todo lo que hicimos, del lugar, y de nuestro nuevo auto. Omitimos algunas partes que nos daba paja comentar. Luego nos volvimos a nuestra casa. Mamá ni mutó que nos habíamos escapado. Era obvio, ni que se preocupara por nosotros tanto así. Ordenamos nuestras cosas y terminamos como a las seis y media de la tarde. Mañana llegaba nuestro auto, y en dos días más volvíamos al infierno llamado escuela.

Por suerte este es nuestro último año. Lo que me aterra y me agrada a la vez. Digo, es raro. Cuando nos graduemos, cada uno va a tomar su camino, y no creo que ni en las mismas universidades estemos. Y con la única persona que tengo chance de estar en la misma facultad, es Louis. Y de verdad lo último que quiero es bancarme a Louis en la misma universidad. Harry iba a seguir leyes, y continuar con el trabajo de sus padres. Es sencillo, onda, el apellido Styles ya era famoso en la corte, y de ese modo ya empezaba desde arriba, y se evitaba empezar de cero. Ya iba a ser reconocido, y muchos lo iban a contratar, solo por ser un Styles. De todas maneras, yo tuve una charla con él, y me confirmó que no lo hacía solo por eso. Las leyes le gustaban. No pinta para nada hacer algo el resto de tu vida que no te guste. Alison iba a ser diseñadora, lo cual no me sorprende. Siempre se viste asombrosamente. Liam iba a hacer ciencias económicas. Y yo acá, curtiendo coreógrafa. Sola. Con Louis. Que es lo mismo que sola. O sea, todos estamos solos, en sí. ¿Entienden lo que les digo? Luego de la preparatoria, casi ni vamos a hablar, no nos vamos a ver tan seguido. Tengo miedo a separarme de ellos. No quiero que eso pase. 

A la mañana siguiente un bocinazo nos sacó de nuestros sueños. No se detenía. Y seguía sin detenerse. No importe cuanto implore en mi cabeza, la bocina no paraba. Me paré desganadamente y fui a mi balcón, que como comenté da a la calle, para gritarle a quien sea que pare de hacer tanto barullo.

-¡Oiga! ¡Ya entendimos que funciona la bocina! -Grité enfadada desde mi balcón, justo cuando vi salir a mi padre de un hermoso Mini Cooper azul brillante, con unas rayas blancas en el capó y en el techo.

¡No puede ser! ¡Nuestro auto! Grité completamente shockeada, y corrí rápidamente escaleras abajo. Liam salió consternado por mi grito, y al ver que yo no respondía a sus preguntas, decidió seguirme. Llegamos a la planta baja y corrí fuera de la casa, así en pijama como estaba. Era verano, tampoco hacía mucho frío, aunque claro, Londres no se caracterizó por ser una ciudad de lo más calurosa. Al ver el auto, Liam al fin comprendió mi emoción, y se alegró conmigo. Rápidamente nos subimos al auto. Yo del lado del copiloto, y Liam en el lado del piloto. Se sentía tan bien. Tenía olor a auto nuevo y todo. Asientos de cuero, dirección y cambios automáticos y porta vasos. Este auto tenía de todo. 

Alison y Harry salieron adormilados para ver por qué tanto barullo, y rápidamente se despertaron de golpe y corrieron a la parte trasera del auto. No hace falta aclarar que ellos también estaban en pijama. 

-¡Asombroso! -Gritó Harry pasando la mano por los asientos de cuero de la parte trasera. 
-¡Lo se! -Grité yo emocionada mirando hacia atrás. 
-Ahora tienen que conseguir licencias… -Alison la responsable volviéndonos a la realidad.

Ya habíamos tomado las diez clases obligatorias, e incluso las dos opcionales. Bueno, yo tomé las dos opcionales porque me costó un poco más el tema de la reversa que a Liam. También habíamos dado el examen escrito, y ambos lo habíamos pasado. Pero el práctico no podíamos darlo sino hasta que cumplamos dieciocho. Y eso es lo que tenemos que hacer ahora. 

-Nos vemos en diez minutos abajo. -Gritó Liam mientras bajaba del auto. Todos lo imitamos, y cada ser entró a su respectiva casa.

Me cambié así: 



Solo que en vez del short, era un skinny jean del mismo color, y el los pies unas botas un poco más de una mano debajo de la rodilla color gris claro.

Me arreglé, y me maquillé. Si lograba sacar la libreta, que era lo más probable, me tomarían la foto y me darían mi carnet y tenía que verme bien para la foto. Tomé mi bolso, que como nunca saco lo que tiene adentro, siempre tengo todo lo que necesito, y bajé. Liam ya estaba afuera hablando con Harry. Alison salió casi al mismo instante que yo, como si estuviéramos sincronizadas. 

Ella estaba vestida así:



Solo que debajo del short tenía unas medias trasparentes para no pasar tanto frío. 

Fuimos caminando hasta la parada del ómnibus.

-Última vez que tomamos el ómnibus. -Dijo Liam orgulloso mientras esperábamos bajo ese pequeño techo con una sola pared llena de indicaciones de ómnibus y a dónde iba cada uno.
-Vos, dirás. A mi me encantan los ómnibus. -Contesté recostándome sobre aquella pared. 
-¿Qué ómnibus nos sirve? -Preguntó Ali, sentándose en el estrecho banco respaldado en la pared donde yo estaba recostada.
-¿El tres? -Preguntó Harry, algo confundido.
-No. El tres pasa por el segundo puente y va hacia Oxford Circus. Nosotros vamos para el otro lado, así que nos serviría el… Cuarenta y ocho. Creo. -Me fijé en los dibujos sobre los que estaba recostada, y lo confirmé. -Si. El cuarenta y ocho va hacia el centro, y nos bajamos a media cuadra de la la escuela de manejo. 

Luego de otros cinco minutos de espera, llegó el ómnibus. Pasamos las tarjetas de boletos, y subimos a la parte de arriba. Estaba vacío. Y si, también, un sábado a las nueve y media de la mañana, ¿Quién va a estar afuera? Nos sentamos más bien al fondo. Normalmente me gusta sentarme adelante del todo, porque tengo una gran vista de todo, pero casi siempre están ocupados. Cuando no, sin dudarlo voy hasta ahí.

Llegamos y fuimos directo a la escuela de manejo. No habían más de diez personas adelante nuestro, así que no tardamos más de veinte minutos en que nos llamaran. Fuimos a la parte de atrás, donde estaban los autos de escuela aparcados, y cada uno subió a uno diferente, con diferente instructor. Harry se fue en el auto con Liam, se sentó en la parte trasera, y Ali conmigo. 

Hicimos todo el circuito, y por suerte los dos lo pasamos. Digo "por suerte" por mí, ya que Liam era obvio que lo pasaba. Pero yo dentro de todo no manejaba mal. Son solo exageraciones de los demás para molestarme. Luego nos sacaron la foto carnet para poner en la licencia. Ya saben, la foto chiquita que todo el mundo sale mal, como la de la identificación. Pero increíblemente, no salí mal. Raro, porque ven la foto de mi identificación, y parezco un sapo. Un gordo, feo, y asqueroso sapo. Por suerte este año me toca renovarla, o sino esa foto me atormentaría por mi último año de preparatoria. 

Tuvimos que esperar otra hora y media más para que plastificaran un puto pedazo de cartón. ¡UNA HORA Y MEDIA PARA PLASTIFICAR UN PEDAZO DE CARTÓN! Estamos todos locos. Pero finalmente, valió la espera. Y toda mi molestia por estar en una incómoda silla sin poder usar mi celular por tanto tiempo, se desvaneció al tener ese pequeño e inútil pedazo de cartón, que a la vez era tan significativo. 

Volví a casa con una gran sonrisa en la cara. Estuvimos todo el viaje de regreso a casa hablando sobre las maravillas de tener una libreta de conducir, y los beneficios de tener un auto. E hicimos una promesa, de no llevar el auto a ninguna de nuestras salidas nocturnas. Andá a saber si a la mañana siguiente aparece al fondo del Támesis. No voy a permitir que eso pase. 

Pasó el domingo y el lunes al fin llegó. El primer día de clase. El último primer día. Melancólico, ¿No? Me levanté pesadamente de la cama. No quería levantarme. Me metí a la ducha y dejé que el agua recorriera mi cuerpo quitando todo rastro de cansancio que hubiera en él. Me enjaboné con mi jabón líquido con olor a frutilla. Luego me lavé el pelo, con shampú para niños. Si, uso shampú para niños. ¿Y qué? Es rosado, con olor a frutilla, y si se me mete a los ojos, no lloro. ¡PER-FECT! Se llama "Frutilla Glamorosa". Soy toda una nena, lo se. Salí de la ducha en toalla, y me sequé un poco el pelo. Solo para no enfermarme al salir afuera. Luego me vestí:



En mi bolso metí un cuaderno y una lapicera, y luego en una mochila metí mi uniforme de las porristas. Si, la tortura con las porristas empieza hoy. Como odio y amo al mismo tiempo ese deporte. Soy complicada. Luego me maquillé, solo delineador, rímel, blush y brillo. Me peiné un poco mi cabello, que ya había vuelto a la normalidad, o sea con sus desarmadas ondas. Agarré todo y bajé a desayunar. 

Papá y mamá ya estaban trabajando, como siempre. Pero no me puedo quejar, ya estoy acostumbrada. Por suerte estaba Mary. No se que haría sin ella. Me conoce desde que tengo memoria, más o menos. Y siempre está en casa cuando mis padres no. Es como mi segunda madre. Aunque solo la vea de lunes a sábado en las mañanas. Porque luego de hacernos el desayuno y ordenar la casa, se va. Pero igual aprecio los momentos que paso con ella. No la vi en todas las vacaciones, y casi muero de un infarto. Ya necesitaba alguno de sus mimos. Al bajar, como todas las mañanas estaba mi desayuno y el de Liam en la mesa. 

Liam ya estaba comiendo, y yo le besé la mejilla y luego me senté frente a él en la isla de la cocina. Comí mis wafles y tomé mi jugo de naranja. Al terminar, subí al cuarto, me cepillé los dientes, y bajé al garaje. Me subí en el copiloto y Liam, quien había llegado segundos antes que yo y se había sentado del lado del piloto, sacó el auto y lo estacionó frente a la casa de los Styles. Hizo sonar dos veces la bocina, y Ali salió junto a Harry. 

Ali estaba vestida así:



Y Harry llevaba un jean negro, unas converse blancas, una remera de manga corta blanca, también, y una chaqueta de jean azul. Se subieron al auto en la parte trasera y partimos al colegio.

Cuando llegamos fuimos directo a nuestros casilleros. El mío y el de Liam estaban juntos. Y el de Harry y Ali juntos también, unos cuantos bloques más adelante. Porque somos Payne y ellos Styles. Los casilleros están ordenados por orden alfabético según los apellidos, y la P va antes que la S. Aún así estaban relativamente cerca. Adentro encontramos nuestros horarios, con los libros que íbamos a precisar para las materias. Revisé mis horarios. Tenía Física, Matemática, Psicología y Leyes. ¿Física? Pensé que ya me había librado de esta chota. Mejor voy a hablar con el director. 

-¿Qué te toca? -Preguntó mi hermano cerrando su casillero y mirándome por encima de sus horarios.
-Física. Pero supongo que está mal. ¿Vos? -Le pregunté levantando la vista de la hoja de papel y cerrando mi casillero a mi paso.
-Matemática. -Me respondió animado. No puedo entender como es que le guste esa materia. Es inútil. 
-Yo también tengo matemática. -Apareció Harry con cara desanimada. Él es de los míos. Odia la matemática.
-¿Vos, Ali? -Le pregunté recostándome contra los casilleros. 
-Biología. -Dijo monótonamente. Ali era más física, química y matemática. Mientras que yo era más historia, geografía y arte. Somos completamente diferentes. La biología ni nos va ni nos viene a las dos. O sea, la llevamos, mas o menos. No es que nos moleste, ni nada. 
-¿Vamos? -Preguntó Harry a mi hermano. Él asintió.
-Yo debería ir yendo también. -Ali tenía esa mirada de "Maldición, es lunes", que suele llevar todos los días de la semana.
-Yo me voy a hablar con Brown, y después probablemente vaya a la biblioteca a leer algo. -Nos despedimos, y cada uno partió para su respectiva clase.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

_______ caminó a paso acelerado hasta la oficina del director. Pasó por el escritorio de Rose, su secretaria, una señora mayor con alrededor de sesenta años. Siempre llevaba el mismo traje, en diferentes colores apagados, que consistía en una chaqueta, una pollera larga hasta debajo de las rodillas, y una camisa blanca. Tiene el pelo corto, con rulos, y pelirrojo. Es bastante amarga a simple vista, pero muy amigable una vez que la conocen. Y _______ sabe de eso, ya que pasa un cuarto del año escolar metida hablando con ella mientras espera a que el director la atienda por hacer alguna clase de "travesura", como solía, llamarles. 

-_______, no sonó el timbre y ya estás acá. -Comentó gracioso el director, con un poco de burla en su voz. Lo que le faltaba a la castaña era que el director la descanse. 
-Creo que hay un error con mis horarios, señor Brown. -Dije tirando mi bolso al piso, al lado de la silla, y sentándome cómodamente mientras le entregaba la hoja con los horarios. 
-No. Están bien. Lo que sucede es que no podés reprimir clases por un "tal vez", _______. Tienes un talento excepcional, pero si vas a seguir leyes, no hay razón para saltearte química y física. -<<Si, porque las leyes van de la mano con la física y la química>> Pensó irónicamente la chica.
-Pero ya me decidí. Voy a ser bailarina, y coreógrafa. No preciso esas dos materias. -El señor Brown la miró inquisitivamente mientras se recostaba en su silla de cuero marrón.
-¿De verdad?
-Si. Prefiero hacer lo que me gusta, que algo que la verdad no me emociona tanto. 
-Bien. Espero dedicación de tu parte. Este no es un beneficio que se le da a todos. -Habló volviéndose hacia adelante aún en su silla.
-Ya lo se. Lo dice cada vez que vengo a la dirección. Que es como de tres a cinco veces por semana. -El señor Brown sonrió cínicamente y volvió a recostarse en su silla.
-Buenas tardes, señorita Payne. -Sin decir nada más, _______ tomó su bolso y salió del despacho.

Pasó por al lado de Rose, la saludó, y salió de la oficina. Se rumbeó a la biblioteca, pero en el camino se detuvo. La sala de baile estaba abierta. La chica no pudo aguantarse las ganas de volver a bailar en esa sala, y sin más se adentró. Entró al vestidor contiguo, y agarró el primer disfraz que encontró entre los percheros. 

Mientras tanto, Alison estaba aburrida en clase de biología, mientras la señora Berger hablaba de lo que iban a hacer en resto del año, cuando dos chicos entran a la clase. Definitivamente eran nuevos, la chica nunca los había visto por ahí. Uno tenía unos hermosos ojos tan azules que el mar envidiaba el color. Un cabello rubio, y algo en él irradiaba ternura, mezclado con deseabilidad. Era una combinación totalmente incombinable. El otro era moreno, con rasgos perfectamente marcados, unos hermosos ojos color miel rodeados de numerosas pestañas y una sonrisa hermosa. Ambos eran hermosos. 

-¿Nuevos? -Preguntó la señora Berger mientras chequeaba la lista de alumnos. Ambos asintieron tímidamente. -¿Primos? ¿Amigos? -Preguntó, ya que habían llegado juntos a la clase.
-No, llegamos juntos por casualidad. -Comentó el rubio mientras jugaba con la correa de su mochila en señal de nerviosismo. <<¿Cómo es posible ser sexy y tierno a la vez?>> Pensó Alison al verlo. 
-No los encuentro en la lista. ¿Nombres? -Levantó la vista de la libreta con los nombres de los alumnos, y los miró inquisitivamente.
-Zayn Malik/Niall Horan. -Dijeron al mismo tiempo, y luego se miraron sorprendidos. Obviamente no quedó a fuera la pequeña ojiverde, que instantáneamente se paró de su asiento, causando un estrepitoso ruido con su silla, llamando la atención de todos. 
-¿Se le ofrece algo, señorita Styles? -Preguntó la profesora, y ambos chicos quienes se miraban asombrados entre sí sin emitir palabra, pasaron su mirada a la castaña, y la miraron de la misma manera que se miraban entre ellos. los tres estaban sin palabras. -¿Alison? -Reiteró la señora Brown.
-¿Eres del comité de bienvenida, no? -Preguntó Zayn tratando de sonar relajado, lo cual no logró mucho. Alison asintió aún en shock.
-Em, si. -Respondió rodeando su mesa. -En el comité nos repartimos a los chicos nuevos, y ellos me tocaron a mí, pero no los encontraba. Ahora que los encontré, vamos a ir a… Recorrer el liceo. -Alison se encaminó a la puerta seguido de ambos chicos. 
-Espere, señorita Styles. -Alison volteó temerosa de que haya descubierto su mentira. -Dígale a su hermano que el examen de recuperación es en tres semanas. Que se prepare. -La castaña asintió relajada.
-Palabras que a Harry le encantaría oír. -Dicho esto salió apresurada de la clase sin dejar que la señora Brown contestara. Una vez afuera, y asegurándose de que la puerta estuviera cerrada, pegó un pequeño grito y abrazó a ambos chicos, que no dudaron en devolverle el abrazo. 
-¿Ali? Wow, estas… Wow. -Dijo Zayn mirándola de arriba a abajo. -¿Y Niall? Dios, no te reconocí. Cómo le das a la manzanilla… -Bromeó el moreno. Alison rió.
-Es natural. -Se quejó Niall tocando su cabello. -Habló el que se riza las pestañas… -Contraatacó el rubio.
-Estas si son naturalmente sexis. -Hizo una pequeña reverencia logrando la risa de Alison.
-¿Qué decís? De chico no las tenías así… -Comentó divertido Niall.
-¿Podemos dejar de hablar de tintura de cabello y pestañas postizas? No nos vemos hace… No se. ¿Once años? -Dijo algo molesta Alison.
-Rizadas, no postizas. -Aclaró el rubio, de broma, causando la risa de sus acompañantes. -Ya en cerio. Los extrañé. -Se unieron en un abrazo nuevamente.
-Es obvio que todo fue obra de nuestros padres. Pasar nuestro último año de preparatoria juntos. ¡Típico! -Exclamó Alison con un suave destello en los ojos.
-¿Vamos a buscar a los demás? -Preguntó Zayn pasando un brazo por los hombros de Ali y otro por los hombros de Niall. Todos asintieron.
-Se que Liam está en matemática. Se supone que Harry también, pero no doy fe en él… -Bromeó la pequeña Styles, ocasionando la risa de ambos chicos.
-Micki está en debate. -Aclaró Niall, caminando rumbo al aula de matemática aún entrelazados entre los tres.
-Si, Angie también. ¿Decís que mutaron que están juntas? -Preguntó Zayn.
-Tal vez Angie lo notara, pero si es por Micaella, ni muta que volvió a Londres. -Bromeó Niall. Ali sonrió. Eran justo como los recordaba.

Caminaron directo a la clase de matemática, y cuando Ali se fijó, no solo vio a Liam y a Harry, sino que junto a ellos estaba Louis. Se ve que sus padres habían decidido reunirlos a absolutamente todos nuevamente. 

-Ahí están. -Dijo Ali señalando desde la pequeña ventana que tenía la puerta de la clase.
-Once años, Alison. ¡Once! -Protestó Zayn aún sin poder localizar a los chicos.
-¡Por Dios, Zayn! Hasta yo ubiqué a Harry. La cara no le cambia. -Señaló al que acertadamente era Harry. -Y obviamente el de al lado es Liam, ¿No? -Le preguntó a la castaña, quien asintió.
-Voy a entrar. ¿Alguno quiere venir? -Ambos asintieron y tocaron la puerta. Los dejaron pasar, y comenzaron a hablar. -¿Puede ser que retire a un par de alumnos? -Harry, Liam y Louis miraban confundidos a la castaña, gracias a los dos chicos que la secundaban.
-¿Por qué razón? -Preguntó la amargada señora Walsh.
-Am… Es que… -Comenzó a tartamudear. -El comité de bienvenida. -Louis se paró de la silla, ocasionando que los otros dos también lo hicieran.
-Si. La estábamos esperando. Yo soy nuevo, y Harry y Liam están en el comité. Me dijeron que teníamos que esperar a Alison para poder comenzar con el recorrido. Y supongo que ella es Alison. -Actuó Louis perfectamente. ya que nadie emitía palabra alguna. Al fin los dotes de actuación del ojiazul sirvieron para algo. Alison asintió.
-Muy bien. Están escusados. Retírense. -Los tres agarraron su mochila y salieron lo más rápidamente antes de que cambiara de opinión.
-Alison, ¿Y estos dos? -Preguntó el celoso de su hermano a la castaña.
-Mis novios. -Respondió la pequeña Styles para provocar a Harry, pero el que reaccionó mal fue Liam.
-En cerio… -Insistió su hermano nuevamente.
-Okey… Me voy a retirar a un costado, y ustedes van a hacer lo que quieran. -Alison hizo un paso a la izquierda y los miró inquisitivamente. Todos se miraron entre sí. Niall y Zayn sonreían maliciosamente. 
-¡NO! -Gritó Liam quien había puesto todo las partes del puzzle juntos. 
-¿No qué? -Preguntó Harry, quien aún no entendía, al igual que Louis.
-¿No entendés? -Dijo algo muy emocionado Liam.
-Lo único que entiendo es que me libré de la clase de matemática.
-¡Quiero reunirme con mis amigas! ¡Abrácense de una puta vez! -Se quejó Alison, que estaba totalmente impaciente, como siempre. Todos se abrazaron y comenzaron a saltar alegremente.
-¡¿Soy el único que aún no sabe a quien abraza?! -Gritó Harry a la mitad del abrazo, por más que gritaba y saltaba alegremente.
-¡Yo tampoco! -Gritó Louis de la misma manera. Se separaron y le sonrieron a Ali, que estaba por matarlos por hacerle esperar el reencuentro con sus amigas.
-Louis, ¿En qué clase está tu hermana? -Preguntó Alison mientras comenzaba a caminar.
-¿Debate? No se. Creo que sí. -Comenzaron a caminar rumbo a la clase.
-Ya, en serio. Abrazo a un extraño y lo disfruto. -Gritó Harry animado abrazando a Niall mientras caminaba.
-¡Dios, hermano! ¡Soy Niall! -Gritó animado el rubio.
-¿Horan? -Preguntó Harry abriendo los ojos de par en par. Niall asintió y se volvieron a abrazar.
-¡Esperen! -Gritó Louis. -¡Zayn! -Gritó el ojiazul quien abrazaba al moreno sin saber siquiera quien era. Todos se volvieron a abrazar, sacando de quicio a la pequeña Styles.
-¡En cerio! Ustedes tuvieron su reencuentro. ¡Yo quiero el mío! -Dijo quisquillosa. Todos rieron y continuaron caminando para que Alison dejara de quejarse por todo. 
-Acá es. -Dijo Alison mirando por la ventana. 
-Allá está Anna. -Dijo Louis mirando por el pequeño cuadrado de vidrio al fondo derecho de la clase.
-Allá está Micki. -Dijo Niall, señalando a una rubia aburrida al fondo izquierdo de la clase.
-Angie es la del medio. -Dijo señalando a su hermana.
-Louis, vení conmigo. Sos el único que mete algo y sabe actuar. -Dijo la castaña, y el chico solo asintió y entraron a la clase.
-Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle? -Dijo amablemente la profesora de debate. 

Una señora completamente abstracta. Sus medias de nylon siempre estaban rotas, los zapatos le quedaban grandes, sus trajes eran pasados de moda, el cabello siempre corto y sin peinar, unos lentes redondos y más labial en los dientes que en los labios. Antes era una de las profesoras más amargas de la preparatoria. Antes de que _______ se mandara una de las de ella y la emparejara con el profesor de química, un señor bajito, con cabello alrededor de sus orejas, y cara regordeta. Ambos eran amargados, hasta que comenzaron a salir juntos, y ahora no paran de sonreír. Obviamente que _______ lo hizo por beneficio propio. Con ambos profesores felices, ella no tendría que estudiar tanto. 

-Buenas tardes, somos del comité de bienvenida, y precisamos a un par de alumnos para que nos acompañen y poder mostrarles las instalaciones del colegio. -Habló Louis fluidamente, sin rastro de entrecortarse o ponerse nervioso. Verdaderamente era un actor excepcional.
-¿Comité de bienvenida? Nunca lo vi a usted por aquí. ¿Y si es nuevo, como conoce el colegio? -Preguntó la profesora arreglándose el horroroso traje rosa chillón que había elegido portar el día de hoy.
-Lo que sucede es que yo venía con anterioridad al colegio, pero luego tuve que retirarme por un par de años, pero ya volví. -La señora Marshall se acomodó los antiguos anteojos y miró mejor a Louis, quien sonreía ocultando todo su nerviosismo.
-Bien. ¿A quienes precisan retirar? -Preguntó volviendo su mirada al pizarrón y continuando copiando cosas en él.
-A Micaella Horan, Angie Malik y Anna Tomlinson. -Las tres chicas comenzaron a mirar para todos lados impacientes, mientras se paraban. Louis y Alison les hicieron una mueca con la cara diciéndoles que se quedaran calladas, y que actuaran. Tomaron sus bolsos y caminaron desde el fondo de la clase, hasta la puerta.
-Señorita Styles. -Llamó la profesora Marshall a Alison antes de que ésta fuera la primera en atravesar el umbral de la puerta. Nuevamente los nervios invadieron el cuerpo de la pequeña Styles, mientras se giraba temblorosa sobre sus talones.
-¿Si? -Preguntó temblando, pero controlando su pulso para disimular su nerviosismo.
-Tome. -Le entregó dos sobres blancos, que al girarlos se leía "_______ Payne" y en la otra decía "Alison Styles". Ali abrió la de ella, y descubrió que era una invitación a una boda. -Dale la otra a _______. Muchísimas gracias por todo lo que hicieron por mí, chicas. Se los agradezco de todo corazón.
-¿Se casan? Wow, que… Increíble. -Dijo anonadada la castaña mientras volvía a guardar la tarjeta en el sobre.
-Si. La boda es en setiembre, y de verdad me gustaría que estuvieran presentes, ya que sin ustedes nada podría haber pasado. -Ali sonrió ampliamente. -Ah, y pueden llevar una pareja. -La profesora Marshall sonrió, mostrando sus dientes llenos de labial rosado, a conjunto con su traje. Alison se sonrojó, dio una última sonrisa, y se retiró de la clase, seguida de sus cuatro amigos.

-No se por qué estoy más sorprendida: si por reencontrarme con ustedes, o por lo increíble de que una mujer de esa edad y aspecto consiga un esposo… -Contestó Micki una vez que todas habían salido de la clase. Las cuatro gritaron y se abrazaron entre sí, sin parar de intercambiar palabras expresadas en gritos que se mezclaban haciendo que no pudieran entenderse. Luego las chicas saludaron a los demás chicos con la misma euforia que antes.
-¡Esperen! -Gritó Angie interrumpiendo los abrazos. Luego se puso a contar mentalmente mientras iba señalando a cada persona en el desierto pasillo. -¡Nueve! ¡Somos nueve! -Exclamó deduciendo algo.
-Buena, Sherlock. -La molestó Zayn, su hermano, mientras le daba un leve golpe en la parte de atrás de la cabeza.
-¿Y _______? -Preguntó Niall.
-Dijo que iba a estar en la biblioteca. Ama leer. Se ve tan tierna cuando está leyendo, con sus lentes y todo. -Claramente la intención de Harry al hablar sobre su amiga de esa manera era despistar a los demás de lo linda que verdaderamente era. -No saben, es como una "geek" de la historia. Es amante de todo eso. Se puede decir que pasa mucho tiempo en la biblioteca leyendo, o estudiando historia. -Todos quedaron boquiabiertos. Claro, su amiga, la extremadamente loca de su amiga, ahora era toda una "geek", en todo sentido. Liam y Alison negaron divertidos, sin ser vistos por los demás, que aún trataban de digerir la información.
-Vamos. -Dijo Liam en un ahogo de una risa. 

Todos comenzaron a caminar rumbo a la biblioteca entre risas y alegrías, hasta que pasaron por la sala de baile. Estaba abierta, y una melodía se escapaba desde adentro. Alison, Harry y Liam dedujeron al segundo que se trataba de _______, ya que las clases de baile generalmente son en el horario de la tarde. 

-O tal vez se desvió de camino a la biblioteca. -Comentó Alison ya caminando hacia la puerta de la sala de baile. 

Al llegar a la sala todos se quedaron estupefactos. Una bella chica, de hermosas curvas bailaba una melodía que a simple vista nadie podía reconocer. Estaba de espaldas a ellos, y extremadamente concentrada en la música. No traía la ropa con la que había llegado, sino que ella tenía la creencia de que bailar con la ropa adecuada, te hace adentrarte más en la coreografía. Bueno, así se lo había inculcado su profesora de baile. Para la ocasión tenía una pollera larga hasta los tobillos recta y fluida teñida de varios colores, incluyendo verde claro, celeste, lila y blanco, totalmente abstractos. Llevaba una musculosa blanca, la cual había atado arriba de su abdomen con un nudo, y en los pies no llevaba nada. El cabello lo llevaba recogido hacia un lado en una cola de caballo, logrando que su larga cabellera calera hasta el comienzo de sus caderas, y también se divisaba una flor en donde estaba la banda elástica sujetando su cabello. Traía muchas pulseras para terminar el conjunto.



Comenzó a mover sus caderas aplaudir al ritmo de la música. Bailó la primera estrofa sola, delicada y sexy a la vez. Totalmente concentrada en su baile, no había notado la presencia de los nueve chicos que la miraban asombrados. Louis, astuto, el primero en reaccionar, dejó caer su mochila al piso, y corrió agarrándola por sorpresa luego de que se escuchó "…Y que algún día me haga mujer…", y comenzaron a bailar juntos, combinados. Ninguno de los dos perdió contando visual en ningún momento. Ella no perdía oportunidad para jugar con el castaño en ocasiones como cuando la canción decía "…que las niñas gitanas, saben lo que está mal", consiente de las reacciones de Louis. Él la hacía girar, y bailar, pero no como lo habían hecho recientemente en Grecia. Este baile era diferente. Ambos se habían olvidado por completo de las personas que los observaban, bueno verdaderamente _______ no las había visto. Seguía concentrada ahora en los ojos de Louis. Ella lo veía como un juego, e igual él. Al terminar la canción, ambos quedaron pegados cuerpo con cuerpo, y escrutándose con la mirada mientras sus pechos subían y bajaban gracias a la agitación de haber bailado. Unos aplausos los obligaron a romper con esa conexión visual. 

_______ gritó y fue a reunirse con sus amigas en un gran abrazo entre todas. No tardó más de tres segundos en poner todas las piezas juntas. Estaba Louis, estaba Anna, reconoció a Micki, ya que solo habían pasado un par de años desde la última vez que la vio, y por más que estuviera cambiada, no era tanto, y dedujo que la restante era Angie. Luego de gritos inentendibles, se separaron, y _______ se fue a abrazar a Niall y Zayn, que aún la miraban sorprendidos. 

-¿Qué? -Preguntó _______ riendo por la forma que ambos chicos la miraban. -¿Qué tengo? -Preguntó de la misma manera.
-No es que… Harry dijo… Lo que pasó es qué… -Comenzó a decir Zayn algo nervioso.
-¿Harry dijo que era una geek amante de la lectura y de la historia que usa lentes y se la pasa estudiando? -Preguntó ya conociendo la táctica de su amigo. Ambos chicos asintieron tímidos. -¡Harry! Dejá de hacer esa joda, la gente de verdad se lo cree. -Dijo golpeando al chico en el brazo de broma. Luego volteó y agarró de sobre un banco una botella con agua, y comenzó a beberla.
-Es genial. La cara que pone la gente es épica. -se defendió el hermano mayor de Alison mientras reía.
-Oye, ¿Qué? ¿Por qué Harry se la va por ahí diciendo mentiras sobre vos? -Preguntó Micki confundida mientras reía.
-¿Quién dijo que eran mentiras? -Respondió la chica mientras le daba otro sorbo a su agua.
-¿Qué no lo son? -Preguntó ahora Niall, más confundido que antes.
-Soy una chica de varias capas… -Le respondió al rubio de forma graciosa. 
-No me molestaría quitarte capas. -Dijo Louis mientras la miraba de arriba a abajo. _______ tomó un sorbo del agua, y luego lo escupió en la cara del castaño. -Está tibia. -Respondió al fin retirando los residuos de agua de su cara.
-¿Qué fue…? -Comenzó a decir Angie, pero Anna la interrumpió.
-No querés saber. 
-Pará. Hay algo que todavía no entiendo. ¿Por qué vestís como gitana, o algo así? -Preguntó nuevamente Zayn a _______, quien ya estaba más calmada, y no respiraba con tanta dificultad. Louis arrebató la botella de las manos de _______ y comenzó a beber de ella.

-Porque bailaba flamenco… -Respondió obvia la chica, ignorando el previo acto del ojiazul. Todos la miraron pidiéndole más explicaciones. -Me lo pegó la profesora de baile. Dice que se baila mucho mejor si uno realmente se mete en el personaje. Acostúmbrense, porque las clases de baile son obligatorias, y van a tener que disfrazarse seguido. -La chica sonrió. -Me voy a cambiar y nos vamos. ¿Okey? -Todos asintieron y dejaron que _______ entrara al pequeño vestuario contiguo a ponerse la ropa con la que había llegado. 

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Acá el episodio siete! Woho!!!!! Angie, tengo que hablar contigo. O sea, la Angie que está en mi novela. Me llegaron acusaciones anónimas de que vos en el colegio molestás a tus amigas diciéndoles que sos más importante que ellas porque estás en mi novela. Yo espero que esto no sea verdad... La elección fue al azar. No sos más o menos importante por estar en esta novela. No te lo digo de mala gana. No te voy a sacar de la novela a excepción de que lo sigas haciendo. Si yo me entero que vos seguís tratando mal a tus amigas, me temo que te voy a sacar de la novela. Quiero que les pidas disculpas. Y no digas que lo hiciste y verdaderamente no, porque tengo una persona que me avisa si lo hacés o no... Y ya le pedí que me avisara si lo seguías haciendo. Es una advertencia. Me entero que lo seguís haciendo, y voy a tener que reemplazarte. Espero sepas entenderlo, y sepas ser honesta y hablar con la verdad, porque prefiero que me digas la verdad, que me niegues esto. 

A las demás, si ven a la derecha de mi blog van a ver una nueva lista que dice "redes sociales". Ahí van a encontrar mi twitter, mi ask, mi ask con ana, mi facebook, mi cuenta en weheartit, y mi tumblr. Por si quieren contactarme, o lo que sea. También agregué una nueva encuesta, para ver si les gustaba mi nueva novela, me gustaría que voten, para saber lo que piensan. Leí todos los comentairos anteriores, y me alegra que les guste :) Ah, y también agregué a la derecha un botón que creo que tiene una g+, que es para que apreten el botón, y poder votarme para que aparezca mejor en google. Si lo pueden hacer lo agradecería. Bueno, era eso. Ojalá les guste el capítulo. Beso enorme a todas :)

Las ama,

Julii :)

domingo, 21 de julio de 2013

Capítulo seis: "Irresistible".





-¿Quién es la chica de la que estás enamorado? -Preguntó finalmente algo tímida, raro en ella. Temía a algo. Pero, ¿A qué? El chico estuvo unos minutos girando en su silla mirando al suelo debatiéndose entre hablar o no. Su sonrisa había desaparecido, y sus ojos volvieron a apagarse, solo un poco. Ella lo notó y se arrepintió inmediatamente de la decisión que había tomado. ¿Tomaría venganza por eso? 
-Ella es… -Otro silencio inundó la sala, hasta que se dignó a mirar a _______, quien aún seguía sentada en el escritorio. -Es hermosa. -Los ojos opacados por malos recuerdos, volvieron a brillar, acompañados de una amplia sonrisa. -Tiene estos enromes y hermosos ojos, que con un simple pestañeo me dejan sin aire. Y su sonrisa. -Suspiró sin dejar de sonreír. -Tiene una sonrisa encantadora.
-Me sorprende que no hables de sus curvas. -Dijo la chica en un intento a subirle el ánimo, y tratar de suavizar la venganza de mas tarde con bromas.
-Está muy buena. -Le dio la razón. -La chica más sexy que probablemente conozca. Ella es irresistible.
-¿Y si estás saliendo con ella, por qué te empeñas tanto en estar conmigo? -Soltó sin medir sus palabras. 
-La que se empeña es otra, ángel. -Ahí está lo que decía _______. ¿Por qué se molesta en tratarla así, si sale con otra chica? Ella lo miró desafiante, indicándole con la mirada que no siguiera. -¿Quién dijo que salía con ella? -_______ se sintió estúpida. En ningún momento lo afirmó, y ahora se veía como una maldita zorra celosa. Deseaba que Louis no lo notara, pero debido a su pícara sonrisa y su ceja enarcada, se podría decir que no solo lo había notado, sino que se lo estaba echando en cara.
-¿Y qué te hizo? Digo, debió de ser grave para que sufras así. -¿Por qué se preocupaba tanto por la vida de Louis? Ella trataba de convencerse que era por curiosidad, pero ¿Realmente era esa la razón?
-Nada. -Respondió retirando la sonrisa que tenía anteriormente.
-¿Y no se compadeció ni un poquito cuando le dijiste que la amabas? Digo, se que sos un imbécil, pero hasta yo te tendría compasión. -Preguntó ella cada vez más sumida en la vida del castaño. Él la miró y mientras aparecía una tímida sonrisa, enarcó una ceja. -¿No se lo dijiste? -Louis negó divertido. -¿Al menos existe, o estamos hablando de Megan Fox? -Él emitió una pequeña risa, contagiándola a ella a su paso. Verdaderamente estaban pasando un momento sin incluir insultos. Bueno, sin incluir tantos insultos.
-¿Qué te pasa? Tampoco soy un friki. -Le respondió obvio. Claro, ¿Quién lloraría por amor por Megan Fox? Bueno, no Louis, por lo menos.
-Bueno… -Contraataco ella refiriéndose a la parte de "friki". Él rió mientras negaba y seguía jugando con la silla. -¿A ella le gustás? -Louis se encogió de hombros. -¿Por qué no lo averiguás? Peor que ahora te aseguro que no vas a estar. Vas a ser miserable tu vida entera sin importar lo que hagas. Decile lo que sentís por ella. -¿_______ dándole consejos a Louis? Esto es nuevo… Louis estuvo un par de segundos sin contestar hasta que subió su cara y la miró a los ojos.
-Es complicado. -La chica se bajó del escritorio encogiéndose de hombros mientras se dirigía a la puerta.
-Decir que "es complicado" es solo una variante de "no se" combinado con "me da miedo". Te lo digo por experiencia. -Dijo antes de retirarse por completo, depositando la cámara sobre una mesa al lado de la puerta, dejando al castaño pensando las palabras que había dicho. 

-Fin de la narración.-

-Narras tu.-

¿Qué mierda fue eso? Fue la cosa más rara que he hecho en bastante tiempo. O sea, obvio que era para rebuscar algo con qué molestarlo, pero por más que lo niegue, luego fue la curiosidad la que impidió a mi boca permanecer callada. No entiendo por que sentía esa curiosidad por Louis. Y para peor dándole consejos. ¿Dónde se vio?

Ta, basta. Tengo que despejarme. Mejor voy a la playa, y me quedo escuchando algo de música. Después de todo, de seguro Louis no tenga ganas de hablarme, y los otros dos marmotas duerman hasta un par de horas más. Por cierto, ¿Qué hora es? Chequeé en mi celular y marcaba las diez y veinte de la mañana. Todo un récord. Eso me recuerda que tengo que matar a Louis por despertarme tan temprano hoy.

Me cambié a un bikini:

Y salí a la playa con un pote lleno de fresas. No se por qué, pero esa es una fruta que me puede. Es como irresistible. Al llegar localicé a un chico bastante lindo surfeando en la playa. ¿Bastante lindo? Un caño. Tenía el cabello rubio corto, y los ojos azules. Y ni hablo de su cuerpo porque escribo una Biblia de largo.

Ya había pasado una hora y media desde que estuve tratando sin cesar de llamar la atención al chico, y ya estaba dudando si no le interesaba, o si seguía surfeando para impresionarme de sus habilidades. Me había volteado a ver un par de veces, pero nunca se había acercado. ¿Qué estaba esperando? ¿Verme en topless? De repente siento como la reposera vacía a mi lado se ocupaba. Louis con la misma cámara de video de hace un rato estaba filmándome desde la reposera de al lado.

-¿Qué hacés? -Preguntó el castaño sin dejar de filmarme. Ahí por fin me volteé a verlo. Se había sacado el short del pijama, y ahora tenía en su lugar un short de baño, con su torso al descubierto dejando ver sus perfectos músculos marcados. ¡Porqué tenés que se Louis! ¡Agh! Rápidamente desvié la mirada hacia mi principal objetivo: El rubio.
-Llamo la atención de aquel chico. -Dije señalándolo disimuladamente para que no se diera cuenta que hablaba de él.
-¿Y cómo vas con eso? -Prosiguió con el cuestionario, como si fuera un entrevistador de la tele.
-Bien. -Respondí confiada, pero ante la mirada inquisitiva del chico flaqueé. -Bueno, no tan bien. Pero ya me va a ir perfecto. Vas a ver.


Tenía que aplicar la mayor cantidad de reglas posibles de la feminidad para completar mi misión con éxito, y más con Louis de espectador. Tenía que demostrarle que era buena en lo que hacía. ¿Por qué? No se. Regla número uno: el cuerpo. Las chicas sabemos como controlar a los hombres, y nuestro cuerpo es una de nuestras armas mortales. Porque de esa manera llamamos la atención, entonces mientras más piel se muestre, más atrae a los hombres. Asegurándome de que me miraba, me comencé a quitar la ropa de playa que tenía quedándome en bikini. Regla número dos: el cabello. Arma mortal de seducción. Lo revolví un poco mientras quitaba los mechones que caían por mi pecho hacia mi espalda. Luego me senté en la reposera nuevamente para hacer la regla número tres: Siempre llevar algo a tu boca, porque enfoca la atención de los chicos en esa sección, lo que les da ganas de besarte. Y las fresas son una de las mejores frutas para este tipo de trabajo. Comí la fresa sin despegar la mirada del chico, hasta que por fin logré que el chico se movilizara hasta donde estábamos. Misión cumplida.

Miré a Louis complacida con mi esfuerzo, y noté que aún me filmaba con una sonrisa pícara en la cara. Él había estado disfrutando del maldito espectáculo que yo le había brindado inconscientemente. 

El chico llegó hasta nosotros. De cerca aún es más lindo que de lejos. Llegó y clavó al tabla de surf en la arena mientras se revolvía el cabello mojado y nos brindaba una sonrisa encantadora.

-Hola. -Saludó cordialmente colocando una mano en su cintura.
-Hola. -Respondí yo correspondiéndole la sonrisa. Louis solo asintió con la cabeza algo callado mientras seguía filmando la escena. Noté en su voz un leve acento, pero no se de dónde. -¿Cómo estás? 
-Bien. Bien. -Respondió seguro sin abandonar la sonrisa. -¿Y ustedes? 
-Bien. -Respondí yo, Louis se mantenía absorto a la conversación mientras seguía filmándolo todo. -¿Eres de por aquí?
-No. No. De hecho, soy de Australia. Estoy de mochilero por Europa, ya saben, probando nuevas aguas… Literalmente. -Emití una pequeña risa. -¿Ustedes?
-No, somos de Inglaterra. Estamos de vacaciones. -Proseguí, sin dejar de mirarlo fijamente, mientras me mordía el labio inferior.
-Oye, hay un café muy bueno a unas cuadras de aquí, y me preguntaba si querías ir a tomar algo, o no se… -Al fin lo dijo. ¡Pero no a mí! Abrí grande los ojos con mi boca mientras lo miraba asombrada. Claro que éste no se dio cuenta, ya que no me miraba a mí. Louis, quien estaba completamente concentrado en mí, giró hacia él cuando notó mi cara de asombro, descubriendo que el lindo chico lo estaba mirando, y que la invitación era para él.
-¿Quién? ¿Yo? -Preguntó tan confuso como yo. El rubio asintió sonriendo. ¡Era gay! Oh por dios. -Yo no… No creo que eso sea posible. -Respondió Louis riéndose. Es como dicen, la gente ríe para no llorar.
-¿Ya sales con alguien? -Dejé mi actitud indignada al darme cuenta de que este chico creyó que Louis también era gay. Si, eso compensa todo. Louis asintió temeroso.
-Si, si. Estoy en algo con alguien. -Mintió, porque hasta donde yo sabía, él no tenía novia.
-Bueno, en ese caso, supongo que te veré después. De todas maneras, llamame si no funciona. -Sacó de su mochila un trozo de papel y una lapicera y escribió su número en él justo antes de pasárselo a Louis, quien aún atónito lo recibió. El chico sonrió por última vez y se fue, pero para el momento yo ya era un manojo de risas incesantes. 
-Shh. -Me calló luego de apagar la cámara. ¡Tengo pruebas de que esto es verdad! Esto cada vez se pone mejor. -No es gracioso.
-¿Qué no es gracioso? -Volví a emitir una sonora carcajada. -Esto es más que gracioso. 
-¿Qué es gracioso? ¿Qué un chico no te diera bola? -Preguntó contraatacando con una ceja enarcada.
-No. Mi padre siempre lo dijo. Si un chico no me da bola, es porque es gay. -Y volví a estallar en carcajadas bajo la mirada fulminante de Louis.
-¿Por qué te estás riendo? -Preguntó un Liam extremadamente adormilado llegando a nuestras espaldas junto a Anna, quien poco más y se caía dormida en la arena.
-Es que… -Comencé a decir, pero una fresa en forma de proyectil aterrizó en mi cara.
-Es que nada. ¿Verdad _______? -Me miró de manera inquisitiva e instantáneamente me di cuenta de qué era lo que trataba de decirme. Nuevamente estoy subestimando a Louis. Él sabe cosas, que a mi me conviene que queden guardadas en su ser, y que no las sepa nadie. ¡Agh! Lo odio. Sin quitar mi sonrisa burlesca asentí y me comí la fresa que previamente había azotado mi rostro.

Después de eso solo hablamos de temas triviales hasta que nos dio hambre. Y con razón, eran las cuatro y media de la tarde, y nosotros no habíamos pegado un bocado desde la noche anterior. Comimos algo de las sobras de la noche anterior. Ninguno tenía ganas de cocinar, bueno, en verdad en ninguno quitamos de antemano a Anna, que todo lo que sabe cocinar son fideos, porque hasta el arroz se le pasa. En fin, a eso de las siete llegaron nuestros padres anunciando que iríamos a comer en celebración a nuestro cumpleaños, así que todos nos fuimos a bañar.

Yo entré en el baño de nuestra habitación. Llegué corriendo y me metí antes de que los demás pudieran protestar, así que no se como se planean arreglar los demás. Se que hay dos baños más, pero en uno de seguro se deben de estar bañando nuestros padres, así que solo queda uno libre. 

Me lavé el pelo, me enjaboné, y salí. Traté de no tardar mucho, porque sino me iban a terminar mandando a mí a bombear el agua al techo, y no estaba dentro de mis planes. Me puse la ropa interior, y arriba la bata de baño, y así salí a la habitación, en la cual se encontraba Liam, puteándome de arriba a abajo para que me apurara en liberar el baño. Solo lo ignoré y me dediqué a sacar mi secador de pelo y mis cosméticos de la valija. Los dejé sobre un pequeño buró, que no tenía espejo. Grave para una mujer. Para mi suerte, había traído uno de esos espejos redondos pequeños de pie, los que se usan para maquillarse, a veces también se ven colgados de la pared. Lo dejé junto a todo eso, y me senté en la silla. Cero ganas de secarme el pelo, la verdad. 

En eso entra Louis, cubriéndose únicamente con una toalla de la cintura para abajo. Se ve que él se había bañando antes que Anna. Se veía condenadamente sexy, con el torso descubierto, el cabello mojado y alborotado, y las pequeñas gotas que resbalaban por su cuerpo. 

-¿Qué? -Preguntó Louis con una sonrisa, al notar que mi mirada estaba fija en su torso.
-¿Me secás el pelo? -Pregunté con una sonrisa inquisitiva mientras sostenía el secador en mi mano. Dio un suspiro mientras sonreía y se acercó a mí, quitándome el secador de la mano bruscamente. 

Lo prendió y comenzó a secarme el pelo. Increíble, realmente. Mientras tanto, yo me dediqué a maquillarme. ¿Habrá notado que aún sigue en cuero? Si quiere, que no lo note. Por mí… Louis es el claro ejemplo de "calladito te ves más bonito". A los diez minutos, más o menos, apareció Anna con una bata de baño, igual que yo, justo al momento en que Liam salía del baño de la habitación. ¿Se habían sincronizado o qué? Luego de que Anna regañara a Louis por haberla dejado sin agua caliente, y tener que haberse bañado con agua helada, prosiguió protestando de que a ella nunca le había secado el pelo como me lo estaba haciendo a mí, a lo que el castaño se defendió diciendo que ella nunca se lo había pedido. Obviamente terminó Liam secándole el pelo a Anna, mientras ella, quien también se había traído un espejo como el mío, se maquillaba a mi lado.

-Deberías de dejar de complacer a mi hermana, porque la tuya se queja y termino yo haciendo las cosas para ella. -Se quejó mi hermano, refiriéndose al acontecimiento de la noche anterior, cuando Louis me cargó, y Liam se vio prácticamente obligado a cargar a Anna de regreso del bar.
-Es que si me mira con esa cara, y con el escote de la bata, no me puedo resistir. -Comentó gracioso hablando por arriba del ruido del secador.
-¿Tenés rímel? -Me preguntó unos minutos después Anna. -Es que el mío se acabó, y me compré otro, pero me deja como grumitos en las pestañas, y no me gustan.
-Si, obvio. Agarralo. -Le dije refiriéndome al estuche lleno de maquillaje entre ambas.
-Hay, Liam, ¿Me prestás tu labial? Es que el que tengo es de esos que parecen líquidos, pero son pegajosos. -Dijo Louis en tono de burla sin dejar de secarme el pelo.
-Odio esos. Y más cuando el cabello se te pega en los labios. Es tan molesto. -Prosiguió Liam, siguiéndole la broma a Louis. 
-Para su información, las chicas traemos más de un labial por viaje. -Aclaró Anna, sin dejar de maquillarse. Ellos solo se rieron y siguieron secándonos el pelo. 

Louis terminó antes que Liam de secarme el pelo, ya que Liam había empezado como diez minutos después.

-Listo. -Mencionó apagando el secador. Y se piensa que termina ahí… Qué gracioso. Me agaché hasta la altura de mi bolso y saqué la plancha del pelo. -¿Es joda? -Preguntó algo cansado. Yo negué divertida. Sé como controlar a Louis, y como hacer que haga exactamente lo que yo quiero que haga. 

Me paré hasta quedar enfrentada a él, y a esta altura el nudo de mi bata se había aflojado un poco, haciendo que el escote fuera más profundo. Lo miré mientras sonreía y me acerqué a él aún más.

-Lou, ¿Me pasás la planchita, por favor? -Le pedí mientras lo miraba a los ojos y me mordía el labio levemente. Él largó un suspiro que llegó a chocar contra mi rostro, gracias a la cercanía de los mismos.
-Te odio. -Respondió sonriendo mientras me arrebataba la planchita de las manos y la enchufaba donde antes estaba enchufada la secadora. Sonreí victoriosa mientras me volvía a sentar y continuaba maquillándome, bajo la mirada de negación mezclado con diversión de Liam. 

Luego de otros veinte minutos, Louis terminó de pasarme la planchita, y al mismo tiempo terminó Liam de pasársela a Anna, ya que ella tenía mucho menos pelo que yo, además el de ella no era tan ondeado como para estar horas pasándose la planchita, a diferencia del mío que especialmente ahora que tuvo contacto con el agua salada, se ponía peor.

Ambas nos vestimos.

Tu:




Anna:




Y al salir los chicos ya nos estaban esperando vestidos. Liam traía unos jeans oscuros, con una camisa de cuadros roja, azul y blanca arriba, una campera y unas converse blancas en los pies. Mientras tanto, Louis llevaba un jean, al igual que Liam, solo que el de él era claro, una remera azul oscuro con rayas blancas horizontales de manga corta, una campera y unas vans del mismo azul que su remera. 

Bajamos todos juntos las escaleras para escuchar a la escandalosa de mi madre gritando que nos apuráramos o perderíamos la reservación en el restaurante. Yo fui en el jeep con Anna y su madre, con Jeremy, mientras que Liam y Louis fueron juntos con mis padres. 

No tardamos mucho en llegar, ya que el lugar quedaba relativamente cerca. El lugar era bastante elegante, nada que ver al que fuimos el otro día antes de casi morirme. Este era junto a la playa. Era enorme, y por fuera era color blanco. Con varias antorchas que alumbraban la entrada. Al entrar había una tarima, con una chica de unos veinticinco a treinta años, con una tabla. Era de estatura normal, rubia, llevaba hecha una trenza sencilla, con ojos azules y pestañas que desbordaban rímel con grumos. No pude evitar reprimir una risa pensando en la imitación de los chicos más temprano. 

Dicha chica nos guió hasta una mesa junto a la ventana en la que cabíamos todos, pero a mitad de camino, Louis me frena bruscamente.

-¿Qué? -Dije de mala gana sobándome el brazo.
-Mirá para allá disimuladamente. -Giré mi cabeza como si fuera un buho, o chucky, y logré localizar al chico de esta mañana, el que estaba surfeando. Estaba con un par de chicos más. Lo único que pensé en ese momento es que debería de ser un mochilero con padres ricos, para venir a este tipo de restaurantes.
-¿Tu novio? -Pregunté graciosa volviéndome hacia él. El resto de nuestra familia ya había llegado a la mesa y nosotros seguíamos a la mitad del restaurante, ahora con el rubio caminando hacia nosotros.

-Fin de tu narración.-

-Narrador omnisciente.-

Al llegar hacia donde estaban ambos chicos, el rubio solicitó hablar en privado con Louis, y éste no se pudo negar, ya que le intimidaba mucho aquel muchacho. _______ riendo disimuladamente giró sobre sus talones y caminó hacia la mesa donde estaban ya todos. Louis y el surfista salieron del restaurante y se pusieron a un lado del mismo, contra la pared. 

-¿Entonces? -Apresuró la charla el castaño, que le urgía salir de ahí lo más pronto posible.
-Es que, te vi nervioso esta mañana. Y pues, me imaginé que aún no aceptabas tu orientación sexual. -Louis se sobresaltó abriendo rápido los ojos.
-Yo no soy gay. -Renegó el chico nuevamente. 
-Yo se que puedes estar confundido, nos pasa a todos. Pero vi la manera en que me mirabas, y como me filmabas mientras surfeaba. -Louis no podía más con todo esto. No sabía si reírse, si llorar, o si salir corriendo. 

Mientras tanto, _______ no sabía si era porque estaba de bondadosa, o si era porque sentía que le debía algo, o no se, pero decidió ayudar al castaño por primera vez en su vida. Además, tal vez de esta manera dejaría de molestarla. Aunque no estaba segura si le agradaba la idea de no tener a Louis abrazándola o tocándola todo el tiempo. Sin decir nada, se paró de la mesa y caminó fuera del restaurante.

-Te puedo asegurar que no soy gay. Yo… -Louis se quedó pensativo. -Yo tengo novia. -<<¡Buena, Tomlinson! Ahora tenés que conseguirte una novia en tres segundos o inventarla mágicamente.>>
-¿Quién es? -Preguntó intrigado el rubio mientras se cruzaba de brazos. En ese instante _______ salió del restaurante con el fin de sacar a Louis de esa situación tan incómoda.
-¡Amor! -Captó la atención de los dos chicos mientras se acercaba a ellos. -Acá estás. -Tomó a Louis de la mano mientras miraba al rubio. -¿Interrumpo algo? -Louis confundido a más no poder, y aún sin entender nada, negó con la cabeza.
-No, no.  -Respondió el castaño.
-Soy _______, la novia de Louis. ¿Y tu? -Preguntó estirando la mano hacia el rubio, quien miraba atónito la situación. Louis al fin entendió lo que la castaña trataba de hacer, y soltándole la mano la tomó por la cintura, acercándola a él.
-Soy David. Nos conocimos esta mañana. -Le correspondió el saludo estrechándole la mano a la chica.
-Claro, el chico que surfeaba. -Desenlazaron las manos, mientras _______ seguía teniendo el brazo de Louis sobre sus caderas. 
-Linda, ¿Vamos? Nuestros padres deben de estar preocupados. -Habló Louis luego de salir de su transe. _______ asintió con una sonrisa.
-Un gusto conocerte, David. -Se despidió amablemente.
-El gusto fue mío. -Y dicho esto, _______ y Louis se adentraron nuevamente en el restaurante.
-¿Nos está siguiendo? -Preguntó la castaña en un susurro.
-Si. -Respondió Louis, mientras miraba al rubio desde el reflejo de la ventana. _______ metió su mano en el bolsillo trasero del pantalón de Louis, mientras él seguía tomándola por la cintura, y siguieron avanzando hasta la mesa. -Gracias. -Dijo antes de llegar.
-Ahora estamos a mano. Me ayudaste la otra noche, te ayudé yo ahora. -Llegaron a la mesa, y desenlazando sus cuerpos, se sentaron uno al lado del otro, ya que eran los únicos asientos libres.
-¿Qué se supone que es esto? -Preguntó Anna con una mirada cómplice sobre ambos.
-¿La historia larga o la corta? -Ya todos estaban pendientes de la conversación, incluso los padres de los cuatro, quienes no podían creer como ambos chicos pudieran estar matándose y al segundo melosos. 
-La corta es que me ama. -Respondió Louis antes de que alguien más opinara algo. _______ le peguó por debajo de la mesa.
-En cerio. -Insistió Liam, quien veía imposible la idea de que su hermana estuviera enamorada de Louis.
-¿Recuerdan hoy a la mañana que yo me reía? -Ambos asintieron mientras nuestros padres y Jeremy miraban atentos. -Bueno, resulta que ese chico estaba surfeando en la playa. Y yo quise hablar con él, entonces cuando vino se puso a coquetear con Louis. -La castaña no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, acompañada de la de los demás.
-¿Era gay? -Preguntó Anna aún riendo. _______ asentió.
-No es gracioso. -Respondió Louis, el único que no reía.
-Y nada, ahora me picó lo buena, y cuando el pibe lo sacó para hablar, yo me hice pasar por su novia para que lo dejara de molestar. -Le restó completa importancia al tema mientras todos la miraban embobados. Claro, la chica que siempre dice lo poco que soporta a Louis, ahora andaba ayudándolo y haciéndose pasar por su novia. -¿Me pasan el pan? -Preguntó dando por terminado el tema.
-Es irónico. ¿Justo vos te hacés pasar por su novia? -Dijo Liam riendo. Claro, si se tratase de Harry, ya estaría tirándole una antorcha por la cabeza.
-¿Qué? Era una inocente doncella en apuros. Solo lo ayudé. -Todos rieron por lo de "doncella", y Louis la pateó por debajo de la mesa nuevamente.
-En mi opinión hacen una bonita pareja. -Dijo la madre de _______ mirándolos enternecidos. <<Que parte de "hacerme pasar por su novia para que un gay no lo acose" no entendió?>>
-En mi opinión no deberías dar tu opinión. -Respondió ella algo molesta, parándose para agarrar el pan, ya que nadie fue capaz de alcanzárselo. 
-Yo concuerdo con tu madre. -Dijo Louis, abrazándola por los hombros. Ella trató de sacárselo de en cima, pero su madre interrumpió.
-No. El chico mira hacia ustedes. -Efectivamente lo comprobaron por un espejo que había en frente de ellos, en donde se veía que el rubio los miraba fijamente un par de mesas a espalda de ellos. _______ no tuvo otra opción que quedarse con el brazo del castaño rodeando su cuello.  

Así pasaron la cena, entre risas, y miradas cariñosas por parte de Louis a _______. Cuando terminaron las luces se apagaron. Eran las diez en punto, y en este restaurante todos los días a las diez se apagaban un poco las luces, y se ponía algo de música durante no más de diez minutos para que las parejas bailen. Era un restaurante bien equipado.

-Deberían ir a bailar. -Dijo la madre de Louis con una mirada cómplice. _______ negó rotundamente antes de siquiera considerarlo.
-Estoy segura de que el chico sospecha de su "relación". Deberían de bailar para demostrarle que es cierto. -Habló Karen. <<¿Qué es esto? ¿Complot de mamás?>> Pensó _______ girando los ojos.
-No vamos solos. Que Liam y Anna bailen también. -Anna se paró sin más, junto con Liam. _______ tenía la esperanza de que se negaran. Pero se ve que ambas familias se habían complotado. 

Cuando quiso acordar, ya tenía a Louis parado junto a ella, estirando una mano. La tomó pesadamente y fueron al centro del restaurante, que se usaba de "pista" durante los pocos minutos que duraba esto. <<Supongo que no me van a saltar con Wiz Kalifa o Sean Kingston ahora, ¿No?>> Se preguntó la chica, quien acertó al escuchar una canción relativamente lenta. Pero no era de esas anticuadas, de hecho ella amaba esta canción. Era de sus favoritas. Era "All About Us"  de He Is We ft. Owl City.




Y así frente a la mirada del rubio, comenzaron a bailar. Ella puso su mano derecha en el hombro izquierdo de Louis, y él puso su mano izquierda en la cintura de la chica, y finalmente entrelazaron sus manos vacías. Comenzaron a tambalearse delicadamente. Verdaderamente no estaba tan malo. De hecho, a _______ le agradaba la sensación. Y obvio que a Louis le fascinaba por completo. 

Él hacía caras raras mientras bailaban, ocasionando que ella riera. Cuando llegó el estribillo, Louis comenzó a hacer un baile extraño, y _______ en vez de avergonzarse como hubiera hecho cualquier chica, trato de imitarlo, y bailar mientras aplaudía alegremente. Y claro, no faltaban las risas por parte de ambos. Al terminar el estribillo, volvieron a bailar como antes, solo que más juntos, mientras el le cantaba al oído, y la hacía girar. Ella reía y bailaba divertida, no sabía si porque el chico realmente la hacía reír, o porque estaba nerviosa y era todo lo que atinaba a hacer. Luego llegó de vuelta el estribillo, y nuevamente se pusieron a bailar como psicópatas. Nadie los miraba, de todas maneras, todos estaban metido en su mundo. Él la hacía girar y la abrazaba por atrás haciéndole cosquillas, y ella no paraba de reír. A él le encantaba su risa. Era como música para sus oídos. Y ocasionaba que él también riera. Luego del segundo estribillo, él la tomó por la cintura y la pegó a su cuerpo, y ella subió las manos hasta su cuello, donde lo rodeó. Tenía que ponerse de puntitas, ya que por más que llevara tacones, él era mucho más alto que ella. Comenzaron a mecerse de un lado a otro, mientras ella escondía su cabeza en el hueco de su cuello, aspirando su delicioso perfume nuevamente. Esto le traía recuerdos de la noche anterior, y se confirmó que definitivamente no se hubiera arrepentido si verdaderamente pasaba algo entre ellos en aquel momento. Él, mientras tanto, le llegaba el hermoso olor a flores que emanaba el pelo de ella. Lo tenía hipnotizado por completo. Estuvieron bailando así pegados hasta que se terminó la canción, cuando al fin se separaron, pero solo un poco, quedando sus caras a milímetros de distancia. Se pasaron un millón de ideas por la cabeza de la chica por las cuales no debería de besar a Louis, pero ni eso apaciguaba las ganas que tenía _______ de probar sus labios. En ese momento no le importó sus padres, ni su hermano, ni el rubio, ni nadie de los que estaban alrededor. Ella quería besarlo; y él quería besarla. 

La mirada de la chica vacilaba entre sus hermosos ojos celestes, y sus deseables labios, y el chico repetía exactamente el mismo recorrido. ¿Por qué no lo hacían? Cuando al fin decidieron a acortar la distancia entre sus rostros, un carraspeo los ció obligados a interrumpir su momento. Bueno, _______ fue la que rápidamente se separó del castaño, sorprendiéndose al escuchar un "¿Ahora?" Proveniente de la pantalla blanca del restaurante, que estaba proyectando unas imágenes. Ahora ella entendía por qué esa voz ronca y sexy se le hacía tan familiar. En la pantalla se proyectaba una foto de nada más y nada menos que su mejor amigo, sentado frente a la cámara, con una guitarra. <<¡No puede ser!>> Pensó rápidamente _______. 

-Bueno, ya que nos abandonaste, iba a tener que darte mi regalo de una forma más convencional. ¿Recuerdas? -_______ recordó la frase de su amigo la noche anterior, a la cual no le había puesto mucha importancia, que decía que iba a tener que regalarle algo de otra forma ya que ella no estaba ahí con él. -Y nada, esto me pareció una buena idea. -Ella se tapó la boca asombrada mientras sonreía. Liam y Anna habían llegado a su lado, y estaban tan sorprendidos como ella. -Escribí una canción, y quiero dedicártela. Mi regalo de cumpleaños es una canción. Lo se, soy un divino. -_______ rió ante ese comentario tan egocéntrico por parte de Harry. -Bueno, ojalá que te guste. Se llama "Colourblind". -Guiñó un ojo a la cámara, dirigido a la castaña, y comenzó a tocar un par de acordes en la guitarra. Lo único que la chica podía pensar es "¡Dios mío, tengo una canción y es solo mía!".



Pasado el estribillo, la chica pudo deducir que la canción no había sido escrito pensando en ella, pero da igual. Tenía una canción y eso era lo que importaba. Todos los del restaurante aplaudían, incluyéndola a ella. Al finalizar la canción, Harry se despidió con un "No puedo pedir una mejor amiga que vos. Te amo." Y la pantalla se volvió negra nuevamente. _______ ya tenía lágrimas resbalando por su rostro, pero eran de felicidad. Y sentía una impotencia importante al no poder abrazarlo justo en ese momento. No lo dudó ni un instante, y le marcó al ojiverde rápidamente. Al segundo "bip" se escuchó la voz lenta y rasposa de Harry.

-Hola. -Atendió el teléfono.
-¿Alguna vez te había dicho que te amo? -Preguntó la castaña evadiendo el saludo formal. Ella podía sentir como Harry sonreía del otro lado de la línea.
-¿Viste el video? ¿Qué te pareció? -Aludió su pregunta.
-Me encantó. Sos un divino. ¡Gracias! -Se sentó en su lugar en la mesa mientras todos los demás hacían lo mismo.
-Ya lo se. ¿Te pensabas que te iba a dejar sin regalo? -Ella emitió una pequeña risa. Sabía que le iba a dar algo, pero pensó que se lo daría cuando llegara. No ahora. -¿En cerio te gustó?
-Si. ¿Cómo no me va a gustar? -La madre le empezó a hacer señas para que colgara el teléfono.
-Bueno, me alegro. Es toda tuya. -_______ rió.
-Te dejo. Hablamos más tarde. Te amo. -Se despidió de Harry.
-Te amo mucho más, enana. -Así colgó el teléfono.

-Yo también quiero una canción. -Hizo puchero Liam.
-Que te la escriba Amber Shelly. -Dijo algo enfadada, recordando que no le había contado nada. Él instantáneamente se puso color carmesí, y todos en la mesa comenzaron a reír.

-Fin de la narración omnisciente.-

-Narras tú.-

En eso llega una torta con dos velas encendidas sobre la misma. Comenzaron a cantarnos el "Happy Birthday", y al terminar le tapé la boca a Liam para poder soplar yo, per él hizo lo mismo conmigo. Por lo que estábamos los dos sin poder soplar las velas. Luego de una pelea de "Mhm" y miradas, concordamos que a la cuenta de tres nos soltábamos y apagábamos los dos. Si, todo esto lo acordamos mediante miradas. Luego de tres "Mhm" que suponían eran números, sacamos las manos de la boca del otro, y soplamos las velas juntos.

-Parece que cumplen seis, no dieciocho. -Protestó mi padre acomodándose en la silla. Si, nos dicen eso bastante. 
-Oye, _______. -Comenzó a decir Liam mientras se paraba. Lo imité y me puse frente a él. -¿Recuerdas el reloj que siempre mencionás que te encanta cada vez que pasamos por al lado? -Preguntó con una sonrisa.
-¿El Omega en acero rosado con esfera de nácar y doce incrustaciones de diamantes? -Pregunté sorprendida. O sea, si lo menciona es porque me lo compró, ¿No? 
-Si. Bueno, te compré una lapicera en ese lugar. -Respondió gracioso dándome un pequeño paquete alargado envuelto en papel de regalo, en donde una lapicera entraría a la perfección. Me hizo ilusionarme al pedo. Rompí el envoltorio, y al abrir la pequeña y alargada caja de terciopelo azul, me encontré con el reloj que quería. Pegué un grito extremadamente alto que se escuchó por todo el restaurante, y me abalancé a abrazar a Liam, quien no tardo en responderme el abrazo y hacerme girar mientras me levantaba unos pocos centímetros del piso. Al terminar el abrazo, corrí a mi bolso y saqué un paquete y una carta. 
-De verdad me estoy empezando a asustar. -Dije con lágrimas en los ojos mientras le entregaba tanto el paquete como la carta. Él se apresuró a romper la envoltura, y abriendo la caja se encontró con un reloj también. Por eso digo que me asusto. Porque pensamos hasta en los mismos regalos. Claro que el que yo le regalé no era rosado. Era un Rolex de oro gris con números romanos y muy sencillo. Bien masculino. El me agradeció abrazándome nuevamente, logrando que las lágrimas volvieran a escaparse de mis ojos.
-Tu nunca me regalaste un Rolex. -Reprochó Louis a su hermana, luego de ver la bella escena de los hermanos Payne.
-Y tu nunca me regalaste un Omega. -Contraatacó ella.
-Touché. 
-De todas maneras te regalé una computadora. Y eso no es malo. -Louis, quien solo bromeaba, había logrado hacer enojar a su hermana, así que la abrazó y besó su cien. 
-¿Y esto? -Preguntó Liam refiriéndose a la carta que le había dado. En la parte de atrás decía "De: _______ Para: Liam" escrito en lápiz color celeste. 
-Bueno, ¿Recuerdas nuestro cumpleaños a los siete? -Le pregunté sin sentarme. El asintió.
-Si, te enojaste conmigo porque no te defendí cuando Louis te tiró al barro. Pensé que ya lo habíamos discutido, y ya te había pedido disculpas. -Louis soltó una carcajada, recordando el momento. Claro, para el es gracioso, pero a mi vestido blanco con flores rosas no le pareció tan gracioso…
-Si, ya se. Pero para ese cumpleaños yo te había escrito una carta, y no te la di porque estaba enojada. Y hace poco la encontré, y me pareció buena idea dártela ahora. Ya ni recuerdo lo que dice… Pero bueno. -Él sonrió mientras la abría y sacaba un pedazo de papel de adentro con una letra digna de una niña de siete años que escribía con muchos marcadores de colores.
-"Querido Liam. -Comenzó a leer en voz alta. -Sos mi hermano favorito. Y el único que tengo. Pero aún si tuviera más, serías mi favorito. -Se le escapó una risita mientras leía esa parte, y a mí también. Que mentalidad de pajera que tenía en ese momento. -Siempre estás conmigo, y me jugás conmigo. Me gusta ser tu hermana porque cuando me enojo me venís a pedir perdón. Y así yo no tengo que hacerlo. Y por más que a veces te enojes conmigo, como cuando Mary pone mi ropa en tu ropero, se que me querés. Además, mi ropa se te vería linda. -Él volvió a reír mientras se le aguaban los ojos. -Me gusta mucho cuando vamos a dar un paseo con papá, y nos subimos a esas bicicletas que tienen tres ruedas y un asiento. Yo no se como se llaman, pero vos debés de saber porque sos muy integilente. -Nótese mi escaso vocabulario que ni sabía escribir "Inteligente". Liam ya estaba llorando y a cada rato reía. -Te quiero mucho Liam, sos el mejor hermano que pude tener. _______." -Terminó de leer, con las mejillas empapadas, y me dio un abrazo de esos que duran siglos. Yo no me resistí y comencé a llorar en su hombro. Eran lágrimas de alegría. Era todo muy melancólico. Ambos sabíamos que no nos quedaba mucho tiempo juntos, tal vez dentro de siete años ya no podramos ni vivir juntos. Y cumplir la mayoría de edad, es como darse cuenta de que somos mayores. Es un gran paso para nosotros. -Te amo. -Me susurró en el oído.
-Yo también te amo. -Le dije de la misma forma, sin dejar de abrazarnos. 
-Nosotros también les tenemos algo. Es una boludéz. Algo chiquito. Pero esperamos que les guste. -Nos dijo nuestro padre alcanzándonos una pequeña caja cuadrada con un moño rojo arriba. ¿Qué será? Dado por el tamaño, supongo que una bicicleta no es… Ah, a veces me pega lo gracioso. Liam lo sacudió temeroso tratando de descifrar qué era antes de abrirlo. ¿Es joda? Que lo abra de una vez.

-¡Abrilo! -Le grité quitándole la caja para hacerlo yo misma. Quité el moño bruscamente, ya ofuscada por la lentitud de mi hermano, y le quité la tapa. Adentro había...

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Eh aquí el capítulo seis!!! Les pido un favor? La cancion All about us, es una de las que me gustaría que se pongan los auriculares, se olviden del mundo, y se imaginen a ustedes mismas bailando esa cancion con Louis. ¿Pueden? Cuentenme que onda :) Y saben algo? No se por que me da la impresion de que no les gusta esta novela, porque tipo tengo 20 comentarios por entrada nada más, mientras que en la otra tenia como 70 por entrada. ¿Les gusta? Si no les gusta me avisan... Nada, eso. Beso grande a todas. Las amo :)

Juliii :)