Cap. 31º: "Kiss me".

A esa altura, mi vista estaba completamente nublada y con suerte podía mantenerme en una posición erguida, de no ser por el agarre de Liam, ya estaría desplomada en el piso. Nunca me había sucedido esto de que TANTOS paparazzis estuvieran alrededor mío tomando tantas fotografías. De verdad, no comprendo como los famosos soportan esto en su día a día.

Cerré los ojos para lograr recuperar la vista. Ahora que los flashes habían cesado, supongo que el círculo vicioso concluiría. Mi único deseo en ese momento era el silencio. Los mareos y el dolor de cabeza aún no cesaban, y se estaban convirtiendo en un verdadero dilema con el cual debería luchar para lograr llegar a la casa sin desvanecerme en el camino.

Finalmente escuché como las voces se escuchaban cada vez mas lejos. Un alivio recorrió mi cuerpo entero al escuchar la pacífica serenidad del barrio privado “supuestamente” libre de paparazzis. “¡Un lugar seguro dónde vivir!” Si, claro…

Liam: ¿te encuentras bien? –preguntó una vez que el silencio volvió a apoderarse de nuestra conversación. Abrí mis ojos lentamente, pero lo único que logré fue aumentar el dolor de cabeza que poseía segundos atrás. Como pude subí mi brazo hasta mi cabeza y presioné mi mano contra mi frente. No se si ayudaba de mucho, pero es un reflejo que suelen poseer todos los humanos. Respiré hondo largando luego el aire por la boca para luego formar una mueca de dolor- Supongo que eso es un no –respondió al ver que estaba muy desconcertada como para hablar- Vamos a casa –aún sosteniéndome de los hombros, me ayudó a caminar procurando que no perdiera mi equilibrio y cayera.-

Caminamos hasta la casa. Al terminar la media cuadra que nos faltaba para llegar, ya podía caminar mejor, y l nubosidad de mis ojos se había esfumado. Se podría decir que ya casi estaba en un estado normal. Abrió la puerta y entramos. No me soltó en ningún momento.

Me depositó en el sillón de la sala junto a la chimenea que había quedado prendida desde antes de que desalojáramos el establecimiento para ir por las películas. Comenzó a desabrocharme los botones de mi chaqueta para quitármela de modo que me sintiera mas cómoda.

Tu: no tienes que hacerlo. Ya casi me siento del todo bien –no me molestaba en lo absoluto que se preocupara por mí, es más, me gustaba que lo hiciera. Pero lo que no me gustaba era aprovecharme de él-

Liam: Casi te desmayás por mi culpa. Dejame hacerlo –ya había terminado con los botones y ahora estaba quitándome las mangas. Mi cuerpo comenzaba a entrar en calor gracias al fuego que estaba en la chimenea calentando toda la sala-

Tu: primero, no fue para tanto. Y segundo, no fue tu culpa que aparecieran los paparazzis –respondí participando del desalojo de mi chaqueta para facilitarle el trabajo. Cuando la chaqueta estaba despojada de mi cuerpo, prosiguió con las botas mientras yo me sacaba la bufanda, el gorro y los guantes-

Liam: ¿qué? ¿ahora tengo que tener una escusa para tratarte así? –preguntó con una sonrisa. Tengo que decir que eso me mató. Cuando volvió su vista a mis botas para seguir desacordonándolas, instantáneamente mis mejillas tomaron un color carmesí, el cual intenté disimular lo mas que podía.-

Al final lo dejé que me ayudara. Me parece muy tierno de su parte. Luego de que me cubriera con una manta, se fue a preparar un poco de chocolate caliente. Me sentía abusando, pero el insistía cada vez que yo me negaba. Este chico si que no acepta un “no” como respuesta.

Al regresar con 2 tazas de chocolate caliente, una en cada mano, se sentó junto a mí, y ya que había sido tan considerado al preocuparse así de mí, le compartí de mi manta. Suya, en verdad.

Primero vimos “LOL”, la película de Miley Cyrus. No llevo ni 12 horas sin novio, y esa película ocasiona que quiera tener novio de nuevo. Son tan tiernos. Luego pusimos mi favorita. “A walk to remember”. A cada rato volteaba a ver a Liam, y sentía como él me miraba en otras ocasiones.

Aproveché en una parte para acurrucarme en su cuerpo, y taparme mejor con la manta. El pasó su brazo sobre mis hombros, lo que hizo que me sintiera mas segura y protegida. Siempre que estaba a su alrededor me sentía protegida. Él es como un ángel.

Creo que lo noté aburrido, ya que se puso a jugar con mi cabello. Era gracioso, porque se lo ponía como bigote. Cuando dejó de comportarse como un espécimen de 5 años, solamente procedió a acariciarlo.

Tu: Te das cuenta que ahora van a inventar un millón de historias sobre nosotros –hablé mientras la película aún sonaba con una voz ronca-

Liam: ¿y qué? Nosotros sabemos lo que es verdad y lo que es mentira –habló de la misma manera que yo. No se si yo soné igual que él, pero su voz de verdad me parecía muy sexy. Sobretodo el hecho de escuchar como movía sus labios tan cerca de mis oídos lograba que una corriente me recorriera de pies a cabeza. No había duda de que Liam me gustaba. Y eso no tiene nada de malo…-

Tu: supongo que si –respondí luego de unos segundos en silencio.-

Me puso nerviosa el hecho de que estuviera tan cerca de mí. Pero era algo que me agradaba de cierta forma. Y mucho. Justo al instante siento como su nariz comenzó a rozar mis mejillas voluntariamente. Solo me limité a sonreír y continuar viendo la película que tanto amaba. Ese rose entre su nariz y mi mejilla se convirtió en pequeños besos. Increíblemente me sentía a gusto con la situación. Inconscientemente mordí mi labio inferior sin quitar mi vista de la película. El al parecer lo notó, porque continuó dando pequeños besos por toda mi mejilla. En ese momento no pensaba lo que hacía, solo me daba igual. Una vez que acepté que me gustaba, ya no me preocupaba tanto por lo que pensara el resto. Solo por lo que pensaba él. Sus besos comenzaron a descender. Ya veía a donde iba todo esto, y no estaba bien. No ahora, que él tenía novia, y yo acababa de salir de una relación con su mejor amigo.

Tu: no te recomiendo que te metas con el cuello de una chica, o las cosas no van a terminar bien –comenté con la misma voz ronca mientras lo alejaba unos centímetros de mi y aprovechaba para mirarlo a la cara-

Liam: es la idea –en ese momento me debatía muchas cosas. Lo único que podía confirmar era que Liam quería besarme, y yo quería besarlo a él. Pero, ¿lo dejo o no? Como siempre, voy a pensar de cualquier manera como para convencerme de lo que probablemente haga ahora. Veamos, estando solos en una isla, sin nadie con quien fraternizar, sin la sociedad a nuestro alrededor, perdemos la moral. O sea, que perdemos el sentido de lo que está bien y de lo que está mal. En una sociedad, lo que intentamos es imitar al otro. Pero si no hay quien imitar., si no hay quien impresionar o complacer. ¿qué está bien y que está mal? Está mal robar, ¿correcto? Pero si no hay a quien robarle, el mal no existe en la isla. Y si no hay mal, no hay bien. Si no hay mal ni bien, no hay moral. Y aunque no lo crean, todo esto conlleva a que puedo permitirme besar a Liam.-

Él volvió a su actividad anterior, pero esta vez cuando comenzó a descender, le permití el acceso a mi cuello. Cerré mis ojos para poder atesorar esta sensación dentro de mi memoria para siempre, sin necesitar el uso de una cámara. Era simplemente perfecto. Mirando la película perfecta. Con el chico perfecto. El momento perfecto. Los besos se detuvieron, y fue en ese momento cuando abrí mis ojos. Me sorprendí al ver su cara a no mas de 2 centímetros una de la otra. Sus ojos miel penetraron los míos de una manera indescriptible. La duda me carcomía por dentro. ¿besarlo o no? Tenerlo tan cerca y tener que aguantarme las ganas. ¿si o no? Tenía que sentir sus labios otra vez, como la noche de la fiesta. En su agarre es en el único momento en el cual me siento 100% segura. Yo no puedo besarlo. Si me quiere besar, que me bese él.

Tal parece que Liam lee mis pensamientos, porque apenas terminé de debatir con ellos, sentí como sacaba su mano de entre la manta y la subía hasta mi rostro. Comenzó a acariciarlo tan suave y delicadamente como si ésta fuera una figura de porcelana. Las yemas de sus dedos acariciaban mi mejilla logrando que con cada roce un huracán ocurriera dentro de mi cuerpo. Una sonrisa se le escapó. No pude evitar sonreír también yo. Era un momento perfecto. Como para no hacerlo. Comenzó a acercarse lentamente hasta mi cara. Tenía tan claro lo que él quería hacer, que hasta yo noté sus intenciones. Cada vez era menor la distancia a recorrer para llegar a mis labios, pero ya no aguantaba mas tener sus labios separados de los míos. Los centímetros restantes al fin habían desaparecido, y con el cierre de mis ojos sentí un sabor que solo él poseía. Sus labios eran dulces y tiernos. Simplemente perfectos. Retiré mis manos de debajo de la manta para poder posicionarlas en su cuello y comenzar a acariciar su cabello en lo que el beso continuaba. Nuestros labios se movían al compás de la música que sonaba de fondo en la película. Hasta eso era perfecto. Abrí mi boca para pasar al siguiente nivel, y él no tardó en aprovecharse de la situación introduciendo su lengua dentro de mi cavidad bucal. Nuestras lenguas parecían en una batalla infinita mientras el beso se volvía caca vez mas intenso. Acomodé mi cuerpo para quedar mas cómoda. Entre ambos nos decisimos de la manta. Calor en ese momento era lo que sobraba. Su mano comenzó a descender desde mi mejilla. Fue acariciando con la palma todo el costado de mi torso, y justo cuando su trayecto concluía al final del mismo, su celular comenzó a sonar.

No se quién era el culpable de la llamada, pero me había hecho volver a la realidad. Lo que estoy haciendo está mal. Él tiene novia, y no está correcto que la engañe. Me separé unos centímetros de él para que contestara su celular. No se por qué, me vino una pena horrible. Todo lo que pude hacer fue agachar la mirada.

Liam: sea quien se puede esperar –dijo para seguir besándome mientras el típico sonido de celular resonaba en su bolsillo. Volví a separarme de él-

Tu: contesta. Puede ser algo importante –nuestras respiraciones eran muy entrecortadas, y no se los míos, pero sus labios estaban rojos…-

Liam me sonrió y sacó su celular del bolsillo para poder contestar. Lo único que pude escuchar fue “Nialler” “¿qué? Yo no me comí tus últimas galletas” “Hace 3 días no voy a tu casa” “¿Me llamaste para eso nada más?” Luego noté que se puso nervioso. ¿qué le había preguntado Niall? “acabo de correr de unas fans. Eso es todo” De seguro preguntó por su respiración levemente alterada “Bueno. Chau”. Y eso fue todo lo que escuché. Luego cortó.

Liam: ¿en qué estábamos? –me preguntó con una sonrisa pícara en la cara en lo que se acercaba de nuevo a mi rostro. Yo ya me había preocupado de ponerme la manta nuevamente y continuar viendo la película-

Tu: viendo la película –dije con una sonrisa para hacerlo enojar.-

Liam: no. No me podés dejar así –afirmó acercándose a mí nuevamente-

Tu: Puedo dejarte así, e incluso peor –susurré a milímetros de sus labios, subí mi cara hasta su oreja y la mordí levemente. Luego bajé los escasos centímetros hasta su cuello y planté un beso tierno y sexy a la vez-

Liam: algún día me voy a vengar  -me  susurró en el oído. No se si es psíquico o qué, pero me suena que sabía que eso me mataba. Pero me mantuve fuerte-

Continuamos viendo la película. En una escena, donde los dos principales se besaban, Liam se dispuso a hablar.

Liam: mirá. Jamie y Landon se están besando. Para mí hacemos lo mismo –comentó pasando un brazo por mis hombros. Sentí su mirada sobre mí, así que volteé para verlo también-

Tu: s, lamento decirte que no beso chicos con novia –si no lo recordaba él, se lo iba a tener que recordar yo-

Liam: lamentablemente ya lo hiciste –respondió acercándose cada vez más a mi cara-

Tu: varias veces –sonreí. La película terminó, y sinceramente estaba muy cansada- me vino sueño. Voy a dormir –tomé su cara con ambas manos y junté nuestros labios una vez más. Se que dije que no lo haría, pero simplemente es algo inevitable. Es como si mi cuerpo exigiera besarlo-

Me paré del sillón y caminé escaleras arriba aun con la manta colgando en mi espalda. El llegar a la habitación de Liam dejé caer la manta sobre el suelo. Agarré una remera blanca básica de manga corta de él, y entré al baño. No vaya a ser que entre y me viera prácticamente en pelotas. Me desise del incómodo jean ajustado que portaba, y de la remera. Quedando únicamente con mi ropa interior y las medias. Me coloqué la camisa, la cual me quedaba justo por debajo del trasero. Ni un centímetro más, ni uno menos. Me quedé unos segundos apreciando el olor que llevaba la remera. Definitivamente olía al perfume que llevaba Liam. Ese perfume que tanto amo. Suspiré, y tomé el cepillo de dientes que tenía de reserva en la casa de Liam para cuando iba a dormir a su casa.

De repente siento que la puerta se abre. Olvidé ponerle seguro, pero que suerte que ya estaba vestida. Liam, al verme, se recostó en el marco y comenzó a examinarme de pies a cabeza. Acción que me ponía notablemente nerviosa.

Tu: ¿no sabés tocas? ¿qué pasaba si entrabas y estaba en bolas? –pregunté escupiendo la pasta dental que había en mi boca-

Liam: era la idea. Pero te cambiás muy rápido –éste ingresó al baño y me abrazó por la cintura, dejando un beso en mi mejilla con su llegada. Solo pude limitarme a sonreír y salir de su agarre con intenciones de ir a su cama para acostarme.- Bueno, decidite. Te beso, me seguís. Después no me dejas besarte. Me provocas. Me besas. Y ahora no querés que te bese. –para esta altura yo ya estaba sentada en la cama peinándome-

Tu: Liam, no es que no quiero que me beses –le estoy diciendo que me bese. Soy una nava. – No, rebobiná. Empecé mal. Va de nuevo –el rió- omitamos esta parte y saltemos al punto. Tenés novia. Y la amás. No podés engañarla. Y por mas que ella no me caiga bien, no le deseo a nadie que la engañe –vi en sus ojos culpa. Se sentía mal. –

Liam: tenés razón. Lo lamento –dijo sentándose en la cama junto a mi con la cabeza gacha- supongo que escucharlo de alguien que tiene experiencia en besar a otros chicos mientras tiene novio me reconforta –de seguro se refería a Zayn. Pero, la vez que él sabe yo no era técnicamente novia de Harry… excepto que… NIALL LA RE CONCHA DE TU VIEJA-

Tu: ¿Niall te dijo, verdad? Lo voy a matar. No se para que le sigo contando todo –dije enfadada-

Liam: vos estabas boba. Cuando él estaba en pedo –Ah, o sea que no le contó… me disculpo mentalmente con Niall-

Tu: ah, esa vez. Si –definitivamente tengo que pensar antes de actuar-

Liam: ¿o sea que hubo otra? –miró sorprendido-

Tu: no. A dormir –quería cambiar de tema URGENTE-

Liam: no hasta que me cuen… –Me acerqué a el bruscamente y comencé a besarlo para callarlo-

La idea era solo callarlo. Pero no pude detenerme. Sus besos son tan dulces, como caramelos de azúcar. El beso se fue apasionando cada vez mas. Mis manos se posicionaban en su cuello acariciando su cabello, y su mano que estaba en mi cintura fue descendiendo hasta llegar a mi trasero. Levantó un poco la remera, y al contacto de su mano con mi piel causó un gran escalofrío en mí. Fue como una corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo desde la punta de mis pies hasta mi cabeza. Era una sensación agradable, pero siempre olvido que él tiene novia. A la mierda con la novia. Me agrada disfrutar de mi soltería. El se separó unos segundos de mí.

Liam: tu bipolaridad me encanta –dijo sobre mis labios para luego continuar besándome-

El beso se hacía cada vez mas intenso. Como estábamos sentados en la cama, Liam hizo un movimiento logrando que yo me acostara y él quedara arriba mío. Esto se estaba yendo fuera de control. Pero no podía parar. Mi cuerpo no me lo permitía. El beso continuó hasta tal punto que la remera de Liam que traía puesta ya estaba levantada hasta la mitad de mi panza, y en un acto reflejo, yo le había sacado la remera a Liam.

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Maratón 2/3